V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
https://www.equiponaya.com.ar/
info@equiponaya.com.ar

CONSTRUCCION DE LAS IDENTIDADES EN LA FRONTERA: EL CASO DE LOS INDIGENAS GUARANIES DE ARGENTINA Y BOLIVIA

Dra. Silvia María Hirsch
The College of New Jersey
1997
V Congreso Argentino de Antropología Social
Facultad de Humanidad y Ciencias de la Educación
Universidad Nacional de La Plata
Comisión de trabajo: Identidad y etnicidad
Sesión: Etnografías e Historias de Frontera en el Cono Sur: Liminalidad, Integración y Conflicto

Los indígenas guaraníes del norte argentino ven a Bolivia como el lugar de origen, de allí provienen sus padres, allí aun viven sus parientes, y de allí, del otro lado de la frontera llegan procesos de organización y revitalización étnica que tienen una enorme influencia en sus comunidades. Los indígenas guaraníes de Bolivia y Argentina comparten un orígen étnico, una lengua en común y una historia de subalternidad frente a sus respectivos estados y sociedades nacionales. Ambos grupos habitan en zonas de fronteras, zonas de intenso tráfico humano y comercial, que van a generar nuevas prácticas políticas y discursivas. Lo que no comparten estos dos grupos es el modo de relación que mantienen con el Estado. Los guaraníes son uno de los pocos grupos que se ha opuesto sistemáticamente a toda forma de dominación desde la colonia hasta el presente. En el caso de Bolivia resistieron en un comienzo en forma bélica, recurriendo luego a estrategias políticas destinadas a garantizar su territorio y auto-determinación. A partir de la década del 40 y luego con más vigor en los 80, fortalecieron su organización política "tradicional" y crearon nuevas organizaciones de alcance regional y nacional. Estas experiencias traspasaron la frontera y penetraron en las comunidades guaraníes argentinas, que aún viven una situación de mayor dependencia política y social frente a un estado que, comparado al boliviano, observa una mayor capacidad de penetración y dominio.

La frontera para los guaraníes constituyó desde siempre un espacio permeable que no presenta demasiados obstáculos. Desde las masivas migraciones laborales de zafreros de Bolivia al norte Argentino, la frontera constituyó una zona relativamente abierta. Una zona que se cruzaba para buscar trabajo, fundar nuevas comunidades o visitar parientes.

El objetivo de esta ponencia es de examinar como se construyen y redefinen las identidades en las zonas de fronteras ¿De qué manera una frontera permeable como la boliviano-argentina, permite el vínculo entre los guaraníes de ambos países y permite-cruce de ideas, solidaridades y organizaciones--. ¿Hasta qué punto la identidad es coproducida por grupos simétricos (indígenas de Bolivia y Argentina)? ¿Cómo perciben los guaraníes a la frontera? La identidad guaraní no es una mera herencia de los "antepasados", es algo más que la memoria histórica del grupo. La identidad guaraní implica una constante negociación con diferentes actores sociales e instituciones (Estado, ONGs, organizaciones indígenas) en la cual se va definiendo un nuevo espacio de participación político y social. Es un proceso de copro-ducción en el cual guaraníes bolivianos y argentinos enriquecerán mutua-amente un imaginario, al mismo tiempo que sus prácticas simbólicas y políticas.

Reseña etnográfica

Los guaraníes pertenecen a la familia lingüistica tupí-guaraní. Son principalmente agricultores si bien un alto porcentaje de hombres se emplean en trabajos temporarios (zafra, cosecha, etc.) fuera de sus comunidades. En Bolivia, habitan en los departamentos de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, diferen-ciándose los ava-guaraníes (habitantes del piedemonte andino) de los izoceños (habitantes del chaco boliviano) y de los simba. Tanto los guaraníes izoceños como algunas zonas ava han mantenido una organización política denominada "capitanía", cuya autoridad máxima recae sobre el Capitán Grande o Mburuvisa Guasu, si bien por encima del capitanía se encuentra la asamblea, en la cual deliberan comunarios y capitanes. La capitanía no es una organización netamente prehispánica, es el resultado de las relaciones con el poder colonial, la sociedad nacional, y las transformaciones e innovaciones llevadas a cabo por los dirigentes indígenas. Los guaraníes apoyan a la capitanía porque esta constituye un frente de defensa ante la sociedad nacional y un espacio donde plantear sus necesidades y reinvindicaciones.

