1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina"

Universidad Nacional de Quilmes - Argentina

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
https://www.equiponaya.com.ar/
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Educación o barbarie

Gabriela Bukstein y Gabriela Tarantino

Gabriela Bukstein
Lic. en Sociología de la UBA.
Maestría en Ciencia Política en el Instituto de Altos Estudios Universitarios de la Fundación Banco Patricios. Investigadora Becaria del CONICET.

Dirección Medrano 2017 (1609) Boulogne
Tel/Fax: 765-0297
E-mail: rqgabyba@criba.edu.ar

Gabriela Tarantino
Lic. en Ciencias de la Comunicación de la UBA.
Dirección: S. de Bustamante 2394, 8vo. 26 - Capital Federal
Teléfono: 801-6117

ABSTRACT

A tres años del 2000 es un hecho aceptado unánimemente que el problema económico afecta cada vez más a los países en vías de desarrollo que incluye a la República Argentina.

Al deterioro de las economías regionales se le suma la marginación de grandes sectores de la sociedad provocada entre otros factores, por la desocupación y subocupación existente, lo que repercute indefectiblemente en la educación.

El presente artículo intenta explorar la inserción de los sectores sociales más carecientes en el nuevo sistema educativo. A partir de este punto de vista, se estudiará la política educativa y el lugar que ocupan estos grupos marginados en lo que el Gobierno Nacional denomina Reforma del Estado, ya que el mismo cumple un rol preponderante en su instauración y aplicación.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, lanzó en el año 1993 el Plan Social Educativo dirigido a los grupos sociales más desfavorecidos del país. En sus objetivos principales se destaca la supresión de las desigualdades existentes en el sistema educativo. Para ello, se elaboraron programas y proyectos con distintas líneas de acción, tanto, en materia pedagógica, como, en lo que hace a la infraestructura. Por ese motivo, este estudio estará focalizado en la investigación y análisis de su implementación y para determinar aquellos alcances más significativos.

Se considerarán los establecimientos educativos del noroeste argentino que comprende a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. La selección de esta región obedece primordialmente a que constituye la zona que presenta más carencias a nivel socioeconómico y a nivel educativo. Para ello, se tendrán en cuenta las características de la región a estudiar y las políticas, tanto nacional como provinciales en materia educativa.

Educación o barbarie

Gabriela Bukstein1 y Gabriela Tarantino2

I. Introducción

Los problemas sociales e ideológicos, la dependencia económica y los conflictos políticos, entre grupos, clases y estados son pautas comunes de los países en vías de desarrollo; no escapa la República Argentina a esta inquietante situación, agravada por una política globalizadora alejada de la solidaridad.

Al deterioro de las economías regionales se le suma la marginación de grandes sectores de la sociedad provocada entre otros factores, por la desocupación y subocupación existente, lo que repercute indefectiblemente en la educación.

En un contexto de crisis se pueden acentuar las desigualdades en la distribución, tanto de bienes materiales, como de bienes simbólicos más valorados por la sociedad, tal es el caso del conocimiento. No todos los grupos sociales se benefician de la misma forma en lo que respecta a las oportunidades educativas. En los sectores más pobres (ciudad y campo) "la crisis se presenta como un agravamiento de la escasez de recursos y una creciente insatisfacción de necesidades básicas" (Tenti Fanfani, 1992:58)

El presente trabajo tiene la intención de explorar la inserción de los actores sociales en condiciones de pobreza y/o extrema pobreza en el nuevo sistema educativo. A partir de este punto de vista, se analiza la política educativa y el lugar que ocupan estos grupos marginados en lo que el Gobierno Nacional denomina Reforma del Estado, ya que el mismo cumple un rol preponderante en su instauración y aplicación.

El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, lanzó en el año 1993, el Plan Social Educativo dirigido a los grupos sociales más desfavorecidos del país. Entre sus objetivos principales se destaca la supresión de las desigualdades existentes en el sistema educativo. Para ello, se elaboraron un conjunto de programas y proyectos con distintas líneas de acción, tanto, en materia pedagógica, como, en lo que se refiere a la infraestructura.

En síntesis, en el presente artículo nos proponemos abordar el rol de los sectores sociales más carecientes en el nuevo sistema educativo y los factores estructurales que impiden una reforma sustentable en el mismo.

Se consideran los establecimientos educativos del noroeste argentino que comprende a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. La selección de esta región obedece primordialmente a que constituye la zona que presenta más falencias en el nivel socioeconómico y por ende, en el nivel educativo. Durante el desarrollo del tema se tuvieron en cuenta las características de la región a estudiar (teniendo en cuenta las peculiaridades de cada provincia) y las políticas, tanto nacional como provinciales en materia educativa.

II. Heterogeneidad versus homogeneidad social

Consideramos que no existe la homogeneización social y que nunca existirá. Creemos en la heterogeneidad social, donde los sujetos sociales están construidos de manera tal que puedan respetar la individualidad del otro, por lo tanto, que puedan respetar la diferencia de hecho que existe entre los individuos miembros de una sociedad a la cual pertenecen.

