V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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V CONGRESO ARGENTINO DE ANTROPOLOGIA SOCIAL LO LOCAL Y LO GLOBAL. LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL EN UN MUNDO EN TRANSICIÓN

La Plata, Argentina, 29 de julio al 1 de agostode 1997 Fac. de Humanidades y Cs. de la Educación (U.N.L.P.) Comisión: Antropología urbana

LAS MARCAS DE LA DIFERENCIA EN LA CIUDAD: LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE

Autores: Lics. María Paula Montesinos y Sara A. Pallma
Instituto de Ciencias Antropológicas (Sección Antropología Social) Area Antropología y Educación.

F. y L. UBA

"Usted vive dignamente? - preguntó Antonio Groppa, hijo del dueño del Hotel Familiar Tarija, a un periodista que le señalaba las condiciones precarias en las que viven quienes alquilan las 38 habitaciones...

- ....si - Bueno, usted vive como se merece; cada uno tiene lo que se merece. (extraido de la crónica periodística sobre el conflicto originado entre 100 inquilinos y el dueño de un hotel) (Página 12, 12/12/92)

En el marco de una investigación sobre los "usos" de la diversidad cultural en escuelas de la Capital Federal(1), trabajamos sobre procesos de estigmatización de grupos sociales en relación con las trasnformaciones que se han ido operando en las últimas décadas en nuestro país . Transformaciones que tienden a conformar un nuevo modelo social y político, que implica reordenamientos en la relación Estado-sociedad civil y reestructuraciones en la relación capital-trabajo (Grassi E., HintzeS. Neufeld M.R. 1994) En esta ponencia abordaremos algunas de las imbricaciones que encontramos dentro del contexto actual de creciente fragmentación social, entre la construcción de identidades estigmatizadas, en este caso del "pobre" nativo o extranjero, y las diversas y desiguales formas de apropiación de los espacios urbanos en el marco de la ciudad de Buenos Aires.

La gestión estatal de la ciudad expresa una política sobre la estructuración del espacio, la que responde a una concepción político ideológica sobre el orden social deseable, produciendo consecuencias sobre la fisonomía y estratificación social de la misma. En este sentido, el poder en sus distintas manifestaciones (estatal, económico, etc.) influye en su configuración y desarrollo. Si la ciudad es un ámbito donde lo particular se integra con lo general y lo público con lo privado, el peso de estos términos se modifica según las concepciones dominantes, los sentidos y fuerzas que logran imponerse en las orientaciones de la gestión estatal. (2) Las diferencias entre grupos sociales se expresan en un desigual derecho al uso y disposición del espacio urbano. Los patrones espaciales de distribución de la población que se suceden y coexisten en cada coyuntura, cristalizan momentos de la disputa por el derecho a la ciudad y hablan acerca de las construcciones de sentido que, acerca de la misma y los "otros habitantes", producen los diferentes sujetos sociales: quienes tienen derecho a ella y quienes no.

El derecho al espacio urbano no solo es el derecho de ocupación del mismo, es también la capacidad de influir sobre aspectos que hacen a la calidad de vida y el acceso a los bienes y servicios presentes en la ciudad. En este sentido, la localización de la vivienda se relaciona con las posibilidades de acceso a la educación, recreación,. trabajo, atención de la salud, el transporte y los servicios públicos. Puesto que estos bienes y servicios poseen una distribución geográfica desigual, las diferentes posibilidades que ofrecen localizaciones distintas determinan una valorización diferencial del espacio urbano .

La configuración de la Capital Federal muestra diferencias con el patrón observado en ciudades norteamericanas y europeas de"éxodo a los suburbios" de los sectores con mayores recursos. Por el contrario aquí la tendencia de estos grupos ha sido y es reafirmar su presencia en la ciudad, concentrándose en determinadas zonas: el cordón norte de la ciudad en un continuum con los countries y barrios privados del conurbano norte. (3) Por otra parte, el asentamiento de los pobres muestra la perduración y superposición de formas que predominaron en distintas etapas de la historia de la ciudad de acuerdo a los modelos económicos y las políticas urbanas. La localización de los pobres urbanos en la periferia de la ciudad y en el conurbano bonaerense fue facilitada en determinados momentos por el mantenimiento de transporte barato y facilidades para la autoconstrucción en lote propio, Asimismo, la disponibilidad de tierras baldías donde se asentaron villas de emergencia, las leyes de prórroga de contratos de locación de inquilinos, acceso a viviendas deterioradas convertidas en inquilinatos, hoteles y pensiones y la existencia de industrias dentro de la capital favorecieron su presencia.

