V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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LA SOCIEDAD DE LOS CUERVOS Y LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD EN LA PUNA ARGENTINA.

V Congreso Argentino de Antropología Social.
Comisión de trabajo: identidad y etnicidad.
Lic. María Gabriela Morgante.
Universidad Nacional de La Plata.
Becario de Iniciación. Ayudante diplomado de la Cátedra de Etnografía I.

Resumen.

Sobre la base de materiales originales, la autora trata de mostrar la relevancia de considerar a las sociedades animales y, en general a la llamada Antropología de lo imaginario, en la construcción de la propia identidad. Con tal cometido centra su análisis en el tema mítico de el cuervo y la joven, el cual permite definir los atributos de lo humano y de sociedades otras, el modo en que se representa la relación entre las sociedades humanas y animales y, consecuentemente, el modo en que se construye la identidad sobre la base de relaciones de necesidad con otros seres. El enfoque deja de lado las conceptualizaciones occidentales entre real e imaginario, verdadero y falso, para subrayar el punto de vista del nativo y alcanzar una cosmografía y una etnografía (o etno- etnografía) con soporte en las clasificaciones y percepciones indígenas.

LA SOCIEDAD DE LOS CUERVOS Y LA CONSTRUCCIàN DE LA IDENTIDAD EN LA PUNA ARGENTINA.

Introducción.

Los habitantes de la Puna jujeña argentina constituyen un grupo etnográfico cuya subsistencia depende básicamente de la cría de animales y el cultivo de unas pocas especies vegetales, junto al empleo eventual de los hombres en la explotación de los recursos mineros que abundan en la región. En este contexto, los puneños mantienen una íntima relación con los distintos animales que constituyen su entorno, de modo tal que los vínculos entre ambos se asientan en un conjunto de relaciones de necesidad que son propias de la cosmografía nativa y un elemento basal en el proceso de construcción de la identidad del hombre puneño.

En el marco de esta cosmografía, resultado del sincretismo de elementos tradicionales y otros de procedencia foránea, todos los animales que habitan la región son el resultado de la obra de dos personajes: Dios y el Diabloi. De acuerdo con la concepción local, el primero - poseedor de poder y milagro - encargó a su apóstoles la tarea de inventar animales. Ante esta actitud creadora, el Diablo - depositario sólo de poder - respondió inventando otro animal por cada uno que resultara de la acción divina: frente a la llama creada por Dios inventó la vicuña; ante la oveja, el chancho; a la vaca respondió con la cabra; frente a la creación del perro resultó el zorro; etc. Pero en ausencia de milagro propio, el Diablo requirió de Dios para que bendiga a los productos de su creación, situación de la cual resulta la distinción actual entre animales silvestres y domésticos. Mientras que los segundos son obra divina y han sido bendecidos con la mano derecha por Dios, los primeros lo son del Diablo y han recibido el don divino con la mano izquierda.

Más allá de la naturaleza de su creador, todos los animales que habitan la Puna pertenecen a un personaje tradicional, la Pachamamaii, dueña originaria de todos los seres y objetos que constituyen el paisaje puneño, aunque luego pueda confiar la propiedad a otros. Es también por este motivo que las categorías clasificatorias locales distinguen entre animales domésticos, cuya propiedad reside, además, en los hombres particulares y animales silvestres. Dentro de este último grupo se incluyen aquellos que solo pertenecen a la Pachamama, los cuales en muchas oportunidades constituyen una amenaza para la subsistencias del lugareño. Silvestres o domésticos, varios de estos animales son objeto de prácticas rituales como parte del cumplimiento del sistema de reciprocidad que integra al ámbito de lo cotidiano una parte del mundo natural cuya amenaza es necesario controlar, establecido entre el puneño y la Pachamama. Por su intermedio, el hombre convida a la Madre Tierra con alcohol, tabaco y coca a cambio de la protección que ella brinda al habitante local y a su entorno. Entre estas prácticas se encuentran el challaco o convite a la Tierra mismo, así como la capada de órganos genitales y la señalada que se practica entre algunos animales, ambas acompañadas de la oferta a la tierra de las sustancias antes mencionadas.