La pobreza tiende a la homogeneidad de los individuos. La pobreza no respeta la individualidad, sino que masifica y rotula al grupo bajo denominaciones amplias que adolecen de un miramiento específico sobre su propia identidad3 .Los sectores carecientes de la Argentina sufren las consecuencias de la falta de consideración de sus propias individualidades más allá del etiquetamiento genérico de ser pobres. No lograr un salario suficiente, una alimentación adecuada, una vivienda habitable, un sistema de salud apto, una educación digna son síntomas de políticas de gobierno erróneas donde el asistencialismo partidista -pues se ejecutan para la obtención de un voto- no resuelve el problema, sino contrariamente, lo intensifica.

El tema de la pobreza no es nuevo, siempre existió y se mantiene viva la idea de que siempre va a existir. Su erradicación en un sistema capitalista en pleno crecimiento parece inviable, pues impide detectar nuevas formas para su eliminación.

La primera medición sobre la situación de pobreza en el país fue realizada en el año 1970, teniendo en cuenta la insuficiencia de los ingresos en los hogares (Altimir, 1979).

Actualmente, existen diferentes criterios para definir la pobreza. Uno de los métodos más utilizados es el considerar a la variable ingreso, la cual es determinada a partir de la canasta familiar4 . Según esta perspectiva, serían pobres todos aquellos individuos cuyos ingresos fueran inferiores a la canasta establecida. El valor de la misma es otorgada a partir de la línea de pobreza (LP) que tiene en cuenta el ingreso de los hogares que fluctúa de acuerdo con las oscilaciones del salario real. El criterio de la LP fue aplicado en las Encuestas de Hogares del Gran Buenos Aires.

La línea de indigencia es apenas el precio de una canasta de alimentos que aporten las calorías necesarias para una actividad física moderada.

El otro método empleado es el de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) empleado por el INDEC en 1984. Este tipo de pobreza estructural varía más lentamente que la pobreza por ingreso debido a que mide carencias críticas en vivienda, saneamiento y educación, cuya modificación responde a políticas de larga duración.

Otros autores utilizaron en forma conjunta los dos enfoques ya que el empleo integrado les "permitiría una mayor riqueza al identificar manifestaciones diferentes de un fenómeno multifacético como es la pobreza" (Beccaria y Minujín, 1991).

Según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 1991, Salta es la provincia del noroeste argentino con mayor porcentaje de NBI, sobre el total de hogares, con el 33,9%.

A su vez , la misma provincia registra un 30,4% respecto a la presencia de dos o más indicadores de NBI.

Los indicadores más importantes utilizados para determinar la pobreza son definidos por el INDEC de la siguiente manera:

Hacinamiento: hogares que tuvieran más de tres personas por cuarto.

Vivienda: hogares que habitan en una sola vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo).

Condiciones sanitarias: hogares que no tuvieran ningún tipo de retrete.

Asistencia escolar: hogares que tuvieran algún niño en hogar escolar que no asista a la escuela.

Capacidad de subsistencia: hogares cuyo jefe tenga una educación hasta primaria incompleta y además una relación de cuatro o más personas por miembro ocupado.

Las provincias de Jujuy y Santiago del Estero alcanzan un 33,6% de NBI. Catamarca y Tucumán el 24,6% cada una. Con dos o más indicadores de NBI se registran las provincias de Santiago del Estero con 24,2%, Tucumán con 23%, Jujuy con 22,4% y finalmente Catamarca con 18,3%. En general, la mayoría de las familias del noroeste presenta problemas sanitarios. No cuentan con provisión de agua con cañería en la vivienda, no tienen retrete con descarga de agua, o ambas cosas. A esto se le debe agregar que en muchos casos deben caminar extensiones largas para proveerse de agua potable. Las viviendas tienen piso de tierra y techo de chapa. El "hacinamiento crítico", más de cuatro personas por cuarto, es frecuente en todas las provincias del noroeste. Todos estos indicadores nos hablan de una grave situación socioeconómica con severas implicancias educacionales, sanitarias, culturales y habitacionales que se traducen, en muchos casos, en enfermedades endémicas (desnutrición, mal de Chagas, paludismo, etc.), deserción escolar, promiscuidad, entre sus consecuencias más frecuentes.

Cabe destacar que ambos enfoques no establecen dos maneras alternativas para arribar a un resultado idéntico. Los dos enfoques captan fenómenos distintos de la pobreza que los mismos pueden llegar a ser interpretados como manifestaciones diferentes de la noción de pobreza. En suma, este concepto está ligado con la imposibilidad de acceder a la satisfacción de las necesidades que en la sociedad se consideran esenciales.

Los factores culturales, sociales y familiares repercuten indefectiblemente en el desarrollo del niño. En lo que respecta al nivel mental medio, el mismo se ubica en función de la clase social y de los recursos económicos. De esta manera, el cociente intelectual varía según el medio social así como del medio urbano o rural5 (las condiciones de precariedad que se observan en las áreas rurales del NOA, como así también del NEA, son las más significativas del país).

La desnutrición, presente en amplios sectores de la población del NOA, incide en forma directa en el nivel mental, el bajo nivel mental, a su vez, trae aparejado severos problemas de inserción laboral del adolescente (y en muchos casos, pese a su ilegalidad, la del niño) dado que en un marco de alta competitividad como es el actual, sólo pueden acceder a trabajos de muy baja remuneración.

Por supuesto que bajo coeficiente intelectual equivale, también, a limitado caudal de conocimientos. En otras palabras, en estas condiciones especialmente difíciles, es casi imposible que los niños puedan romper el círculo vicioso de la pobreza. La exclusión social de estos sectores responde a políticas implementadas a lo largo de varias décadas como así también por ausencia de las mismas.