En el período militar el plan de erradicación de villas, la liberación de los alquileres, las reformas al Código de Planeamiento Urbano , la relocalización de fábricas e industrias fuera de la Capital, la creación del Cinturón Ecológico, entre otras medidas, unido a la inexistencia de planes de vivienda para sectores populares, reafirman una política asentada en la idea de que la ciudad es el lugar de residencia de la "gente decente", la "vidriera del país".(Oszlak; 1982). Con el restablecimiento de la democracia se incorporan otras formas de asentamiento: la ocupación por los "sin techo" de terrenos baldíos, casas y edificios desocupados.

A medida que se van acentuando las consecuencias del modelo de acumulación, crece el desempleo, el subempleo, la desprotección laboral, la economía informal. La pobreza aumenta a nivel global, en extensión (cada vez más pobres), en intensidad (pobres aún más pobres), mayor heterogeneidad (ampliación del espectro social del universo de la pobreza por incorporación de los "nuevos pobres" de clase media)(4) Los segmentos más bajos de la clase media sufren una pauperización absoluta, cayendo por debajo de la línea de pobreza, y en los sectores que se mantienen por encima de dicha línea una pauperización relativa manifestada en la disminución del nivel de vida. En estas condiciones de vulnerabilidad y bloqueada la movilidad social, la clase media perdió uno de los privilegios más preciados: el poder de transitar la vida en términos de proyecto, en el plano simbólico se desdibujaron sus límites y deterioró su "prestigio" de clase. (Torrado, Clarín 19/08/96) ¿Cuáles son los signos de la fragmentación social en el espacio urbano? A través de indicadores socio - económicos se puede hacer una lectura del mapa social de la Capital Federal: por una parte, el aumento de la pobreza, por otra una marcada segregación espacial . (Lopez A: 1996) (5) El aumento en la desocupación fue del 5,4 % al 14,3 % entre 1991 a 1995 y en la subocupación del 6,9 % al 9,6 % de la PEA de la ciudad de Buenos Aires, lo que nos indica el grado de precariedad económica que sufren sus habitantes. Pero si vemos a través del porcentaje de población con NBI encontramos que está concentrado en el sur el 61,7 % de la población en estas condiciones.

Otros indicadores nos muestran las diferencias en posibilidades y calidad de vida entre los tres cordones de distribución espacial de la población: la tasa media de desescolarización va ascendiendo del 14,3 % en el Cordón Norte al 16,2% en el Cordón Central y 23,3 % en el Cordón Sur.Los registros de mortalidad infantil en barrios del Sur son semejantes a los de las provincias del NOA y NEA, la tasa de mortalidad infantil es el doble en el Cordón Sur de los valores correspondientes al Cordón Norte. El número de personas que habitan viviendas deterioradas y en condiciones de gran hacinamiento es mayor en el Sur.

Hacia 1991, con excepción de la Villa 31 habían sido erradicadas del Cordón Norte las villas de emergencia. Comparado con los números de 1976 , en toda la Capital Federal quedaba una cuarta parte de población viviendo en villa, la mayoría concentrada en el Cordón Sur.