En la Argentina, los asentamientos y las comunidades guaraníes se encuentran en el noroeste del país, en las provincias de Salta y Jujuy. Los guaraníes de Bolivia comenzaron a emigrar hacia fines del siglo XIX debido a la contratación de mano de obra por los ingenios, aserraderos y fincas de la región. Una segunda ola inmigratoria se produce durante la Guerra del Chaco (1932-1936) cuando miles de guaraníes bolivianos cruzaron la frontera para asentarse definitivamente en la Argentina. La inmigración temporal continuo hasta la década del 60, desde entonces se han reducido las fuentes de trabajo en la Argentina. En la actualidad, los guaraníes bolivianos viajan a la Argentina en calidad de visitantes, y son muy pocos los que se instalan permanentemente en este país.

En la Argentina en la mayoría de los asentamientos urbanos y periur-banos predomina el uso del castellano, mientras que en las comunidades rurales predomina el uso del guaraní. Tanto las comunidades rurales como las urbanas mantienen vínculos con los guaraníes de Bolivia con los cuales se hayan emparentados. Esto como veremos más adelante ha sido un elemento decisivo en el surgimiento de una organización política más autónoma y en los procesos de revitalización de la identidad étnica.

Las comunidades estan compuestas por grupos de familias, bajo la dirección de un cacique, aunque en algunas comunidades esta figura ya ha desaparecido o es más una figura simbólica que de peso político, y ha sido reemplazada por el Centro Vecinal encabezado por un presidente y una comisión. Los centros vecinales fueron creados por el gobierno provincial como una manera de "modernizar" las comunidades, integrarlas a los municipios y controlarlas politicamente. En las comunidades periurbanas se han asentado "criollos" ,esto sumado al contacto continuo y directo con la ciudad y la presión socio-económica y del sector educativo por asimilarse a la cultura circundate, provoca cambios en la adscripción étnica. Los jóvenes no quieren ser identificados como indígenas y se niegan a hablar en su lengua materna, aduciendo que no la conocen. El cambio sociocultural en las comunidades, la diversa composición de estos asentamientos y sus vínculos con el municipio tornan más dificultoso la construcción de una identidad alterna a la no-indígena y el surgimiento de organizaciones indígenas que puedan representar a la diversidad de comunidades. Recientemente, algunos jóvenes han comenzado a acercarse a los líderes indígenas, queriendo participar en las nuevas organizaciones, en el incipiente proyecto de educación bilingue y biculltural y articulando su necesidad de redescubrir sus raices y de participar politicamente.

La Argentina ha tenido un proyecto hegemónico nacional que tiende a excluir a aquellos grupos que no forman parte del gran contingente europeo. Y aunque los indígenas son reconocidos como ciudadanos, esto no implica que las prácticas políticas y económicas que les están dirigidas tomen en cuenta su especificidad cultural. Debemos tener en cuenta que la cooptación realizada por el estado y los partidos de las instancias organizativas, había prácticamente obstaculizado, hasta la última década, el surgimiento de prácticas políticas autónomas. Durante este último período han surgido nuevas organizaciones independientes de la intervención estatal. Las comunidades guaraníes argentinas a diferencia de las bolivianas, que han tenido apoyo de organizaciones no guber-namentales, han dependido del aporte económico del estado. El estado es el gran proveedor que aun en forma mínima contribuye recursos a las comunidades. El ingreso de ONGs en la zona es reciente y su aporte económico mínimo.

