1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina"

Universidad Nacional de Quilmes - Argentina

Noviembre 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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Departamento de Salud Mental Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud Hospital de Clínicas José de San Martín Facultad de Medicina - Universidad de Buenos Aires

PREVALENCIA DE TRASTORNOS MENTALES EN PERSONAS SIN TECHO

Lic. Mercedes Cristina Carrasco Dra. María Cristina Pecci Lic. María Victoria Marseillan Prof. Dr. Rodolfo Fahrer

1997

INTRODUCCION:

El número de las personas sin techo se ha incrementado notablemente en los últimos años hasta representar un problema social de primera magnitud en las grandes ciudades. En Buenos Aires, con 3.000.000 de habitantes el fenómeno también está presente, aumentando su número de 6.000 en 1987 a 12.000 en 1996, de acuerdo a los registros de la Municipalidad de Buenos Aires y de entidades privadas (1) de ayuda social a estas personas. La situación de vivir en la calle crea un entorno particular con múltiples factores estresantes no experimentados por la población general, conformando un grupo de individuos muy heterogéneo cuya característica más común es la extrema pobreza. La pérdida del empleo, el aumento en el precio del alquiler de la vivienda, los accidentes, la edad avanzada sin apoyo social, la ruptura de los vínculos familiares, la discapacidad física o mental, el alcoholismo, son algunos de los factores estresantes que aparecen como antecedentes en las biografías de estas personas (2) (3). La convivencia prolongada con una o varias de tales deprivaciones culmina con la pérdida de la vivienda estable. A las personas sin techo se los puede localizar en edificios y autos abandonados, plazas, estaciones de tren y subterráneo, comisarías, hospitales, iglesias u hogares de tránsito.

Este estado de tanta precariedad psico-social vulnerabiliza a estas personas afectando su salud y exponiéndolas a numerosas dificultades en el desarrollo de su cotidianeidad (4) En 1995, a raíz de consultas específicas recibidas en nuestro Departamento de Salud Mental por parte de personas que vivían en la calle y, ante las dificultades que se encontraban al precisar un diagnóstico o una indicación terapéutica se decidió realizar un estudio con la finalidad de conocer mejor las principales características clínicas y epidemiológicas de este grupo y optimizar de esta manera la prestación asistencial.

El propósito de este trabajo es presentar los resultados de la evaluación de los trastornos mentales prevalentes en un grupo de varones sin vivienda que concurrían regularmente al comedor transitorio del Hogar San José en la ciudad de Buenos Aires.

OBJETIVOS Y METODOLOGIA

El propósito de este trabajo es presentar los resultados de la evaluación de los trastornos mentales prevalentes en un grupo de varones sin vivienda que concurrían regularmente al comedor transitorio del Hogar San José en la ciudad de Buenos Aires.

Entre los meses de Octubre de 1995 y Junio de 1996 se realizó un estudio para detectar la sintomatología psiquiátrica a todos los varones adultos que almorzaban diariamente en el hogar de tránsito.

El Nø total de entrevistas fue 200. Se indagaron datos sociodemográficos, se aplicó una escala de eventos de vida, y la entrevista estructurada llamada Diagnostic Interview Schedule (DIS) desarrollada por el Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos en la década del ochenta, para estudios de trastornos mentales en diferentes poblaciones (5). Esta entrevista clasifica la información psiquiátrica de acuerdo a los criterios del Diagnostic Satistical Manual (DSM) (6).

Se investigó la prevalencia de síndrome cerebral orgánico, depresión mayor, distimia, abuso y dependencia de alcohol y drogas, trastornos por el uso de tabaco, esquizofrenia, somatizaciones, ansiedad generalizada, pánico y personalidad antisocial.

RESULTADOS

Las principales características sociodemográficas de las varones entrevistados fueron las siguientes (los resultados se leen en porcentajes sobre el total)) :


CUADRO 1

En relación a las características sociodemográficas se puede observar que la mayoría de los varones entrevistados tenían más de cuarenta años de edad, eran solteros y nacidos en una provincia del interior del país. En cuanto al nivel educacional, casi el ochenta por ciento no superaba el nivel elemental. Sólo el trece por ciento declaró que tenía un trabajo, generalmente changas, en el momento en que fueron entrevistados.