Dentro de este contexto de necesidades y reciprocidades, la representación de la otredad en el cuadro de la cosmología puneña excede en mucho las consideraciones occidentales de lo real/imaginario y de lo verdadero/falso y exige una reformulación de "lo otro" desde una concepción nativaiii. Tal perspectiva posibilita la comprensión de la significación que adquieren los seres y objetos que pueblan el espacio puneño, así como también la relevancia y vigencia de los relatos míticos en las vivencias de sus pobladores en el presente. Con este cometido, este trabajo pretende analizar la relevancia de considerar a las sociedades animales - como una parte de este universo mayor de significaciones - en el proceso de construcción de la identidad puneña. El análisis se realizará sobre la base de materiales originales procedentes de las localidades de Coranzuli y Guairazuliv (Departamento de Susques) de la Puna jujeña argentina, en particular en aquellos referidos al tema mítico de "El cuervo y la joven". A partir del análisis del relato se intentarán definir los atributos de lo humano y de las sociedades otras, la forma en que se representa la relación humano-animal y, consecuentemente, el modo en que se construye la propia identidad sobre la base de relaciones de necesidad con otros seres.

La representación de la otredad.

El relato que se analizará a continuación pertenece a un corpus mayor de narraciones pertenecientes a la Puna jujeña y que nuestros informantes inscriben en el tiempo mítico mencionado como "generación de víboras"v.

Este momento del tiempo primordial se caracteriza por la presencia de seres con una doble naturaleza humano- animalvi, situación que se refleja no sólo ante la posibilidad de los mismos de mutar su fisonomía, sino también en una serie de actitudes comportamentales que algunos de estos personajes adoptan en su interrelación con otros. Dichos comportamientos se consideran hoy día propios sólo de la sociedad humana - entre los que se incluyen la conversación; la vestimenta; la organización social en base a relaciones de parentesco, compañerismo y amistad; el noviazgo y el matrimonio; la producción económica y la transgresión de determinadas normas - y denotan la alteridad existencial característica del tiempo primigenio.

Este tiempo no establece una división precisa entre lo humano y lo no-humano y todas las afirmaciones contenidas en los relatos pertenecen al campo de lo que en el pensamiento nativo se incluye dentro de lo "real" y de su representación del mundo dentro de su contexto cultural particular. En este sentido, no sólo no podemos determinar a priori qué seres y/o elementos forman parte de la experiencia de mundo de este pueblo en particular sino que, además, únicamente a partir del conocimiento exhaustivo del mismo podremos establecer la jerarquía que las sociedades animales adquieren en el contexto de las sociedades otras (humanas o no)vii.

"El cuervo y la joven": un ejemplo de la otredad en el mundo puneño.

"Había, unas aves se casaban así como, así como en la raza nuestra, no? Así, así. Ya con personas, ya con personas. Pero eran (?) en el campo como ser el popo popo es un ave del campo. Vive en los cerros, en las ciénagas. Y otros que también el cuervo se lo llevaba. Alguna chica ovejera, también de la raza nuestra, ovejera. Y el cuervo ha venido y se ha presentado así, era una persona como nosotros, no? Y lo ha invitado, no?: 'qué haces, vamosnos a mi casa', no? Y le ha aceptado para llevarla. Le ha aceptado a la moza para irse con el cuervo. Es que me han dicho que es : 'subite, subite sobre mi espalda que yo te voy a llevar. Pero, ojo, no has de abrirlo, todito. Te hago llegar a mi casa y allá recién abrís, abrís el ojo. Ya vas a conocer mi casa donde yo vivo'. Y le ha aceptado a al moza. Le ha dicho: 'bueno, bueno'. Entonces ha preparado su (?), no sé qué sabe tener, su mantita y se ha subido sobre, sobre las espaldas. Y el cuervo empezó, como si estuviera caminado, siente como si estuviera corriendo ... Alcanza y se ha levantado, y se ha llevado volando, volando, como el cuervo vola. Ido, ido, ido, así a descansar, así ya a, así.

Y ha dicho: 'bueno bajate, bajate y abrí tu ojo'. Y dice que ha estado en una peña más alta, arriba la peña, arriba.

Y no tenía por donde bajar la moza, ni por donde. Y estaba alta, arriba, al cerro, en la peña. Y qué va a hacer? Entonces ha chillado: 'qué hago, qué hago?' 'Yo te voy a buscar carne para que comamos asado. Si no te lo traigo asado. Aquí esperame, yo voy, yo voy a buscar carne. Carne voy a traer para que comamos asado. Y voy a traer asado'.