En cuanto a su inserción en el mercado laboral, la edad del niño y/o del adolescente por un lado y su nivel de instrucción por el otro, hacen que sólo puedan acceder a los trabajos peor remunerados dentro de la estructura ocupacional.

Seducidos por una "supuesta" oferta laboral, muchos migran de la zona rural a los centros urbanos industrializados donde continúan sufriendo las consecuencias de su bajo nivel de formación siendo imposible, una vez más, romper con el círculo de la pobreza. La alta competitividad y la falta de puestos de trabajo son variables que también deben ser consideradas en el análisis del mercado laboral, ya que en el mismo se hace presente una alta demanda y una baja oferta.

Cabe aclarar que la ley autoriza el trabajo de menores6 a partir de los 14 años de edad con excepción de las actividades que son realizadas en los establecimientos en los que se desempeñan solamente los miembros de una misma familia. Es por ello, que el relevamiento de información sobre el trabajo efectuado por menores generalmente no concuerda con los conceptos establecidos en encuestas y otros instrumentos debido a las actividades diversas que los niños realizan y a las condiciones no legales que hacen que ser detectados sea poco factible.

La problemática laboral de los niños y adolescentes trae aparejada, por lógica consecuencia, la no concurrencia diaria a la escuela que a su vez ocasiona un alto grado de repitencia y habitualmente, su posterior desgranamiento.

Esta situación laboral se ve particularmente en el trabajo tipo "golondrina", que en general es desempeñado por el "jefe del hogar" quien se ve obligado a migrar de una zona a otra con el grupo familiar. Pese a todos estos imponderables la concurrencia a establecimientos educativos aumenta. Debemos aclarar que este incremento de la matrícula que, aparentemente se contradice con lo expuesto, se debe fundamentalmente a tres factores: el alto grado de desocupación, la existencia de comedores escolares y la copa de leche y por último, el mandato social que determina la evolución natural de la sociedad, la obligatoriedad y aún más la necesidad de concluir el nivel primario para contar con una herramienta que les permita creer no hallarse excluidos del sistema.

No obstante lo citado, el nivel de analfabetismo es elevado según los datos estadísticos elaborados por el INDEC (1996) que se muestran en el Cuadro Nro 1. Podemos observar que en lo que respecta a las capitales de las provincias que conforman el NOA, las cifras son significativas.

Cuadro Nro 1

       Localidad

Población de 10 años y más

Total de analfabetismo

Gran San Miguel del Tucumán

489.461

14.449

Gran Salta     

283.582

6.372

Sgo. del Estero.  La Banda

201.257

6.857

Gran Salvador del Jujuy

137.554          

4.370

Gran San Fdo. del Valle de Catamarca

101.792

1.986

Total

1213.916

34.034

Fuente: Indec, 1996

La región del NOA es parte del desequilibrio social y geográfico existente en la Argentina. La situación de sus habitantes es la resultante de la crisis socioeconómica profunda por la que se atraviesa. Constituye una región que a través del tiempo estuvo en notoria desventaja con otras zonas del país donde las posibilidades económicas, tales como la agricultura, la ganadería y la industria fueron muy superiores; además, unido al condicionante geográfico, las políticas nacionales y provinciales a lo largo de las últimas décadas, no ayudaron a explotar sus riquezas naturales provocando economías regionales magras y poco diversificadas dado que en muchas de ellas el monocultivo, lejos de ser la excepción es la regla.

En síntesis, para los excluidos de la región del NOA la sociedad es un espejismo porque les resulta inaccesible, les está vedada, porque aunque sea la única existente, los rechaza.

III. La Ley Federal

En los últimos años, siguiendo las premisas del modelo económico neoliberal, el Estado argentino ha sufrido grandes modificaciones y reestructuraciones. Los programas de ajuste educativo presentados en el gobierno de Menem son mostrados como la única alternativa para superar la crisis educativa. Dentro de esos cambios figuran las nuevas políticas en materia educativa que el gobierno actual lleva adelante. Transferencias de los servicios educativos nacionales a la órbita provincial, implementación del nuevo sistema educativo, ejecución de programas compensatorios, entre otros, conjuntamente enmarcados en la nueva Ley Federal de Educación inspirada en su homónima española.

Con magros salarios docentes, con una infraestructura edilicia inadecuada y sin contar aún todas las provincias con la aprobación de los contenidos básicos comunes, el gobierno se lanzó a la puesta en marcha del nuevo sistema educativo.

Al mismo tiempo, y siguiendo la línea económica implementada, la administración del presidente Menem encaró un severo proceso privatizador con el objetivo de destinar los fondos obtenidos a salud, educación, justicia y seguridad. Sin embargo, estas cuatro funciones básicas del Estado no recibieron los fondos prometidos, parte de lo recaudado tuvo como destino el pago de intereses de la deuda externa que continúa incrementándose. Sumado a esto subsisten altos índices de desempleo y/o subempleo. "La política de ajuste define el problema educativo como un mal causado por el excesivo monto e ineficiente rédito de las inversiones públicas. Propicia políticas de concentración de fondos estatales y privados en sectores sociales que poseen un sustrato cultural moderno. De este modo, la educación que se recibe está en proporción cada vez más directa a la capacidad adquisitiva y al tipo de cultura del grupo" (Puiggrós, 1995).