Hasta los edificios escolares marcan la diferencia: según el ex director de Planeamiento Urbano la antigüedad promedio es en el sur de 75 años y en el norte 35 (Clarín, 3/12/95) . La disponibilidad de los espacios verdes es también desigual: sólo el 15 % tiene acceso libre, el 85 % pertenecen a clubes, canchas de golf, colegios, universidades.... situados predominantemente en el norte. (Clarín, 9/12/96) Las plazas que reciben cuidado son aquellas apadrinadas por empresas privadas, el 87 % corresponden al norte (Clarín, 3/12/95) Continuas medidas oficiales acentúan aún mas la diferenciación socio - espacial: En 1994 cuando el Consejo Deliberante aprueba el traslado de los 8679 habitantes de la Villa 31 de Retiro para la construcción de la autopista 9 de julio, los barrios elegidos para la construcción de las viviendas de aquellos que aceptaran esta opción fueron: Mataderos, Barrio Rivadavia II y Villa Lugano (Página 12, 4/6/94) En relación a los grupos más ricos, ya mencionamos su tendencia a aislarse en complejos privados. Primero fueron los countries, luego los barrios privados en la Provincia de Buenos Aires, y ahora los edificios rodeados de rejas que incluyen algunos servicios para sus ocupantes, en barrios selectos de la ciudad. Todos, síntomas de una ciudad donde la gente no se siente tranquila. Surge el "espacio defendible", vinculado con la seguridad física y la construcción de un mundo hecho a medida. (Borthagaray J. M. Clarín, 16/02/97) "Visores, claves numeradas, combinaciones secretas, porterías sofisticadas, cámaras que graban imágenes, ejércitos privados..." regulan la relación con el exterior. (Gonzalez H. Clarín 18/11/96) Son modificaciones en la relación público - privado vinculadas a los usos y sentidos sobre el espacio urbano. Los barrios privados se constituyen en ámbitos donde lo público es reemplazado por lo colectivo -privado: espacios que no son públicos puesto que está vedada la entrada a los "otros", pero tampoco son privados en el sentido tradicional.

De esta manera, los distintos sectores sociales quedan confinados a diferentes itinerarios urbanos, con zonas de exclusión y de inclusión, con signos de rechazo u hostilidad para quienes son considerados como extraños.

Esta diferenciación y separación en relación al "otro", este sentimiento de ghetto no es privativo de los sectores con mayores recursos. También aparece con fuerza en los sectores medios y bajos en relación a quién está por debajo. Siempre hay alguien a partir del cual construir una diferencia - distancia..

En años recientes se vienen produciendo campañas periodísticas y gubernamentales alrededor de la ocupación de predios y edificios con hincapié en la defensa del derecho de propiedad, apelando a la Constitución y creando un sentido de "ciudad invadida": los intrusos en la ciudad. Hoy, ser "intruso" e "ilegal" aparecen como nuevas categorías asociadas a viejas patologías sociales. Se opera un cambio de sentidos y "usos " diferenciales de la legislación y los derechos: también en la Constitución se consagra el derecho a la vivienda digna. Hoy, el problema de la vivienda se reduce a: vivienda deshabitada que corre peligro de ser ocupada ilegalmente, usurpada.

1993 es el año en que este tema comienza a tener gran repercusión pública y un funcionario nacional comenta: "La pregunta sería si los argentinos estamos dispuestos a bajar nuestro nivel de vida para resolver el problema del conjunto de las comunidades de los países vecinos que están muy por debajo de la nuestra... La función del gobierno es garantizar la seguridad y los derechos de los ciudadanos, y vamos a defenderlos a toda costa. No los derechos de un grupo o de una persona que se considere por encima de sus ciudadanos . La ley dice que hay un derecho de propiedad que hay que mantener y nosotros vamos a defender el derecho de propiedad de la gente" (Página 12, 31/07/93) Aquí aparece tanto la manipulación política sobre el tema de las "casas tomadas", achacando a los inmigrantes limítrofes el déficit habitacional de la ciudad, por tanto intrusos, como las reales orientaciones de la gestión estatal: el derecho de propiedad por encima del bienestar de todos los habitantes de la ciudad.

Veamos la sanción legal de estas tendencias en la resolución que un juez dicta para ordenar el desalojo de las Bodegas Giol, 2 edificios ubicados en el Barrio de Palermo, uno de los mas caros de la ciudad: ""ante la existencia de una denuncia probada de intrusos, tenedores precarios o meros ocupantes", debe accederse al dictado de la medida para evitar una situación injusta: considerar en pie de igualdad a un inquilino que ingresó legalmente a un inmueble que a un intruso que lo hizo ilegalmente¨ (Página 12, 5/10/94).

