Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad

Universidad de Buenos Aires
Secretaría de Extensión Universitaria

30 de septiembre / 1 de Octubre 1999

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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VÍNCULO ANCIANO-MASCOTA: CONDICIONES Y CONSECUENCIAS.

¿AL SERVICIO DE LA SALUD O AL SERVICIO DE LA PATOLOGÍA?

RESUMEN

Zarebski, G.1; Cabrol, D.1; Carlos, C.1; González, B.2; Salomone, M.3; Sarmiento, A.1; Lombardo, E.1 y Marcos, E. 2

El punto de partida de esta investigación es la terapia asistida por animales (TAA), como un enfoque interdisciplinario que implica la introducción de animales en la rutina de una persona, o grupo de personas, con fines terapéuticos. Si bien éstos por sí solos no ejercen un efecto terapéutico, pueden proveer estímulos que favorecen la terapia y la red social de apoyo. En Argentina no existen estudios acerca de la factibilidad de utilizar TAA en ancianos bajo distintas circunstancias, ni de su puesta en práctica en forma científica. Un equipo interdisciplinario de investigadores de la UBA (Psicología-Veterinaria) coteja su aplicación en diversos ámbitos: residencias privadas y públicas, hogares particulares y centro de jubilados. Relata sus avances en la investigación acerca del vínculo anciano-mascota, introduciendo una innovación original, ya que estudia las condiciones emocionales, sociales e institucionales que colocan este vínculo al servicio de la salud o al servicio de la patología. Además, aplica por primera vez y con una interpretación singular, una prueba específica en su batería de evaluación emocional: el ATAT (Animal Thematic Apperception Test). La presente investigación permitirá obtener ciertos impactos en el abordaje de la problemática de la tercera edad, tales como: mejor calidad de vida de los involucrados y moderación de las patologías en la vejez.

1 Licenciado en Psicología 2 Médico Veterinario 3 Asistente Social.

VÍNCULO ANCIANO-MASCOTA: CONDICIONES Y CONSECUENCIAS.

¿AL SERVICIO DE LA SALUD O AL SERVICIO DE LA PATOLOGÍA?

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN

LIC.GRACIELA ZAREBSKI. Gallo 164 8º C - CP 1172, Tel: 4864-2695, gzarebsk@psi.uba.ar. Licenciada en Psicologia (UBA). Ex-Profesora Adjunta Fac.

Psicologia (UBA). Directora de la Carrera de Posgrado de Psicogerontología (Univ. Maimónides). Coordinadora de la Comisión Asesora de la Red de Gerontología (Sec. Salud GCBA). Autora de los siguientes libros: Lectura teórico-cómica de la vejez, Ed. Tekné, Bs. As. 1990. La vejez ¿es una caída?(Para no 'caer' en la vejez). Ed. Tekné, Bs. As. 1994. Hacia un buen envejecer. Ed. Emecé. Bs. As., 1999.

DR. EDGARDO MARCOS. Warnes 28 2º "9"-Tel:4856-6253, pasteur@correo.secyt.gov.ar.

Médico Veterinario (UBA), Doctor en Ciencias Veterinarias (UNLP). Docteur d'Université (Université Blaise Pascal, France). Docente Fac. Cs. Veterinarias, Dto. Medicina Preventiva y Salud Publica, Área Veterinaria en Salud Pública (UBA). Veterinario del Instituto de Zoonosis "Luis Pasteur" (GCBA). DRA.

BEATRÍZ GONZÁLEZ. Franklin 1155 (Villa Tessei)- Tel: 4623-9640 pasteur@correo.secyt.gov.ar. Médica Veterinaria (UBA), Docente Fac. Cs.

Veterinarias, Dto. Medicina Preventiva y Salud Publica, Área Veterinaria en Salud Pública (UBA). Veterinaria del Instituto de Zoonosis "Luis Pasteur" (GCBA).

LIC. ANA CRISTINA CARLOS. Aráoz 543 2º C-Tel:4854-8941. Licenciada en Psicologia (UBA). Analista miembro de la Fundación Discurso Freudiano-Escuela de Psicoanálisis. Psicóloga del Hogar Geriátrico "Guillermo Rawson" (GCBA).

Psicóloga infantil de SMATA.

LIC. ENRIQUE LOMBARDO. Bme. Mitre 2466 2º B-Tel: 4952-5409. Licenciado en Psicologia (UBA). Docente U. N. Mar Del Plata y UBA. Investigador en Gerontología.

LIC. DANIELA CABROL. La Piedad 1621 (Ituzaingó)-Tel:4149-0605. Lic. en Psicología (USAL).

LIC. ALICIA SARMIENTO. Comodoro Py 1388(Adrogué)-Tel:4294-3546.Lic.en sicologia (UBA).

LIC. MARÍA CRISTINA SALOMONE. Juan Bautista Alberdi 1653, 17 " D", C.P. 1406, Cap.- 4633-0038 Licenciada en Servicio Social (UBA).

VÍNCULO ANCIANO-MASCOTA: CONDICIONES Y CONSECUENCIAS.

¿AL SERVICIO DE LA SALUD O AL SERVICIO DE LA PATOLOGÍA? La presente investigación es un Proyecto aprobado y subsidiado por la SECYT de la UBA (TP61) de carácter interdisciplinario e intersectorial. Los investigadores, docentes de las Facultades de Psicología y de Ciencias Veterinarias (UBA), cuentan con el aval de la Secretaría de Salud del GCBA (a través de la Dirección General Adjunta de Programas de 3º Edad y del Instituto de Zoonosis "Luis Pasteur"), la Secretaría de Promoción Social del GCBA (a través del Hogar Geriátrico "Guillermo Rawson" y del Programa de Atención Domiciliaria), de geriátricos privados y de un centro de jubilados.