Dice que ahí se ha ido. Dice que se ha salido a caminar, a caminar, no? Después se ha perdido. Se ha levantado al aire y se ha ido volando, se ha ido, quién sabe hasta dónde ha conseguido, burros muertos, caballos muertos, vacas muertas, y a traer unas tiras así, unas tiras se fue a traer. Después fue a hacer el (?), pasa por las brasas, en fin, así. 'Aquí, aquí tengo, vení, aquí traigo la carne, ya esta cosido este. Está de comerlo nomás, está de comerlo nomás, está de comerlo nomás. No es carne de hacienda, no es, de vaca puede ser. 'Qué sería?', pensaba. No quería la moza. Ni probar, nada, nada. Y, entonces, que le ha dicho: 'otra vez me voy a ir, me voy e a ir. Voy a buscar, voy a traer, voy a traer comida, pan, cualquier cosa pa que comamos. Entonces voy y vuelvo. Yo enseguida nomás. No te (?), donde quiera voy a conseguir'. Bueno, entonces se ha ido, se ha ido, se ha presentado a otro pajarito. Ese pajarito, cómo se llama?. Nosotros aquí lo llamamos quempi.

Un chiquito, ese. Que sona: ah, ah, ah. Así son, quizás lo conoce. No debe haber (?). Es un pajarito verde con manchitas blanquitas, pues es chiquito. Ese es el que ha llegado ahí, a la casa del pueblo donde estaba la moza y es el que ha dicho: 'que haces aquí, Ud, zonza, para que te ha traído ese cuervo que se como carne de burro, carne de caballo, carne de vaca, pero muertos, pallados del león, al fin, así, de tigre, así. Así nomás comen. Aquí, comida, carne cocida no te va atraer, ni como de tampoco. Vamos, yo te hago bajar y ... andate a tu casa, pegate una disparada'. Su casa estaba lejos. Y entonces el pajarito le ha dicho: 'te hago bajar, te hago hacer, te hago enseguida y te vas a dormir en casa mismo. Entonces subite, sube a mi espalda y yo te voy a hacer bajar'. Dice que la llevó, dice que la ayudó, la ha hecho bajar. También dice que la ha llevado así, unos barrancos altos, puros agujeros, así, agujeros en los barrancos. 'Aquí, aquicito vivo yo. Aquí, aquí, entrate aquí dentro, que yo te voy a cerrar, te voy a dejar aquí. Y dormite y mañana te vas a tu casa, pero no comas nada, no comas otras cositas. Esa noche vas a dormir nomás. Mañana te vas a tu casa'. Y bueno, entonces se ha quedado ahí, la Sra., la ha dejado encerrando y él se ha ido. 'No sé que venga por mi, traía, y me va a comer a mi y Ud. no va a poder salir. Así que yo me voy para otras partes a dormir, lejos', le ha dicho y la ha dejado allí.

Encerrado. Y al otro día es que se ha presentado temprano el peticito. Es que ha abierto la puerta, es que abrió la puertita y la ha sacado. La ha sacado y, bueno: 'ahora si nos vamos. Te llevo a tu casa, te voy a dejar en tu casa, llegas a tu casa, te metes dentro de tu casa. Cuando anda el cuervo, cuando va por ahí, te escondes bajo el tanque, adentro mismo. Y ahí estas. El cuervo no te va a llegar buscando porque conoce tu casa'. Ha visto que venía el cuervo. Y entonces se metió adentro de la casa para dormir.

Ahí lo han buscado (?) y adentro estaba. Y el cuervo está sentado sobre la casa. Es que está llorando el cuervo. De un lado sangre, de otro lado un ojo llorando agua, del otro lado sangre. Así es que está como una hora, por ahí, así. Y bueno, y tanto es que se ha levantado. Se ha ido. Se ha ido, y se ha ido y se ha ido. Se ha dado una vuelta. Dice que se ha perdido más alto, más alto, más alto, dice que se ha perdido. Ha tomado recta y lo han perdido. Entonces es que han abierto la casa. Ha ido a ver el tanque. La moza ahí esta: hueso, limpio, hueso, eso. No hay nada. No está viva. Lo había comido toda la carne. Hueso nomás. [La comió ] el cuervo. El cuervo, claro. Ese con el arte y con la virtud nomás lo ha comido. Así el cuervo, ese, ese. Digamos es sabio, como se puede decir es un animal brujo, fuerte.