Con respecto a la cantidad de tiempo que hacía que estas personas vivían en la calle :

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CUADRO 2

Una cuarta parte de los entrevistados vivía en la calle desde hacía más de dos años atrás. El cincuenta y dos por ciento dijo que hacía solamente tres meses que se encontraba en esa situación. A pesar de que la mayoría declaró que tenía hermanos o hijos o padre o madre vivos, no tenían ninguna clase de contactos familiares.Asimismo, es de gran interés el estudio de la utilización de servicios de salud por parte de las personas de bajos recursos :


CUADRO 3

Con respecto a la utilización de los servicios de salud, en el momento de la entrevista, la tercera parte de estas personas recurría a algún hospital por algún problema de salud física. La prevalencia de utilización de servicios psiquiátricos alguna vez en la vida fue del siete por ciento.La escala de eventos de vida marcó como los acontecimientos significativos más mencionados: la muerte de algún familiar y la pérdida del empleo. Esta última, la pérdida de empleo, se asocia significativamente con el aumento de los problemas relacionados con el alcohol. La pérdida de la vivienda ocupó el séptimo lugar según frecuencia de menciones.

Los resultados del estudio sobre trastornos mentales mostró los siguientes resultados :

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CUADRO 4

Los datos referidos a la prevalencia de trastornos mentales indican que los problemas relacionados con el alcohol, sea abuso o dependencia, ocupan el primer lugar. Entre los trastornos afectivos, la ansiedad generalizada fue el de mayor prevalencia seguido de distimia y depresión mayor.

Se investigó también la presencia del síndrome cerebral orgánico que alcanzó una prevalencia del veintiséis por ciento pero se está evaluando la influencia del bajo nivel de educación de la población estudiada que pudo haber afectado este resultado, así como la ingesta de alcohol.

No se encontraron asociaciones significativas entre la presencia de los trastornos mencionados y las variables demográficas (edad, lugar de nacimiento, nivel de educación, tiempo de vida en la calle).

Si se observó que las personas con problemas por uso de alcohol fueron las que mayor frecuencia hacen uso del sistema de servicios de salud: entre ellos, el cuarenta y seis por ciento reconoció su concurrencia actual a un hospital por padecer algún problema de salud.

DISCUSION

El deterioro constante de la calidad de vida incrementa la frecuencia de enfermedades , la desesperanza, el debilitamiento o ruptura de los vínculos de apoyo familiar y social , la violencia, el consumo abusivo de alcohol y drogas.

Los datos presentados aquí indican que prácticamente la mitad de las personas sin techo incluidas en este estudio, el 48%, tenía una historia de problemas por abuso de alcohol, cuarenta de cada cien tenía dependencia al tabaco y el abuso de drogas ilegales alcanzó al 7%.

El abuso de diferentes sustancias psicoactivas, en personas sin hogar , puede no sólo constituir un problema en sí mismo o asociado a otros trastornos, sino también una manera de reaccionar para amortiguar el impacto de vivir en el entorno de la pobreza extrema. Datos de distintos trabajos que exploraron la correlación entre factores relacionados con el consumo de alcohol y el uso de los servicios de salud, indican que muchos de los sin techo son pacientes regulares de los hospitales. En esta investigación encontramos que el 46% de los varones incluidos en el estudio usan los servicios de salud.

En septiembre de 1986 en la XXII Conferencia Sanitaria Panamericana se aprobó un documento que definía entre las prioridades programáticas para el cuatrienio 1986-1990 "la atención a los problemas de salud presentes en grupos humanos vulnerables a través de programas específicos puestos en marcha a través del sistema de salud" (7). Se reconocía así, en el contexto de las crisis económicas y las políticas de ajuste, la deuda sanitaria acumulada traducida en un cúmulo de necesidades insatisfechas en los grupos de población desprotegidos, y la falta de equidad, eficacia y eficiencia en las acciones de salud. Diez años después , la cantidad de personas sin hogar que viven en las calles, integran el balance actual de aquella deuda .