Las bodegas Giol para esa fecha estaban valuadas en 3 millones de dólares( Página 12 , 30/9/94).Es importante destacar que la lógica mercantil en relación al espacio urbano se ha acentuado desde principios de los 90, con la multiplicación de proyectos de concesión y privatización de espacios tradicionalmente públicos (Costanera, Palermo, Recoleta, Puerto Madero), lo que afirma la tendencia a imponer los intereses del mercado sobre una idea de ciudad más incluyente.

También puede verse cómo la individualización de los conflictos se convierte en argumento oficial, pero muy profundamente arraigado en el imaginario colectivo. Refiriéndose a los ocupantes ilegales el entonces Ministro de Trabajo Enrique Rodriguez aseguraba que "llegaron a vivir en predios ajenos porque no hicieron las gestiones para acceder a los planes habitacionales que ofrece la municipalidad porteña ni se preocuparon por solicitar el seguro de desempleo o inscribirse en el servicio de empleo que tiene la cartera laboral" (Pagina. 12, 3/8/93) Además de "es pobre el que quiere serlo" , "es ocupante ilegal el que quiere serlo"...

En 1993 se leía en los diarios: "....más de la mitad de la población, según todos los sondeos, aprueba las medidas de máxima dureza con los ocupantes de viviendas y terrenos: el corte a quienes no pagan la luz, el desalojo de aquellos que carecen de títulos de propiedad o contratos de alquiler..." (Página. 12, 1/08/93) En algunos barrios del cordón centro, con mayor presencia de sectores medios y medios bajos, el temor a la desvalorización inmobiliaria se convierte en argumento de rechazo a los "extraños": "Vecinos de una cortada en los límites entre San Cristobal y Parque Patricios participaron del desbaratamiento de un intento de tomar una casa abandonada .Inmobiliarias de la zona repartieron volantes en el vecindario instando a "proteger el valor de las propiedades"evitando el ingreso de los intrusos". (Página. 12 , 01/08/93) Como vemos no sólo se deja de lado la problemática social de la vivienda sino que el tratamiento de las casas tomadas convirtió a la pobreza y falta de vivienda en temas policiales: en febrero de 1995 se sanciona un proyecto que castiga con prisión de seis meses a tres años la usurpación de inmuebles. Anteriormente la legislación no imponía penas a los ocupantes ilegales. Por la reforma al art. 181 del Código Penal la justicia podría disponer el desalojo inmediato y la entrega del inmueble a sus propietarios, en el caso que "el derecho invocado fuera verosímil". Con anterioridad los juicios de desalojo no eran tramitados ante la justicia penal sino ante el fuero civil." (Página 12, 7/10/95) En verdad, la presencia de gran cantidad de casas tomadas diseminadas en muchos barrios de la ciudad, incluidos los de mayor categoría, rompe la delimitación territorial de la pobreza que implica la villa. Las características que asume en el plano urbano son como las de la nueva pobreza: intersticial, difusa, expansiva, heterogénea, vecina. Son pequeños espejos desparramados en la ciudad que devuelven a los habitantes-vecinos imágenes de los cambios en la estructura social argentina. Espejos en los que rechazan mirarse.

Con motivo de los conflictos desatados a raiz del posible traslado de los habitantes de la villa 31 de Retiro debido a la construcción de la autopista 9 de julio al Barrio de Mataderos (Cordón Sur), una vecina comenta: ""Por la tele vimos ayer qué calidad de gente es ésa. Yo hace diez años que me estoy construyendo mi casa, con mucho sacrificio y a ellos se la regalan por un voto" (Página 12, 9/2/94) Quejándose, por la misma razón, una vecina de Barrio Rivadavia (Cordón Sur) dice: ""Aunque parezca esto no es una villa, es un barrio" ( Página 12, 4/6/94) Pareciera que frente a la alteridad surge la necesidad de fortalecer o crear nuevas diferenciaciones que justifiquen el rechazo.