En este contexto de profunda crisis socioeconómica acompañada por inexorables problemas de corrupción y caída de valores, surge el Plan Social Educativo, como componente del Plan Social que lanzó el gobierno en 1993, el cual se enmarca dentro de las políticas compensatorias implementadas por la cartera educativa.

La Ley Federal de Educación N§ 24.195, sancionada en abril de 1993, establece que es responsabilidad del Estado garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades de acceso, permanencia y egreso del sistema educativo para todos los habitantes del país. En su artículo 64 sostiene que el Poder Ejecutivo Nacional ejecutará y financiará programas especiales de desarrollo educativo para solucionar emergencias educativas, compensar los desequilibrios regionales y enfrentar situaciones de marginalidad.

Es así como el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación organizó y diseñó, a través del Plan Social, un grupo de programas y proyectos dirigidos a los niños y a los jóvenes de las familias más pobres del país, priorizando, por un lado, las poblaciones de zonas rurales, urbano marginales, además de situaciones especiales, como escuelas hogares y de tres turnos y por el otro, encontramos el nivel Inicial, cuyo último año (Preescolar) y los tres ciclos de la Educación General Básica establecidos como obligatorios según la Ley Federal de Educación.

Dentro de sus objetivos generales figura compensar las situaciones desiguales en que se encuentran las escuelas a las que asisten estos sectores más desfavorecidos, tratando de mejorar, tanto las condiciones materiales, como los recursos humanos, para la enseñanza y el aprendizaje.

Una de sus premisas fundamentales es la descentralización en la ejecución de las acciones. A la Nación le compete definir los objetivos y criterios de acción, formular planes y proyectos, transferir los recursos directamente a la escuela, acompañar la gestión de los recursos y evaluar los resultados. A la Provincia le corresponde seleccionar las escuelas para incorporarlas a los distintos proyectos, controlar y asesorar la implementación de los proyectos en las escuelas. Por su parte, los establecimientos educativos reciben los aportes, administran los recursos económicos y los bienes, gestionan proyectos y dan cuenta de su implementación a Nación y a Provincia.

Según datos del Ministerio de Cultura y Educación entre 1993 y 1996, a través de los programas Mejor educación para todos y Mejoramiento de la infraestructura escolar, se les entregaron a las escuelas primarias 5.500.000 libros (de lectura, manuales, diccionarios); 59.953.815 pesos para el equipamiento didáctico de escuelas y aulas; 1000 escuelas recibieron subsidios para proyectos escolares, 72.000 maestros recibieron perfeccionamiento docente (correspondiente a un año lectivo) y 1400 escuelas medias recibieron gabinetes informáticos (cuatro computadoras y una impresora por escuela), y bibliografía específica.

Asimismo, se erradicaron 1.939 escuelas rancho y se refaccionaron 2.746. Todas las acciones fueron efectuadas por un monto de 416.447.743 pesos7 .El Plan Social Educativo llega en la actualidad a un total de 3.763.373 alumnos de correspondiente a un total de 17.1708 escuelas de todo el país, abarcando los niveles primario y medio (actuales EGB y Polimodal), como a las especiales y de adultos. La mayoría de estos establecimientos están concentrados en el norte argentino, es decir, en las regiones donde los índices de Necesidades Básicas Insatisfechas son los más altos. En el Cuadro Nro 2 contamos con la información desglosada por región de la cantidad de establecimientos educativos primarios en valores absolutos, con la enumeración de las provincias que le corresponden a cada región.

Cuadro Nro 2

Regiones

Provincias

Establecimientos Educativos  Primarios

NOA

Salta, Jujuy, Catamarca, Sgo. del Estero y Tucumán [9]

3.364

NEA

Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa

3.239

CUYO

Mdza., San Juan, San Luis y La Rioja

1.607

SUR

La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Sta. Cruz y Tierra del Fuego

961

Total

 

9.171

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Censo Nacional de Docentes y Establecimientos Educativos 1994.

A partir del Cuadro Nro 3 podemos observar que aproximadamente el total de las escuelas pertenecientes a la EGB, correspondientes a las regiones del NOA y del NEA, están incluidas en el Plan Social Educativo. En cambio, en lo que respecta a las regiones de Cuyo, Centro y Patagonia existe un porcentaje considerable de escuelas de dicho nivel no están dentro del Plan Social. Esto se debe fundamentalmente a que las zonas del NOA y del NEA son las más densamente pobladas y asimismo, donde se concentran los sectores más pobres del país.