Una frontera permeable

El estar ubicadas en los márgenes de la nación permite que en las zonas de frontera haya un intensivo cruce y movimiento. Los residentes de estas zonas son activos participantes de la economía transnacional, el trueque, la migración , el intercambio cultural y económico y las relaciones personales (Martinez 1994:10). En las zonas de frontera hay muchas actividades económicas, tales como el contrabando y el narcotráfico, que caen fuera de las normas estable-cidas, pero que dan a estas zonas alternativas económicas y reglas diferentes. Más aún, hay zonas de frontera en las cuales la persistencia de rasgos en común, e instituciones a ambos lados del límite geográfico generan una "cultura de frontera" (Stoddard 1991:3). Whiteford (1979) caracteriza la frontera entre los E.E.U.U. y México como una "comunidad extensa, " para los guaraníes de Bolivia y Argentina la frontera tambíen representa una continuación de sus vínculos comunales y de parentesco. En las zonas de frontera donde las lealtades nacionales son más débiles los vínculos con la gente del otro lado serán más fuertes (Martinez 1994: 19).

Los valores del ser nacional, la cultura argentina y la lealtad nacional suenen a meras abstracciones en esta zona de frontera. Las fronteras son zonas geográficas de interacción entre dos o más culturas, lugares donde las culturas se disputan entre sí y con su entorno físico produ-ciendo una dinámica única (Weber 1984). Más aún, Wilson (1994:105) sugiere que las fronteras internacionales y las zonas limítrofes son estados liminales (condiciones intersticiales y transnacionales de cultural y comunidad ) entre las condiciones ordenadas y estructuradas de la nación y el estado. Más áun, "cuando la autoridad del estado es estric-tamente aplicado en el centro, tiene solo una presencia intermitente en la frontera (Friedman 1996:10)." En las fronteras se producen cruces de gente, de ideas y medios de comunicación. Si bien el estado mediante el establecimiento de escuelas, de la gendarmería y, de los medios de comunicación se ha preocupado por fortalecer la llamada "identidad nacional" en las zonas de fronteras la realidad da cuenta de otras prácticas. En nuestro caso particular, la frontera entre Bolivia y Argentina a la altura de las localidades de Salvador Mazza y Yacuiba, es una zona dinámica, de constante tráfico material (comercio y contrabando) y cultural (medios de comunicación y población). Los habitantes de las fronteras estan en constante contacto con los del otro lado. Estos se vinculan a través del matrimonio, la economía informal, mercado, consumo, deportes, religion (Donnan y Wilson 1994:3). Para aquellos que viven en las zonas limítrofes, las fronteras políticas y culturales divergen, para los guaraníes la frontera no esta en un puesto de migración. Las fronteras son zonas de negociación, zonas en las cuales se evidencian bruscos cambios económicos, sociales y políticos a los cuales las gente se adapta con asombrosa capacidad.

La frontera no impide el cruce de programas de televisión y radio de los países limítrofes. Las comunidades guaraníes en la Argentina pueden captar los programas producidos y transmitidos por sus hermanos bolivianos. Programas que abordan aspectos políticos y culturales propios (por ejemplo: mitos, música, asuntos agrarios, etc.) Los programas radiales producidos por los guaraníes bolivianos se transmiten a través de radio Santa Cruz de Santa Cruz de la Sierra. Estos programas son financiados por la misma radio y la producción del programa esta a cargo de guaraníes que trabajan en ONGs. Los guaraníes argentinos escuchan estos programas con melancolía, recordando "se rëntara rëta," nuestra familia, nuestro lugar. La familia que quedó en Bolivia. Pero también estos aportes les confirman que del otro lado de la frontera hay una cultura viva, una cultura que no enmascara la identidad, sino que al contrario la reivindica y la fortalece.