Ese se la comerá así nomás, pues así nomás, claro. Como sabrá comerlo ese es que yo no sé. Pero es que ha estado hueso, todo comido, todo hueso nomás. No tenía carne, nada, nada, nada. Todo se lo había comido. Igual que animal muerto. Un caballo, así. Lo comen la carne y el hueso lo dejan tirado. Así nomás, así. [Se la habrá comido] de sentimiento, pues. Ahí él quería tener esa mujer. Con esa mujer vivir, así. Así que le ha perdido, le ha sentido eso. Sentimiento. Un sentimiento. Y eso es todo..." (Puna- Coranzuli. 1982. Informante: Nicolás Yampa).

Al cabo del relato pueden identificarse un conjunto de características y comportamientos propios del personaje mítico del cuervo que se mueven entre el espacio de lo que hoy día es considerado propio del mundo humano y otros que se ajustan al universo de lo animal. En este sentido, el cuervo se presenta con aspecto de persona e invita a una joven pastora a conocer su casa, con la condición de que esta joven mantenga sus ojos cerrados hasta llegar a destino. De este modo, el cuervo carga a la mujer sobre su espalda y la conduce hasta su casa ubicada en una peña, ocultándole su capacidad de vuelo gracias a la cual puede acceder a este lugar. Una vez en su casa, éste deja a la mujer y parte con el pretexto de buscar carne asada para ofrecerle de comer. A su regreso, la pastora que para entonces desconfía de este hombre, se niega a comer la carne que le ofrece, dudando que se trate de carne "fresca". Ante esta negativa el cuervo vuelve a partir con la promesa de traer a su regreso cualquier tipo de alimento para ofrecerle a la joven. En ausencia del cuervo, se presenta otra ave, el picaflor ( localmente conocido como quempi o quenti) - que comparte esta doble naturaleza manifestada para el cuervo -, quien conversa con la pastora, la acusa de 'zonza' por haber caído en el engaño del cuervo , le advierte que la única carne que puede ofrecerle el cuervo es de carroña y le ofrece devolverla a su casa en el campo. Devuelta a su hogar, ella es advertida de la necesidad de esconderse, pues seguramente su enamorado volverá a buscarla. (El picaflor conoce tanto de la presencia de la mujer engañada en casa del cuervo como de que este retornará por ella gracias a su capacidad de adivino). El cuervo finalmente aparece en casa de la joven y permanece allí alrededor de una hora, llorando por un ojo sangre y por el otro agua, tiempo después del que se aleja hacia las peñas. Luego de esta visita, la mujer es buscada en el interior de su casa y sólo se encuentran sus huesos.

En este punto, el informante aclara que el motivo por el cual el animal devoró a su mujer fue a causa del sentimiento amoroso que había desarrollado hacia ella, y que esto fue posible gracias a la virtud y al arte del cuervo (atributos que comparte junto a otros como la brujería y el saber y que exceden tanto su condición humana como la animal). Sin embargo, tampoco la muerte en este contexo debe necesariamente entendenrse como cambio ontológico sino más bien como cambio de morada o incorporación a un ámbito distinto al hasta entonces propioviii.

Hasta aquí los datos que literalmente nos proporciona el relato.

Ahora bien, un análisis de los mismos requiere, en primer lugar, destacar la imagen que adquiere el cuervo quien, como animal de naturaleza carroñera, aparece connotado negativamente en oposición a la caza que se considera una de las actividades de subsistencia por excelencia. Es por este motivo que dicho animal intenta transformar su naturaleza asando la carne que ofrece a la mujer que enamoró. Al igual que lo señala E. Magaña para los Kaliña, "la idea central , en las prácticas que rodean la elaboración culinaria es la de borrar huellas de la predación o del destino alimentario de las esposas animales eliminando el olor y la sangre"ix. El mismo autor señala que "en general, para expresar relaciones de afinidad se recurre a la imagen o a las metáforas de la cocción por humo, y para expresar las relaciones de cosanguinidad se recurre a metáforas de la cocción por ebullición"x. Esta misma explicación puede trasladarse a nuestro espacio, aunque en este caso se trate de esposas humanas. Sin embargo, este procedimiento no resulta suficiente para establecer la relación de afinidad deseada y, ante ello, el cuervo devora a su enamorada en un intento por concretar el lazo de consanguinidad entre ambos. En este proceso, la misma actitud que intenta evitarse en un principio, el canibalismo, se pone de manifiesto en un segundo momento ante el fracaso anterior y la perseverancia en la actitud del cuervo de incorporar a la mujer (como representante de una sociedad ajena) a su propia sociedad. Pero el proyecto del cuervo está condenado al fracaso desde el momento en que se asienta en un acto fallido, como lo es su incapacidad de matar a un animal por sus propios medios para alimentarse. En este punto, el análisis nos conduce a una primera afirmación respecto de los atributos que hacen a la caracterización de la sociedad humana y su distinción ante sociedades otras: del mismo modo que lo crudo y lo cocido se enfrentan como la posibilidad de borrar la memoria previa e incorporar lo extraño al mundo familiar, la reivindicación de la caza ante la carroñería enfrenta a la sociedad humana con sociedades animales. Es precisamente este enfrenamiento, y la puesta en marcha de mecanismos de autoconservarción ante el afán integrador de otras sociedades, lo que hace posible la construcción y preservación de la propia identidad. En este sentido, y en referencia a la jerarquía que se establece entre sociedades otras podemos afirmar que, en el contexto de la Puna jujeña, la sociedad humana se comporta ante la sociedad animal del mismo modo que lo hace frente a otras sociedades humanas, como la occidental, en cuanto ambas se ubican en el misma jerarquía de alteridad hostil. En este punto es interesante volver a nuestra afirmación de partida que señalaba la posibilidad de pensar, desde una perspectiva etnográfica nativa, a 'otros humanos' y 'otros no humanos' en un mismo plano desde la concepción local de la otredad.