Cuadro Nro 3

Totales Censales por Provincia

Nivel Primario

Provincias

Cantidad de establecimientos

Cant. establecimientos en el PSE

 

Absolutos

%

Absolutos

%

Capital Federal

170

1.51

922

4.46

Buenos Aires

359

3.20

5905

28.55

Santa Fe

942

8.39

1702

8.23

Entre Ríos

1227

10.93

1345

6.50

Formosa

499

4.45

534

2.58

Corrientes

849

7.56

916

4.43

San Luis

352

3.14

404

1.95

Córdoba

779

6.94

2216

10.72

Santiago del Estero

1204

10.73

1219

5.89

Santa Cruz

74

0.66

91

0.44

Tucumán

615

5.48

762

3.68

Salta

730

6.50

742

3.59

San Juan

309

2.75

402

1.94

Jujuy

380

3.39

410

1.98

La Pampa

138

1.23

242

1.17

Catamarca

435

3.88

461

2.23

Chaco

1018

9.07

1004

4.85

Chubut

197

1.76

229

1.11

La Rioja

349

3.11

364

1.76

Mendoza

597

5.32

810

3.92

Misiones

873

7.78

861

4.16

Neuquén

242

2.16

332

1.61

Río Negro

285

2.54

372

1.80

Tierra del Fuego

25

0.22

40

0.19

Total

11223

100.00

20680

100.00

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Censo Nacional de Docentes y Establecimientos Educativos 1994.

En el Cuadro Nro 4 se observa una diferencia significativa entre la cantidad de escuelas de nivel (ex) primario y (ex) secundario. Este dato nos da cuenta que el grado de asistencia es mayor en el nivel (ex) primario y no en el (ex) secundario, demostrando una vez más el agravamiento educativo. Esta problemática es aún mayor si se tiene en cuenta que el nuevo sistema educativo (Pre-escolar, Educación General Básica y Polimodal) extiende la obligatoriedad de siete años en el modelo anterior a diez años en el modelo actual, que abarca la EGB; lo que implica que mayor cantidad de alumnos permanecerán en dicho nivel para luego pasar al nivel siguiente, el cual si bien no tiene un carácter obligatorio la sociedad lo incorpora como tal, determinando la continuidad del alumnado dentro del sistema. Pero la realidad imperante se reflejará de manera distinta a lo establecido, por lo tanto, podríamos aseverar que lo anteriormente enunciado traerá como consecuencia la deserción escolar al finalizar la EGB pues padres y alumnos considerarán como un ciclo terminal, no sintiendo la necesidad de cumplimentar el Polimodal. No es ajeno a esta problemática el creciente deterioro económico que conlleva a que los miembros de familias desfavorecidas necesiten que sus hijos ingresen al mercado laboral tempranamente.

Es decir, que en líneas generales, la tendencia de este nuevo modelo nos lleva a una permanencia menor de los educandos en los establecimientos educativos. Cabe destacar, que también ha ocasionado y sigue ocasionando trastornos en el cuerpo docente por no estar la infraestructura preparada para el cambio, por ende, los profesores que deben cumplir con el octavo año durante el presente período lectivo y el noveno año en el próximo deben impartir sus clases en escuelas (ex) primarias y luego continuar en las (ex) secundarias ubicadas mayoritariamente en otros edificios.

Cuadro Nro 4

Unidades educativas del sector estatal por nivel de enseñanza según jurisdicción

Provincias

Primario

Medio

 

Absolutos

%

Absolutos

%

Capital Federal

592

2.69

220

4.89

Buenos Aires

5103

23.19

1118

24.87

Santa Fe

1728

7.85

517

11.50

Entre Ríos

1507

6.85

228

5.07

Formosa

559

2.54

89

1.98

Corrientes

962

4.37

121

2.69

San Luis

422

1.92

74

1.65

Córdoba

2296

10.44

459

10.21

Santiago del Estero

1346

6.12

114

2.54

Santa Cruz

114

0.52

59

1.31

Tucumán

682

3.10

89

1.98

Salta

699

3.18

191

4.25

San Juan

433

1.97

99

2.20

Jujuy

420

1.91

99

2.20

La Pampa

297

1.35

74

1.65

Catamarca

557

2.53

139

3.09

Chaco

1130

5.14

87

1.94

Chubut

247

1.12

83

1.85

La Rioja

367

1.67

83

1.85

Mendoza

864

3.93

179

3.98

Misiones

855

3.89

144

3.20

Neuquén

403

1.83

99

2.20

Río Negro

379

1.72

112

2.49

Tierra del Fuego

39

0.18

19

0.42

Total

22001

100.00

4496

100.00

Fuente: Dirección General Red Federal de Información Educativa. Secretaría de Programación y Evaluación Educativa. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.

De lo expuesto anteriormente se puede inferir que si existen 28.394 escuelas oficiales en todos el país (Censo Nacional de Docentes y Establecimientos Educativos) y el Plan Social Educativo atiende, hasta el momento a 17.170 escuelas de distintos niveles y modalidades, un porcentaje significativo de escuelas no está incluido en este tipo de programa y no puede acceder, por lo tanto, a las "magras ventajas" que el gobierno otorga para suplir las grandes falencias de la educación en general.

La Ley Federal de Educación fija el compromiso del Ministerio de Cultura y Educación para la continuidad de estas políticas compensatorias. En su artículo N§ 63 se establece que el Estado Nacional, los gobiernos provinciales y el Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires, deben formalizar un Pacto Federal Educativo. De esta manera, se firmó en 1994 el respectivo Pacto Federal Educativo y se comprometieron las partes a garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades. Este programa comprende básicamente tres acciones: infraestructura, perfeccionamiento docente y equipamiento de informática, laboratorios de Ciencias Naturales y tecnología10 . Por último, se prometió poner en vigencia durante el año 1997, un sistema de "Becas" que posibilite la continuidad y finalización de los estudios de aquellos alumnos provenientes de familias carecientes.Destacamos que los montos destinados para el área educativa son insuficientes.