La presencia de los "otros" también se asocia a la inseguridad. En 1994, ante el posible traslado a los terrenos bajo la autopista 9 de julio de los habitantes de la Villa 31, un volante repartido por los vecinos de Barracas (Cordón Sur) alertaba: ""Barracas de pie. Vecino: hoy se queda en su casa por comodidad. En 20 días deberá quedarse por seguridad. CONCURRA Acto y movilización. Viernes 8 de abril. 19 hs. Montes de Oca e Iriarte . Solo su participación impedirá el traslado de la villa 31 a nuestro barrio. Comisión vecinal de Barracas".

Y vecinos de los distintos barrios "afectados" por el traslado de los habitantes de la Villa 31 señalaban: ".... en cierto modo, la presencia de los villeros en nuestro barrio nos da miedo, porque traen la droga y los robos..." (Clarín, 13/02/94) Frente a estos discursos y acciones, Pedro, habitante de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores comenta: "es la peor época para ser villero"...."la gente de afuera cree que como aquí hay muchos extranjeros les van a quitar el trabajo o porque andamos cartoneando o cirujeando les vamos a robar" (Página 12, 19/05/96) En una entrevista a un grupo de madres de la Villa 21, Barrio Barracas, una mamá decía: "... quería conseguir un trabajo después de las seis, cuando tengo quien los cuide a los más chicos, en eso de limpiar oficinas.

a lo que otra vecina le aconsejaba: "si querés conseguir me dijeron que no hay que dar la dirección de acá" (refiriéndose a la villa donde vivían) En los últimos años se ha registrado un aumento en la violencia urbana: creció el número de delitos, la utilización de armas de fuego, el número de crímenes entre vecinos y la venta de armas para uso personal. Violencia e inseguridad van en aumento alimentando los prejuicios.El miedo se deposita en aquellos en los que pueda reconocerse la diferencia: pobre, villero, intruso, inmigrante.

El jefe de la Policía Federal apuntaba que: "...la mayoría de los rateros son inmigrantes .... la mayoría de estos delitos no son obra de delincuentes autóctonos, sino que es producto de corrientes inmigratorias no queridas provenientes de países vecinos" (Clarín, 19/09/94) El Secretariode Población, luego de firmar el decreto migratorio que establece que para ingresar al país hay que hacerlo con contrato de trabajo, cree necesario aclarar: "... no todos los inmigrantes son ilegales y no todos los ilegales son delincuentes..." (Clarín, 30/10/94 En octubre de 1995, el entonces Intendente Domínguez decía: ""El presidente Menem quiere que la Argentina no tenga más villas miseria en ningún lado....El gobierno no tolerará que la gente busque soluciones en forma individual por la fuerza, por lo que no va a permitir ningún tipo de ocupaciones en la Capital Federal. Es verdad que tenemos que preocuparnos por estas familias, pero también por millones de personas que hoy mno pueden pasar de Capital a Pcia de Buenos Aires a través de la autopista, tenemos que buscar una solución de equilibrio...." (Página 12, 7/10/95) Veinte días más tarde, a raiz de un decreto municipal, se ordena el desalojo compulsivo de familias de la Villa 31 ubicadas en la traza de la autopista. El secretario de gobierno de la MCBA afirma en una columna de opinión: ""¿Puede privilegiarse el interés particular por encima del bienestar general? Puede una docena de ilegales que usurpan tierras pertenecientes al conjunto de la sociedad imponerse a cientos de miles de vecinos que cumplen todas y cada una de las obligaciones que impone la ley?... Se equivocan quienes creen que el desalojo de las cuatro familias que se empeñaban en obstruir el avance del tramo Sur - Norte de la autopista 9 de julio estaba en juego sólamente la finalización de una obra pública. La cuestión de fondo, ni más ni menos, es el cumplimiento de la ley y la vigencia del estado de derecho..." (Página 12, 29/10/95) Nos encontramos con el pobre satanizado por pobre e ilegal, la cuestión democrática travestida por la lógica cuantitativa ( docena versus miles o millones), la legalidad por encima de la legitimidad y nuevas concepciones de ciudadanía y derechos sociales, concepciones restringidas asociadas a los que están aún "incluidos".