Junto a lo mencionado anteriormente, si consideramos que dentro de este universo de significaciones particular se señala al cuervo como perteneciente a una categoría de animales cuya creación corresponde al Diablo y cuya propiedad actual reside en la Pachamama (a diferencia de otro conjunto de pares que pertenecen a lo hombres particulares), ambas adscripciones lo ubican en la categoría de animal silvestre, no doméstico ni humanizado.

Así mismo, en las representaciones oníricas el cuervo aparece asociado a la fatalidad, preanunciando la muerte, un accidente u otra circunstancia desgraciada. Todas estas connotaciones, asociadas a la figura del cuervo, lo ubican en la categoría de un ser al cual debe "challarse", esto es, al cual debe convidarse con coca, alcohol y tabaco invocando su nombre, para evitar el daño que puede ocasionar. Ante esta situación, nos encontramos con que en el presente el mantenimiento de la armonía entre lo humano y lo salvaje depende de la práctica del ritual que neutraliza, en este caso, la capacidad caníbal del cuervo tanto en los tiempos mítico como actual. La afinidad que en el pasado vinculaba a ambos (cuervos y mujeres), gracias a la capacidad de los animales de adoptar - fisonómica y compormentalmente - características en la actualidad están reservadas a los hombres - en un intento por incorporar lo ajeno al mundo propio y así reproducir a su sociedad - en el presente se hace posible convidando al animal y, por su intermedio, a su dueña, la Pachamama. Pero el mantenimiento de este orden de relaciones es inestable tanto en el presente como en el pasado mítico. En el pasado porque la imposibilidad de procurar carne fresca por medio de la caza pone al descubierto la desigualdad entre el cuervo y la mujer, imposibilitando se concrete la alianza matrimonial e intentando materializar una unión consanguínea por medio del canibalismo. En el presente, la ausencia de la práctica ritual provoca la conducta hostil de la Pachamama, mediante la acción del cuervo contra el ganado, atacando el núcleo mismo de la subsistencia del puneñoxi. En este punto, podemos afirmar que la reproducción de este mundo, concebido como esta interacción entre la sociedad propia y sociedades ajenas es producto de la posibilidad de conservar y respetar estas relaciones de afinidad, necesidad y reciprocidad.

Conclusiones.

De esta manera, personajes de distinto tipo - míticos, históricos pre-contacto y otros de introducción cristiana - junto a los entidades humanas y no humanas que habitan actualmente, se conjugan en forma integral y sincrónica con elementos espaciales y temporales para dar lugar a un sistema general de representación al cual sólo se puede acceder siguiendo una aproximación literal de dichas representaciones. En la sociedad puneña la supervivencia es posible gracias a las relaciones que los hombres establecen con estos otros sectores de su mundo y estas relaciones se perpetúan en tanto son necesarias para la reproducción de dicha sociedad. De este modo, en el proceso de construcción de la identidad de esta sociedad intervienen un conjunto de sociedades otras humanas y no humanas, vinculadas todas ellas en el conjunto de representaciones de su mundo, a las cuales es necesario referir y recurrir para reconocerse como tal.