En la ciudad de Tartagal en la provincia de Salta, cabecera departamental de numerosas comunidades guaraníes, se transmite un programa de radio en guaraní, por Radio Nacional Tartagal. Este programa, conducido por un guaraní, transmite dos veces por semana noticias acerca de las comunidades de la zona, música, informes sobre acontecimientos en las comunidades y organizaciones de Bolivia y entrevistas a ancianos o narraciones tradicionales. Si bien, este programa no cuenta con el más mínimo apoyo económico el programa es escuchado en las comunidades y es de amplio alcance. Su locutor y productor, Sebastian Reyes asistió a un curso en una ONG de Bolivia para "comunicadores populares". Ha sido muy influenciado por la forma de trabajar y las ideas generadas por los guaraníes bolivianos que trabajan en las organizaciones políticas. Este tipo de programa, si bien de mínimo alcance, contribuye a generar espacios de difusión alternativos.

Según Mlinar (1992) los individuos pueden responder a múltiples lealtades y estas lealtades se reacomodan continuamente y no estan necesariamente ordenadas de manera jerárquica. Los guaraníes argentinos se identifican con ciertos valores "nacionales", pero tambíen alimentan su imaginario e identidad socio-política a través de los medios de comunicaci_ón que reciben de Bolivia y de Argentino , y a través de los encuentros interpersonales con los bolivianos.

Los visitantes que llegan de Bolivia refuerzan el imaginario de los guaraníes argentinos que ven a sus parientes del otro lado como portadores de la cultura tradicional. Aquellos que en su mayoría viven en comunidades rurales, han luchado por sus títulos de tierra, mantienen las capitanías y tienen poderosos curanderos. Pero,¿de qué manera perciben los guaraníes bolivianos a los argentinos? Estos son quienes se han modernizado, son bilingües, y en su mayoría viven en comunidades y barrios con agua corriente y electrificación, cerca de la carretera. En contraparte, sus curanderos ya no son poderosos, sus caciques han perdido importancia y respeto, y sus organizaciones no les sirven para garantizar los títulos de propiedad de la tierra en la que habitan.

El surgimiento de la Asamblea del Pueblo Guaraní

En febrero de 1992 un grupo de guaraníes argentinos fue invitado a Bolivia por la Asamblea del Pueblo Guaraní (una organización indígena que agrupa a todas las comunidades guaraníes del Oriente Boliviano), para asistir a la conmemoración del centenario del último levantamiento guaraní1 1. Este viaje a Bolivia tuvo un gran impacto en la juventud indígena. Por un lado, pudieron ver que si bien en Bolivia muchas de las comunidades viven en una situación económica más precaria que en la Argentina, por otro lado sus organizaciones son más fuertes: éstas por ejemplo tienen una representación a nivel gubernmental que les ha permitido, en otros aspectos, implementar un proyecto de educacion bilingüe e intercultural. Los líderes de la Asamblea del Pueblo Guaraní (A.P.G.) visitaron posteriormente las comunidades argentinas. De estos encuentros y experiencias surge la Asamblea del Pueblo Guaraní Argentina, una organización aún nueva, decidida a mantenerse indepen-diente de la intromisión gubernamental.

Esta nueva organización que surge a partir de diciembre de 1992, es la primera organización en la zona desvinculada de las instituciones guber-namentales. Por su parte, la Asamblea del Pueblo Guaraní esta basada en la instancia organizativa por excelencia de las sociedades guaraníticas que es la Asamblea, en la cual deliberan comunarios, delegados comunales y capitanes. Parte del grupo que asistió a la conmemoración de Kuruyuki, antes mencionada fue invitado a permanecer en Bolivia para asistir a un curso de formación de maestros bilingües. Este viaje a Bolivia tuvo un gran impacto en los jóvenes guaraníes. Estos regresaron a sus comunidades dispuestos participar en sus comunidades y a redescubrir su historia y su cultura.