Consideramos que el empleo de estos fondos no es el más adecuado. No solamente se cuenta con el dinero otorgado por el Estado, que responde a un bajo porcentaje del presupuesto nacional, sino también con fondos del Banco Mundial, que determinan el tipo de acción a ser ejecutada por el país acreedor. Estos fondos deberán comenzar a ser devueltos a partir del año 2000 con una tasa de interés del 7%, monto alto que deberá ser reintegrado por las generaciones futuras y donde no se podrán dar explicaciones concretas de cómo fueron invertidos y donde tampoco podrán verse sus "frutos" en los sectores sociales más pobres. Es decir, que las generaciones presentes y futuras se hayan hipotecadas por políticas erróneas.

Estos programas, a la luz de las cifras mencionadas, resultan insuficientes. La Argentina tiene una deuda interna muy grande con muchas generaciones que no accedieron a una buena calidad educativa. Deuda que para muchos ya es imposible saldar. Hoy por hoy son muchos los excluidos en el país, ya que la pobreza se ha expandido.

IV. ¨Hasta cuándo?

Pese a la descripción detallada precedentemente, realizada de la manera más objetiva posible, sobre las acciones realizadas por el gobierno -extraídas a partir de sus propias fuentes-, consideramos que los resultados del Plan Social no son ni siquiera mínimamente suficientes. Las escuelas rancho erradicadas son sustituidas por una infraestructura realizada con bloques de fibrocemento. No se hace frente a los numerosos inconvenientes, comenzando por la alimentación insuficiente de la población escolar.

El analfabetismo no ha sido erradicado y no se realiza ningún plan coherente para revertir la situación. La educación adulta y la mayoría de los programas de esa modalidad fueron eliminados. El alto porcentaje de desocupación adolescente y adulta debido a las características de la estructura del mercado laboral argentino los excluye del sistema. En síntesis, sostenemos que "el Plan Social Educativo no es más que un programa de beneficencia pensado desde la mentalidad conservadora popular, que caracteriza al neoliberalismo argentino" (Puiggrós, 1995:213).

Cabe señalar que el otorgar libros y cuadernos, capacitar docentes, equipar escuelas con computadoras y laboratorios de físico-química es un beneficio importante para las mismas, pero en un contexto social como el que atraviesa el país en estas circunstancias sería prioritario implementar políticas que abarquen el abanico de problemáticas y no sólo un segmento. Donde la realidad supera los hechos concretados por el gobierno; que al otorgar libros a niños desnutridos, no los pueden y/o no les interesa leerlos; que al ofrecer computadoras y laboratorios a niños de zonas empobrecidas, donde la pala, la semilla, la mecánica simple es más importante para su diario vivir, los aleja cada vez más del sistema social. Esto no significa que posteriormente a lo básico se agregue paulatinamente y con recursos humanos preparados, la parte tecnológica y más "moderna" de la sociedad a sectores sociales marginados pero al realizarlo inversamente se les potencia la frustración y exclusión en forma marcada.

Las diferenciaciones entre los establecimientos para pobres, para no tan pobres y para no pobres se tornan cada vez más claras y esto es percibido por los distintos sujetos sociales, autoridades, padres y alumnos.

Con este accionar del gobierno lo que se logra es una profundización de la decadencia. El poder debería reformular su discurso en el que afirma que el aprendizaje depende de la actitud "voluntarista" del docente, "vocación de servicio", "cualidades innatas", ignorando salario, condiciones laborales, disponibilidad de recursos, etc. La desproporción entre la ética proclamada y la ética practicada es monstruosa, y todo en su conjunto es generador de una aguda crisis de valores que acompañada por la grave situación económica y político-social conlleva a una descarnada desigualdad.

Es fundamental un drástico cambio y una profunda reflexión a nivel gubernamental, político, docente, intelectual y de la sociedad en general para modificar el rumbo de la educación y permitir que la crisis actual se modifique y permita que se desarrollen en todas sus potencialidades las generaciones futuras, de esa manera podrán hacer posible un mundo más equitativo, donde la ética sea el alimento cotidiano.

V. "Bandera de la patria celeste y blanca", desde el noroeste argentino

No buscamos ahondar a lo largo de la historia el camino recorrido por los docentes, la lucha sostenida por ellos, los pesares y angustias que debieron soportar. Para caracterizar de modo somero a los docentes nos basta simplemente recordar la fuerte oposición ante el gobierno de Alfonsín con paros, manifestaciones y aquella inolvidable Marcha Blanca de 1988. En cuanto al docente del noroeste argentino lo podemos representar a través de su canto en tiempo de huayno en la Marcha Blanca:

"Tanto tiempo de maestro - qué ingratitud Preguntame quei' sacado - qué triste amargura Cinco callos en la mano - qué ingratitud Y el corazón destrozado - qué triste amargura"

Esta es una expresión legada por Marina Vilte11 , quien desempeñaba el puesto de Secretaria General del gremio docente jujeño, y que durante la dictadura militar, más precisamente el 30 de diciembre de 1976 pasa a engrosar las listas de desaparecidos. A partir de dicho canto somos capaces de imaginarnos a nuestros docentes del noroeste educando a sus niños. Los maestros pese a las muchas desventajas que deben enfrentar diariamente enseñan, mucho o poco, bien o mal, en sus aulas vacías de apoyo se crea y/o recrea el proceso de enseñanza/aprendizaje.