Este sistema inestable de incorporación del mundo natural al ámbito de lo cotidiano, que requiere de su recreación constante en la vida diaria de los habitantes del lugar, nos remite a la comprensión que la vigencia del relato mítico adquiere en la actualidad, vigencia que supera la mera consideración de esta y otras narraciones como supervivencias transgeneracionales propias del mundo recreacional para advertirnos acerca de la importancia que la reiteración de un conjunto de comportamientos y disposiciones de los personajes de los tiempos primigenios, sin que ello signifique - necesariamente - la reproducción textual de dichas acciones en el presente.

Lo hasta aquí expuesto constituye una evidencia respecto de la imposibilidad de considerar al universo de la alteridad y de las relaciones interétnicas como un universo cerrado y, por el contrario, admitir la diversidad de sus elementos constitutivos manteniendo entre sí relaciones de las cuales depende la conservación de la sociedad propia y de las sociedades otras. En la Puna jujeña, la identidad social y étnica se presenta como el resultado de las relaciones de hombres y mujeres con otros dominios de dicho universo, relaciones inestables y, como tales, demandantes de una continua recreación.

Bibliografía.

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Idoyaga Molina, A. (1987). "En torno a la noción de arquetipicidad en el relato mítico". En: Mitológicas II, CAEA, Buenos Aires.

---------------------. (1988). "La percepción de los otros. Anatomía y conductas anormales en personajes míticos de los indios Pilagá (Chaco central). En: E. Magaña de., Les monstres dans l' imaginaire des indiens d'Amerique latine, Circe. Cahiers de Recherche sur l'Imaginaire.

Jara, F. (1988). "Monos y roedores". En: América indígena nro. 48. (1).

Levi-Strauss, C. (1964). Mythologiques I: Le cru et le cuit. Plon, París.

Magaña, E. (1992). "La gente Pecarí, el sacerdote caníbal y otras historias : los 'otros' en el testimonio y la imaginación de las tribus selváticas". En: Revista Antropológica nro 77.

Overing, J. (1986). "Images of canibalish, death and domination in a 'non violent' society". En: Journal de la Societe des Americanistes nro 72.

ANEXO

"Había, unas aves se casaban así como, así como en la raza nuestra, no? Así, así. Ya con personas, ya con personas. Pero eran (?) en el campo como ser el popo popo es un ave del campo. Vive en los cerros, en las ciénagas. Y otros que también el cuervo se lo llevaba. Alguna chica ovejera, también de la raza nuestra, ovejera. Y el cuervo ha venido y se ha presentado así, era una persona como nosotros, no? Y lo ha invitado, no?: 'qué haces, vamosnos a mi casa', no? Y le ha aceptado para llevarla. Le ha aceptado a la moza para irse con el cuervo. Es que me han dicho que es : 'subite, subite sobre mi espalda que yo te voy a llevar. Pero, ojo, no has de abrirlo, todito. Te hago llegar a mi casa y allá recién abrís, abrís el ojo. Ya vas a conocer mi casa donde yo vivo'. Y le ha aceptado a al moza. Le ha dicho: 'bueno, bueno'. Entonces ha preparado su (?), no sé qué sabe tener, su mantita y se ha subido sobre, sobre las espaldas. Y el cuervo empezó, como si estuviera caminado, siente como si estuviera corriendo ... Alcanza y se ha levantado, y se ha llevado volando, volando, como el cuervo vola. Ido, ido, ido, así a descansar, así ya a, así.

Y ha dicho: 'bueno bajate, bajate y abrí tu ojo'. Y dice que ha estado en una peña más alta, arriba la peña, arriba.

Y no tenía por donde bajar la moza, ni por donde. Y estaba alta, arriba, al cerro, en la peña. Y qué va a hacer? Entonces ha chillado: 'qué hago, qué hago?' 'Yo te voy a buscar carne para que comamos asado. Si no te lo traigo asado. Aquí esperame, yo voy, yo voy a buscar carne. Carne voy a traer para que comamos asado. Y voy a traer asado'.