En el desarrollo de programas aún pendientes, es fundamental desmantelar la función que cumplen los comportamientos de abuso sistemático de alcohol como respuesta estereotipada frente a la deprivación. Hay que evitar básicamente que el consumo de alcohol se convierta en motivo central de interacción de los recién llegados a la vida en la calle. Para esto es necesario que la red de cobertura de atención primaria de la salud mental esté al alcance de las personas que viven en la calle y ofrezca alternativas planificadas de interacciones diferentes.

En síntesis, para afrontar la resolución de los problemas de salud mental en personas sin hogar, creemos importante tener en cuenta los siguientes aspectos : La disponibilidad de facilidades para el tratamiento psicológico o psiquiátrico de las personas sin techo y la accesibilidad al sistema de salud son factores determinantes para que los riesgos acumulativos del entorno social de la pobreza extrema disminuyan su peso. La pobreza en el funcionamiento de los servicios primarios de asistencia en salud mental para las personas sin hogar, así como las dificultades para el diagnóstico y tratamiento oportuno de los trastornos psiquiátricos, son factores negativos para la evolución y rehabilitación de los casos(8 ). En los países en desarrollo la frecuente observación de una mayor prevalencia de casos y una baja tasa de rehabilitación en los sectores más pauperizados se explica por la pobreza en los procedimientos y recursos destinados desde el sistema de salud para la atención de los grupos de mínimos recursos(9).

En los servicios de salud mental de los hospitales, los postulados subyacentes a la relación médico-paciente pueden estar desajustados a la realidad económicosocial y cultural de los pacientes sin techo. Probables prejuicios por parte del personal de salud, el conocimiento y grado de aceptación que tengan del fenómeno de la pobreza extrema, pueden obstaculizar la accesibilidad al servicio impidiendo el establecimiento de un vínculo estable entre el médico, o el psicólogo participante, y el paciente sin techo. Es necesaria la capacitación en servicio para preservar la necesaria existencia de un vínculo terapéutico indispensable para sostener el proceso de rehabilitación de los pacientes sin techo.

De la misma manera es necesario revisar las condiciones a partir de las cuales se pueda llevar adelante el proceso terapéutico desde las posibilidades reales de cumplimiento por parte de un paciente sin techo.

En la organización de los programas de salud mental, es importante la integración con la comunidad mediante la relación intersectorial. La calidad y eficacia de la prestación en salud mental para personas sin techo será mayor cuanto más se integre en la red social. En este sentido es crucial ofrecer programas de capacitación en prevención primaria de la salud mental para el personal administrativo y voluntario de los Centros de Asistencia a personas sin techo con el objeto de lograr una temprana detección de trastornos psicológicos y de la comorbilidad asociada.

Por último, sin lugar a dudas, la vivienda protege contra la agudización de la pobreza ; perder la vivienda es perder la última unidad de contención social. La situación de desamparo originada en la pérdida de la vivienda expone al padecimiento y cronificación de trastornos mentales. Desde un marco ético, desde un modelo solidario de la salud pública, allí donde, como dice Mazzafero ( 10), lo que es posible para uno debe serlo para todos, nuestra misión es trabajar para que los sectores más vulneralizados por las situaciones de pobreza tengan acceso oportuno e igualitario al sistema de salud.

Referencias bibliográficas :

Sistema Interparroquial de Ayuda Mutua (SIPAM).

ClarkeP. Et.al. Health and life problems of homeless men and women in the Southeast. Journal of Community Health Nursing, 12(2) : 101-110, 1995.

Shlay A. , Rossi P. Social Science research and contemporary studies of homelessness. Annual Review of sociology, 18 :129-160, 1992.

Jahiel R. Homelessness. A Prevention-oriented approach Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1992.

Robins,L. Helzer, J, Croughan, J., Ratcliff J, National Institute of Mental health diagnostic Interview Schedule : its history and validity, Arch Gen Psychiatry , 1981(38) : 381-389.

Asociación de Psiquiatría Americana, Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, DSM-III-R, 1988.

Organización Panamericana de la Salud, Desarrollo y Fortalecimiento de los Sistemas Locales de Salud, OPS, Washington, 1989.

Saraceno B.Corrado Barbui. Poverty and mental illness, Can J Psychiatry, vol42, April, 1997.

Saraceno B.Corrado Barbui.op.cit.1997.

Mazzafero, V. Conferencia Panamericana sobre Educación Médica. Buenos Aires, Octubre de 1997.

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