La Asamblea del Pueblo Guaraní tiene como objetivo luchar por reivindicaciones culturales (educacion bilingüe y bicultural), legales, territoriales, participar en la decisiones que atañen a las comunidades y en los proyectos de desarrollo socio-económico. Uno de los logros más sobresalientes de la A.P.G. es su capacidad de convocatoria, el hecho de haber reunido a guaraníes de dos provincias (Salta y Jujuy), tanto de comunidades urbanas como rurales, es un hecho que por sí solo cons-tituye un paso significativo en la lucha por revindicaciones sociales y políticas de un grupo.

En 1995 comienza a implementarse, aun de manera preliminar un proyecto de educación bilingüe en la provincia de Salta auspiciado por el Ministerio de Educación de la provincia y ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen). Los maestros rurales son asistidos por auxiliares bilingües, jóvenes indígenas que han terminado el bachillerato y algunos de ellos estan cursando el magisterio. Varios de estos auxiliares habian asistido a los cursillos de capacitación en educación bilingüe que se llevaron a cabo en Camiri, Bolivia organizados por la ONG TEKO Guaraní. Más aún, dos indígenas bolivianos con amplia experiencia en el proyecto de educación bilingüe bicultural han viajado en varias ocasiones a la Argentina para capacitar tanto a los auxiliares bilingües como a los maestros rurales. Estos guaraníes bolivianos y las organizaciones a las cuales representan son intermediarios transnacionales, involucrados en establecer redes sociales y políticas que traspasan las fronteras (Mato 1995).

Para un país como la Argentina que se jacta de su superioridad frente a Bolivia, recurrir a educadores bolivianos e indígenas para capacitar a maestros argentinos no tiene precedentes y representa un gran cambio en el imaginario argentino con respecto a los bolivianos. Pero tambien representa para los guaraníes argentinos un afianzamiento de su propia identidad, dado que sienten que una institución como la escuela argentina que nunca ha representado sus propios interéses o respetado sus pautas culturales, ahora avala sus propios procesos culturales y organizativos.

La identidad como coproducción

La identidad guaraní no es una identidad que surge meramente por oposición a una identidad no-indígena; es una identidad "indigena" que se construye en relación a otra identidad "indígena", a una identidad semejante. Quiero decir, que son identidades inderdependientes que traspasan las fronteras. Por un lado, como hemos visto, los guaraníes de Bolivia, a pesar de su distancia geográfica y social juegan un rol preponderante en la construcción de la identidad guaraní argentina. Estos representan en el imaginario guaraní argentino: la identidad "auténtica", pristina, la identidad que no claudicó. Pero paradójicamente también representan el retraso económico, ya que la mayoría de las comunidades en Bolivia no se ha beneficiado en su mayor parte con acceso a mercados, ni goza aún de una infraestructura básica. Por otro lado, los guaraníes bolivianos ven a sus vecinos argentinos más adelan-tados económicamente, pero a costa de haber perdido la lengua, el territorio y el "teko" guaraní (su modo de ser).

Los guaraníes argentinos toman de sus vecinos del norte, aquellos elementos que refuerzan los ámbitos organizativos y culturales de su sociedad. Han podido observar el rol que cumplen las organizaciones indígenas en Bolivia. Y han vivenciado el uso de la lengua como arma de lucha política y cultural. Han aprendido que una organización no tiene que ser necesariamente dependiente de instituciones estatales o privadas. La organización indígena puede manejar estrategias de alianzas y apoyo económico sin por ello perder el control de sus propias decisiones.

En la Argentina los guaraníes están creando y recreando nuevas organizaciones políticas que constituyen, como en el caso de la Asamblea del Pueblo Guaraní, una respuesta frente a la cooptación de las instituciones del estado. Frente a los guaraníes de Bolivia, los de la Argentina expresan sus identidad reafirmándola, los del otro lado de la frontera son un espejo en el cual se refleja una identidad vigorosa, que no claudica.