Durante el gobierno de Menem se inicia una política de destrucción del sistema educativo, como respuesta a esto los docentes fueron ocupando lugares desde el sindicalismo hasta llegar a puestos políticos para defender sus derechos. En nuestros días la Carpa Blanca frente al Congreso de la Nación y otras que se multiplicaron a lo largo del país (con duraciones variables pero de igual impacto popular), donde ayunan docentes argentinos pidiendo un salario digno bajo el lema: "Hoy somos todos docentes".

Un símbolo que representa el crítico estado actual de la educación; que fue apoyado por figuras destacadas de diferentes posturas políticas, desde un Ernesto Sábato a un Mariano Grondona. La lucha sigue haciendo frente a la marcada injusticia social del gobierno. La protesta hace eco en una fuerte mayoría de la sociedad, que se ve reflejada en una marcha realizada el viernes 20 de junio de 1997 en la ciudad de Buenos Aires, desde el Congreso hasta la casa de Gobierno, donde miles de docentes, padres/madres, alumnos, investigadores clamaban justicia y equidad social, si es posible hoy soñar con la efectivización real de esos conceptos.

Si bien las peculiaridades por zona son importantes podríamos enunciar, en líneas generales, que las escuelas rurales del noroeste argentino están ubicadas en lugares lejanos, donde no se cuenta con una infraestructura social adecuada, que incluiría un correo, comercios, cursos de educación extra escolar, un equipamiento de salud, teléfono, transporte público y recolección de residuos.

Estas falencias determinan el contexto global donde se desenvuelven y desarrollan los niños del norte argentino.

Para ir a la escuela deben ir caminando o a caballo, donde las distancias por recorrer son largas, las condiciones del camino son deficientes, y muchas veces las condiciones climáticas no garantizan el poder llegar. Salvando todos estos inconvenientes los niños van a la escuela. ¨Cuáles son los motivos/causas que mueven a los padres a enviar a sus hijos a la escuela? Explicaciones varias darían respuesta a esto, entre las más obvias "la copa de leche" otorgada en los establecimientos, ya que la escasez o falta de alimentación en el hogar es posible conseguirla en la escuela, pero afirmamos que principalmente es el valor simbólico otorgado a la educación el que subyace en el "ir a la escuela". Es decir, en las familias la escuela sigue siendo un objeto valorado. Pese a ello, en los sectores empobrecidos la permanencia en el sistema es fluctuante.

Otro aspecto que se manifiesta en las poblaciones del noroeste es el abandono social que se hace presente a través de la ruptura de los lazos familiares. La desorganización del hogar conlleva a transgresiones y distorsiones agudas en los patrones de socialización y crecimiento que rodean la vida de los niños. El componente familiar es complejo con graves problemas de alcoholismo, gran cantidad de miembros (hermanos/as, tíos/as, abuelos/as, y/u otros parientes de la familia extendida), ignorancia y muchas veces familias desmembradas.

Las viviendas son precarias en su mayoría, con fuerte hacinamiento, falta de retretes y saneamiento, con ingresos insuficientes para una subsistencia adecuada, teniendo una alimentación que no cubre las calorías necesarias.

Las circunstancias difíciles son un fenómeno circunscripto y una suerte de patología de algunos niños y adolescentes, bloqueos de tipo emocional impiden un buen desarrollo. Por lo tanto, lo emocional y afectivo son los que básicamente perjudican el aprendizaje y no es la incapacidad intelectual como se pregona, el elemento fundamental del fracaso escolar. En tanto que las condiciones de pobreza no se reviertan y las asignaciones en el gasto social y educacional público no sean jerarquizadas en las políticas de gobierno, no puede arribarse al objetivo de enseñar y aprender.

VI. Conclusiones

La pobreza es una problemática mundial a la que la Argentina se ve enfrentada a diario sin visos de revertirla, la cual se intensifica y abarca la mayoría de los estratos sociales. Cada vez existen más personas pobres y los que ya estaban categorizados como pobres lo son aún más. La pobreza hace estragos e incluso la gente de la clase media ha sido arrastrada, casi obligada a salir a pedir limosnas.

La educación se halla sumida en la pobreza, la carencia de políticas educativas acordes a la situación por la que atraviesa el país, la falta de capacitación docente, la ausencia de materiales y recursos esenciales, la aplicación de una Reforma Educativa desarticulada con la realidad, en suma, la pobreza del sistema educativo nos muestra un estado caótico pleno de iniquidades y desaciertos.

La escuela Argentina se halla en crisis, las causas son múltiples y variadas; la pobreza, el hambre, el desempleo, la estructura familiar, en forma global podríamos decir que lo económico, lo político y lo social en nuestro país ha sido devastado.

Es así que nos enfrentamos a una educación en estado de emergencia, donde las múltiples necesidades que debieran ser atendidas, no pueden abarcarse desde gobiernos desinteresados en la formación de recursos humanos que trae como consecuencia el no desarrollo de las personas y por ende el no desarrollo de la sociedad, hipotecando el futuro de las generaciones por venir. Mientras los gobiernos mantengan relegada la problemática educativa es improbable revertir la estructura de empobrecimiento general.