Como correlato, desde los habitantes de la ciudad escuchamos: Un vecino de Palermo, durante el desalojo de las bodegas Giol comenta: ""Tengo el champán en la heladera, qué quiere que le diga?. A usted le gusdtará tener de la noche a la mañana una villa en la puerta de su casa?. Esto se convirtió en una mugre y mi pobre madre de 81 años ni siquiera podía salir a la calle".

Otro agrega: ""Esto no es estar en contra de los derechos humanos, mis derechos a poder circular tranquilo por el barrio también valen¨. (Página 12, 5/10/94) Finalmente, otra vecina del Barrio de Mataderos, oponiéndose al posible traslado de la villa 31, dice: "" Si llegan a poner una casilla acá, le prendemos fuego¨. (Página 12, 9/2/94) ¿Cuáles son las consecuencias de prácticas estatales que denotan un desplazamiento del lugarde mediación de conflictos sociales, de árbitro entre partes con que se identificaba al Estado? Creemos que abre la puerta a que sean los propios sujetos los encargados de dirimir los conflictos más allá de intermediaciones más incluyentes. El peligro es cuando alguien se atribuye el derecho de determinar el campo de los derechos de los "otros" y nos preocupa cómo el presente individualismo, fragmentación y privatización de la vida pública cristalizan en discursos tan alejados de las prácticas solidarias.

Hay signos inequívocos de lazos rotos e inclusiones perdidas, y el espacio urbano, como ámbito de pugna social no se haya ajeno a este presente.

BIBLIOGRAFIA.

Grillo O. Lacarrieu M. Raggio L.: Políticas sociales y Estrategias habitacionales Espacio Editorial. 1995

Bellardi y De Paula: Villas Miseria: origen, erradicación y respuestas populares. CEAL. 1986

Grassi E., Hintze S., y Neufeld M.R.: Políticas sociales, crisis y ajuste estructural. Espacio Editorial.1994

Minujin y ot.: Cuesta abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina. Unicef- Losada, 1992

O`Donnell G. "Acerca del Estado, la democratización y algunos problemas conceptuales" En Desarrollo Económico. Vol. 33, Nº 130 (Julio/sept. 1993)

Oszlak O.: Merecer la ciudad. Los pobres y el derecho al espacio urbano. Cedes Humanitas. 1991

Oszlak O.: "El Derecho al Espacio urbano: políticas de redistribución poblacional en un contexto autoritario" . Mimeo. 1982.

Notas:

(1) Proyecto de investigación "Los usos de la diversidad cultural en un marco de neoliberalismo conservador. Continuidades - rupturas entre escuela y sociedad." Dirigido por Lics. María rosa Neufeld y Jens Ariel Thisted. UBACYT 1994-1997

(2) La problemática de la política urbana y los desplazamientos de los sectores populares ha sido tratada en trabajos de Oszlak (1982) (1991), Grillo, Lacarrieru y Raggio (1995) Bellardi y De Paula (1986) así como en artículos periodísticos: ...... ).

(3) 85 % de los countries y barrios privados están localizados en el norte del Gran Buenos Aires, con acceso a través de la Panamericana. Clarin 3/12/95.

(4) Nos remitimos entre otros tratamientos del tema a Minujin A (comp.) : Cuesta abajo. (1993) y artículos periodísticos 5. Nos estamos basando en el trabajo de Lopez A. (1996) y la publicación sobre Barrios de Capital Federal de INDEC (1996) sobre la magnitud y distribución de la pobreza en Capital Federal. Si bien los datos están desactualizados, la última información disponible resultado de la encuesta de hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en octubre de 1996 en el área metropolitana, muestran un incremento en las diferentes mediciones: población NBI, por debajo de la línea de pobreza, desocupación, que confirman las tendencias señaladas. Clarín. 9/05/97)

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