Dice que ahí se ha ido. Dice que se ha salido a caminar, a caminar, no? Después se ha perdido. Se ha levantado al aire y se ha ido volando, se ha ido, quién sabe hasta dónde ha conseguido, burros muertos, caballos muertos, vacas muertas, y a traer unas tiras así, unas tiras se fue a traer. Después fue a hacer el (?), pasa por las brasas, en fin, así. 'Aquí, aquí tengo, vení, aquí traigo la carne, ya esta cosido este. Está de comerlo nomás, está de comerlo nomás, está de comerlo nomás. No es carne de hacienda, no es, de vaca puede ser. 'Qué sería?', pensaba. No quería la moza. Ni probar, nada, nada. Y, entonces, que le ha dicho: 'otra vez me voy a ir, me voy e a ir. Voy a buscar, voy a traer, voy a traer comida, pan, cualquier cosa pa que comamos. Entonces voy y vuelvo. Yo enseguida nomás. No te (?), donde quiera voy a conseguir'. Bueno, entonces se ha ido, se ha ido, se ha presentado a otro pajarito. Ese pajarito, cómo se llama?. Nosotros aquí lo llamamos quempi.

Un chiquito, ese. Que sona: ah, ah, ah. Así son, quizás lo conoce. No debe haber (?). Es un pajarito verde con manchitas blanquitas, pues es chiquito. Ese es el que ha llegado ahí, a la casa del pueblo donde estaba la moza y es el que ha dicho: 'que haces aquí, Ud, zonza, para que te ha traído ese cuervo que se como carne de burro, carne de caballo, carne de vaca, pero muertos, pallados del león, al fin, así, de tigre, así. Así nomás comen. Aquí, comida, carne cocida no te va atraer, ni como de tampoco. Vamos, yo te hago bajar y ... andate a tu casa, pegate una disparada'. Su casa estaba lejos. Y entonces el pajarito le ha dicho: 'te hago bajar, te hago hacer, te hago enseguida y te vas a dormir en casa mismo. Entonces subite, sube a mi espalda y yo te voy a hacer bajar'. Dice que la llevó, dice que la ayudó, la ha hecho bajar. También dice que la ha llevado así, unos barrancos altos, puros agujeros, así, agujeros en los barrancos. 'Aquí, aquicito vivo yo. Aquí, aquí, entrate aquí dentro, que yo te voy a cerrar, te voy a dejar aquí. Y dormite y mañana te vas a tu casa, pero no comas nada, no comas otras cositas. Esa noche vas a dormir nomás. Mañana te vas a tu casa'. Y bueno, entonces se ha quedado ahí, la Sra., la ha dejado encerrando y él se ha ido. 'No sé que venga por mi, traía, y me va a comer a mi y Ud. no va a poder salir. Así que yo me voy para otras partes a dormir, lejos', le ha dicho y la ha dejado allí.

Encerrado. Y al otro día es que se ha presentado temprano el peticito. Es que ha abierto la puerta, es que abrió la puertita y la ha sacado. La ha sacado y, bueno: 'ahora si nos vamos. Te llevo a tu casa, te voy a dejar en tu casa, llegas a tu casa, te metes dentro de tu casa. Cuando anda el cuervo, cuando va por ahí, te escondes bajo el tanque, adentro mismo. Y ahí estas. El cuervo no te va a llegar buscando porque conoce tu casa'. Ha visto que venía el cuervo. Y entonces se metió adentro de la casa para dormir.

Ahí lo han buscado (?) y adentro estaba. Y el cuervo está sentado sobre la casa. Es que está llorando el cuervo. De un lado sangre, de otro lado un ojo llorando agua, del otro lado sangre. Así es que está como una hora, por ahí, así. Y bueno, y tanto es que se ha levantado. Se ha ido. Se ha ido, y se ha ido y se ha ido. Se ha dado una vuelta. Dice que se ha perdido más alto, más alto, más alto, dice que se ha perdido. Ha tomado recta y lo han perdido. Entonces es que han abierto la casa. Ha ido a ver el tanque. La moza ahí esta: hueso, limpio, hueso, eso. No hay nada. No está viva. Lo había comido toda la carne. Hueso nomás. [La comió ] el cuervo. El cuervo, claro. Ese con el arte y con la virtud nomás lo ha comido. Así el cuervo, ese, ese. Digamos es sabio, como se puede decir es un animal brujo, fuerte.

Ese se la comerá así nomás, pues así nomás, claro. Como sabrá comerlo ese es que yo no sé. Pero es que ha estado hueso, todo comido, todo hueso nomás. No tenía carne, nada, nada, nada. Todo se lo había comido. Igual que animal muerto. Un caballo, así. Lo comen la carne y el hueso lo dejan tirado. Así nomás, así. [Se la habrá comido] de sentimiento, pues. Ahí él quería tener esa mujer. Con esa mujer vivir, así. Así que le ha perdido, le ha sentido eso.