La identidad es tambien multiforme y situacional. Toma distintas formas según las circunstancias, los guaraníes de Argentina, saben que son una minoría en el país, y que tienen poco apoyo de otras organizaciones en su lucha, pero saben mostrar un lado "tradicionalista" de su identidad cuando la necesidad lo indica. En el caso de Bolivia, los guaraníes son parte de un gran movimiento, mayoritario en el país, de lucha de los pueblos indígenas, tienen el apoyo de organizaciones populares, sindicatos y ONGs, no necesitan recurrir a una imagen folklórica de su identidad para negociar o expresar sus necesidades, pueden expresar un discurso de la diferencia que tendrá una resonancia a nivel nacional.

Según Trujillo (1994:136) "la población indígena ha vivido una afirmación de sí y un proceso de constitución en sujeto político. Estos fenómenos implican una creciente conciencia de la vida pública o un proceso de reconocimiento de sí como un ente en capacidad de acción pública que contrastaría con su pasado de exclusión de los mecanismos de participación política."

El surgimiento de la Asamblea del Pueblo Guaraní y la implementación de un proyecto de educación bilingüe brinda una perspectiva alentadora para las comunidades que luchan por una participación política más representativa y el derecho a vivir una identidad alterna. Si bien como indica Canclini (1988:186) "ni las culturas indígenas pueden existir con total autonomía ni son tampoco meros apéndices atípicos de un capitalismo que todo lo devora." Para los guaraníes de Argentina, una frontera relativamente abierta y permeable permite el cruce de bagaje simbólico y permite también la conexión con los pares del otro lado de la frontera, cuyas prácticas políticas participativas refuerzan sus propios proyectos políticos.

Notas

1. El último levantamiento guaraní en Bolivia fue encabezado por un "profeta-shaman" conocido como Hapiaoki Tumpa, quien encabezó una rebelión contra la explotación de los hacendados y fue derrotado por el ejército.

Bibliografía

Canclini, Garcia Nestor 1988 Cultura Transnacional y Culturas Populares. En, Cultura transnacional y culturas populares. Nestor Garcia Canclini y Rafael Roncagliolo eds.

Donnan, Hastings y Thomas Wilson, editores 1994 Border Approaches. Anthropological Perspectives on Frontiers. New York: University Press of America.

Friedmann, John 1996 Introduction: Borders, Margins and Frontiers: Myth and Metaphor. En,Frontiers in Regional Development, Yehuda Gradus y Harvey Lithwick, editores. Inglaterra: Rowman & Littlefield Publishera, Inc.

Martinez, Oscar 1994 Border People. Life and Society in the U.S.-Mexico Borderlands. Tucson: University of Arizona Press.

Mato, Daniel 1995 Complexes of Brokering and the Global-Local Connections Considerations Based on Cases in "Latin" America. Ponencia presentada en el XIX International Congress of the Latin American Studies Association. Washington, D.C.

Mlinar, Zdranko 1992 Globalization and Territorial Identities. England: Avebury.

Stoddard, Ellwyn 1991 Frontiers, Borders and Border Segmentation: Toward a Conceptual Clarification. Journal of Borderlands Studies.

Vol VI, No 1.

Trujillo, Jorge 1994 De campesino a ciudadanos diferentes. El levantamiento indígena. Ecuador: Abya Yala Weber, David y Jane Rausch 1994 Where Cultures Meet. Frontiers in Latin American History. USA: Scholarly Resources Inc.

Whiteford,Linda 1979 The Borderland as an Extended Community. En, F.Cámara y R. V. Kemper, editores. Migration across Frontiers: Mexico and the United States. Albany: University of New York.

Wilson, Thomas 1994 Introduction. En, Donnan, Hastings y Thomas Wilson, editores Border Approaches. Anthropological Perspectives on Frontiers. New York: University Press of America.

Buscar en esta seccion :