El actual gobierno deja de lado a la educación en su accionar, pese a que se concretizan acciones aisladas, en líneas generales, se atiende sólo una parcialidad que en su conjunto no trae aparejadas soluciones de fondo.

De lo expuesto afirmamos que la educación en la Argentina es desigual debido a que pocos niños desarrollan conocimientos de "excelencia" y muchos no logran detentar las nociones básicas de la lengua y el cálculo. La mayor desigualdad se hace evidente en el noroeste argentino debido a la falta de currícula adecuada por lo homogéneo de los programas (pese a leves intentos de regionalizarlos), la carencia de recursos primarios, la escasez de perfeccionamiento docente, como así también la falta de un ambiente físico apropiado que no contribuye a una situación ideal de aprendizaje.

Los niños y docentes del noroeste son quienes desde su soledad tratan de continuar, pese a todas las contingencias, con el mandato social para alcanzar el desarrollo de individuos no excluidos del sistema. Pero, lamentablemente por las condiciones de trabajo, por el lugar de origen y por su historia de vida, la exclusión está naturalmente dada.

Es por estas generaciones perdidas por las cuales debemos luchar hoy, porque todos sin excepción somos responsables.

Para ello, debemos bregar por un incremento en la calidad de los aprendizajes, por el logro de conocimientos, habilidades y actitudes, como así también para que el desarrollo de las aptitudes de los individuos, no sea algo simplemente retórico sino que trascienda como el objetivo esencial de los aprendizajes.

El planteo Educación o barbarie manifestado por Domingo Faustino Sarmiento sigue vigente a través de generaciones y generaciones de educadores. La sociedad actual basada en una política neoliberal ha desintegrado el proyecto socio- cultural anterior donde el progreso constituía un concepto clave para la integración y organización de la sociedad.

Para que la educación vuelva a ocupar el lugar principal, debe ocuparlo en primer lugar la gente. La educación le pertenece al pueblo, se debe restituir la historia que se ha falseado y dotar a la misma del sentido que le dieron las utopías progresistas de antaño.

VII. Bibliografía

Beccaria, L. y López, N. (1996), Sin Trabajo. Las características del desempleo y sus efectos en la sociedad argentina. Buenos Aires, Unicef/Losada.

Borthwick de Maltoni, M. (1996), Legislación Educativa Argentina. Buenos Aires, Ediciones Braga S.A.

Borón, A.; Mora y Araujo, M.; Nun, J.; Portantiero, J. y Sidicaro, R. (1995), Peronismo y Menemismo. Buenos Aires, El cielo por asalto.

Censo Nacional de Docentes y Establecimientos Educativos '94. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Secretaría de Programación y Evaluación Educativa. República Argentina, 1996.

Durkheim, Emilio (1979), Educación y sociología. Bogotá, Colombia. Editorial Linotipo.

Ley Federal de Educación, República Argentina, Ministerio de Cultura y Educación. Ley 24195, 1993.

Puiggrós, Adriana (1995), Volver a educar. El desafío de la enseñanza argentina a finales del siglo XX. Buenos Aires, Ariel.

Tenti Fanfani, Emilio (1992), La escuela vacía. Deberes del Estado y responsabilidades de la sociedad. Buenos Aires, Unicef/Losada.

NOTAS

1 Licenciada en Sociología de la UBA. Maestría en Ciencia Política en el Instituto Universitario (Fda. Banco Patricios). Investigadora-Becaria del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).

2 Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA.

3 Para una mayor profundización sobre el tema de la identidad ver Bauman, Zygmunt (1990), Pensando sociológicamente. Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires; Bourdieu, Pierre (1993), Cosas dichas. Colección El mamífero parlante, Barcelona.; entre otros.

4 Es decir, se emplea el método de la canasta básica de alimentos (CBA) para obtener la línea de pobreza que incluye el conjunto de bienes y servicios necesarios para alcanzar el nivel nutricional adecuado. Luego se debe calcular el valor específico de la línea de pobreza. Para ello, debido a los inconvenientes que produce la determinación y valorización de la canasta básica de bienes y servicios no alimenticios, la LP se obtiene considerando la relación entre los gastos de alimentos y los gastos totales de un sector de la población. Por lo tanto: LP = ( CBA donde ( = gasto total/gasto de alimentos, que es posible que sea empleado en una población no pobre pero sí de bajos ingresos, o sea, en una población cuyos gastos en alimentos son superiores a la CBA. (Beccaria y Minujín, (1991) Sobre la medición de la pobreza: enseñanzas a partir de la experiencia argentina. Buenos Aires, Unicef.

5 Henry Ey, (1965) Tratado de psiquiatría. Buenos Aires.

6 "No existe información ni estimaciones acerca de la proporción y/o cantidad de menores trabajadores correspondientes a uno u otro sector de la economía en Argentina" (UNICEF, 1992).

7 Para mayor información ver referencias en documentación y reglamentos en el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, Subsecretaría de Programas Compensatorios

.8 Ministerio de Cultura y Educación de la Nación

9 No se incluye la provincia de La Rioja dentro de la zona del NOA porque el Consejo Federal de Educación determinó que la misma pasa a pertenecer a la región del Nuevo Cuyo.

10 El presupuesto 1997 para el componente equipamiento es de $63.000.000.

11 Citado en Puiggrós, Adriana (1995) Volver a educar. Buenos Aires, Ariel.

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