Sentimiento. Un sentimiento. Y eso es todo..." (Puna- Coranzuli. 1982. Informante: Nicolás Yampa).

NOTAS

i Dios y el Diablo son dos de los personajes incorporados al las creencias locales por parte de la doctrina cristiana. El primero se representa como un ser poderoso, dotado de saber, cuya potencia creadora reside en la palabra. En oposición a su figura, de connotación positiva, aparece el Diablo, a veces nombrado como el Tío o Mandinga.

El Diablo es un producto de Dios creado para poner a prueba a los hombres durante su vida terrena. Su morfología varía entre distintas formas humanas y animales y su aparición se relaciona con la oscuridad de la noche o la profundidad de minas y estrechos. Uno de nuestros informantes señala que Dios y el Diablo son entre sí primos hermanos.

ii Dentro del conjunto de personajes tradicionales Pachamama aparece como un ser primordial. Se la menciona como un espíritu sin cuerpo que brota de los cerros - aunque en estado alterado de conciencia - es vista con forma humana. Es fundamentalmente un ser dadivoso pero, si se la trata sin fe o no se respeta la práctica del ritual, puede afectar al hombre en su subsistencia y en su salud.

iii En este sentido adhiero a las proposiciones formuladas por E. Magaña (Magaña, 1992: 5) para varias tribus amazónicas y guayanesas cuando sostiene que "Me parece que si en las nociones etnográficas nativas no se establece una fisura radical entre los 'otros humanos' y los 'otros no humanos', ni entre los 'otros reales' y los 'otros imaginarios', no tiene mucho sentido que pongamos énfasis en estas distinciones que no pueden relevar más que nuestras propias categorías de lo que debiera constituir la imagen de 'los otros'. Llevando esta postura a un extremo , las conclusiones a las que pudiéramos llegar al reflexionar sobre la representación de 'los otros' en otras sociedades dirían más de nosotros mismos que de las sociedades que pretendemos estudiar".

iv Dichos materiales pertenecen al Archivo del centro Argentino de Etnología Americana. Los mismos fueron recogidos durante el año 1982 por investigadores de dicho Centro y transcriptos por la autora del presente trabajo como parte de un proyecto de investigación que lleva por título "Cambio cultural en la Puna jujeña" en le marco de una Beca de Investigación otorgada por la Universidad Nacional de La Plata.

v La generación de víboras constituye uno de los momentos cualitativamente distintos a partir de los cuales los habitantes de la región estructuran la trama temporal de los tiempos antiguos. En general, se hacen referencia a tres generaciones sucesivas: la de víboras, la de los antiguos y la del Rey Inca. Cada uno de estos tiempos coincide con una creación-destrsucción del cosmos cíclica.

vi Para una consideración más extensa sobre esta cuestión ver la percepción de los otros en A. Idoyaga Molina (Idoyaga Molina, 1988).

vii Aunque no es la cuestión que aquí nos ocupa centralmente, en un trabajo anterior presentado al 49 Congreso de Americanistas, se ejemplifica de qué modo las sociedades animales, representadas en este caso por el zorro, pueden significar el comportamiento de la cultura local frente a la amenaza de la penetración occidental y cómo, con el fin de controlar su amenaza, interactúan con la sociedad blanca, superándola.

viii Al igual que ocurre en otras sociedades, la muerte en este caso puede entenderse en el sentido de la incorporación de la mujer a la sociedad de los cuervos y la presencia de agua y sangre puede significar una fusión entre ambos "mundos". De hecho, un relato similar al aquí expuesto, pero procedente de otro informante, inscribe esta misma historia en torno a una mujer llevada por engaño por el cuervo hasta su casa de la cual, transcurrido el tiempo, su familia la considera como muerta en el campo. El final de este relato cambia, porque quien muere es el cuervo en tanto la mujer es reincorporada a su familia humana, pero los resultados son similares: de la relación entre el cuervo y su cautiva nace un pequeño que es tomado como "entinado" (criado) por el marido, a pesar de su apariencia semejante al animal del cual nació.

ix Magaña, 1992: 21.

x op. cit.: 24.

xi En el marco de la cultura local se sostiene que tanto el cuervo como el león, gracias a su capacidad de adivinación, reconocen si se los ha challado o no con fe. De este reconocimiento deriva la conducta futura que desarrollarán respecto de los animales domésticos.

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