Estado actual del conocimiento sobre el tema La terapia asistida o facilitada por animales (TAA) es un enfoque interdisciplinario que usa animales como auxiliares de otras terapias, e implica la introducción de los mismos en la rutina diaria de una persona o grupo de personas, con determinadas enfermedades o problemas, como medio de interacción y con un propósito terapéutico, ya que los animales, particularmente los de compañía (AC), están vinculados estrechamente con el bienestar fisiológico y psicológico del ser humano1,2,3.

Si bien se considera que los animales por sí solos no ejercen un efecto terapéutico, pueden proveer estímulos que favorezcan la terapia y que pueden ser aprovechados por el paciente bajo una guía profesional. Un verdadero vínculo humano-animal, que es distinto de la simple propiedad, debe involucrar una relación continua y progresiva, más que una esporádica o accidental; producir un beneficio significativo a los dos; involucrar una relación que es, en algún sentido, voluntaria; ser bidireccional y dar derecho, en la relación, a cada ser a ser respetado.

Usualmente la TAA es utilizada en ancianos, en personas con trastornos psíquicos (emocionalmente disturbadas) y/o físicos (discapacitados); en poblaciones aisladas (en hogares, hospitales, instituciones correccionales) o especiales (enfermos de cáncer, SIDA, Alzheimer, hipertensos, pacientes en rehabilitación).

Los ancianos pueden carecer de motivaciones y de un sentido de utilidad y propósito, más aún si han sobrevivido a sus "otros" más queridos (cónyugue, parientes, amigos)7. Particularmente los ancianos institucionalizados, son los que están en riesgo de problemas asociados con la soledad, favoreciendo los efectos del aislamiento debido a déficits sensoriales, desmejoras en el habla y movilidad y alteraciones en los procesos mentales; suelen sentirse emocionalmente disturbados y una forma de ayudarlos es cubrir sus necesidades de amor y afecto y confortarlos8.

El abandono, la incontinencia afectiva y la carencia de relaciones favorecen la presentación de cuadros depresivos, los que a su vez refuerzan el aislamiento y la soledad, cerrando el círculo.

En una cultura que tiende a aislar a las personas, los AC pueden ser los únicos factores constantes en el entorno. Las personas se apoyan en ellos. Pueden así servir como parte de la red social de apoyo para los ancianos. Así, los AC usados en terapia se convierten en el vínculo mediante el cual puede ocurrir la socialización del paciente.

Los promotores de la TAA atribuyen a los AC: fidelidad, cariño, inteligencia, lealtad, seguridad, "amor"4,5,6, independientemente del éxito social, profesional o económico del dueño, de su apariencia y estados de ánimo. Aseguran que el hablar o tocar a los AC reduce el estrés, produce sentimientos de comodidad y ensueño8; realza el ego y habilidades sociales; proporciona una fuente de interés social, facilita la sociabilidad; alivia la soledad y depresión; levanta la moral y autoestima; reduce la dependencia en medicamentos; provee formas significativas de estimulación sensorial; son un medio de diversión y recreación; y agregan belleza al medio9,10. Finalmente, postulan que pueden usarse los AC en la terapia de ancianos, por los múltiples beneficios que les brindan 11,12.

Toda TAA exige planificación cuidadosa para ser eficaz y evitar posibles problemas; su aplicación depende de las necesidades de los residentes y de los recursos disponibles, normatizándose actividades y cuidados antes de implementarla, teniendo en cuenta también la correcta evaluación de los resultados obtenidos. Si bien en el país hay programas de TAA, según nuestro conocimiento ninguno es aplicado planificadamente en ancianos.

Nuestra propuesta A partir del diagnóstico de situación realizado en los Hogares Geriátricos del GCBA ("San Martín", "Martín Rodríguez" y "Rawson"), como ámbitos posibles de aplicación de esta Investigación, realizamos el siguiente análisis: * En los tres Hogares se observa la existencia de animales (mayoría de gatos y algunos perros), con los cuales los residentes mantienen vínculos de diverso tipo.

* En distinto grado, el vínculo residentes-animales provoca dificultades y conflictos en la convivencia. Habiendo sido detectada esta situación por las autoridades a cargo, manifiestan a los miembros de este investigación su interés en que sea llevada a cabo en esos ámbitos, a fin de contribuir con la misma a la mejora de la situación actual. Estas consideraciones deciden nuestro acuerdo con el inicio de la implementación de la Investigación, adecuándola a los parámetros de la realidad planteada.

Debido a que los aspectos supuestamente beneficiosos del vínculo humano-animal, enunciados teóricamente bajo la denominación general de TAA, daba lugar en los casos observados (tanto a nivel institucional como en hogares particulares) a situaciones conflictivas, incrementando o favoreciendo la patología singular y vincular, nos llevó a proponer como objetivo de esta investigación la determinación de las causas de estos desenlaces no esperables de acuerdo a ese marco teórico.

Si se desea obtener un buen vínculo, se deben estudiar y controlar las variables relativas a los aspectos mentales, emocionales y funcionales y las condiciones institucionales y/o familiares en las cuales éste se desarrolla. Consideramos que, en los casos en los que se detectan condiciones patológicas, se requiere una intervención clara desde el equipo profesional, a fin de canalizar los afectos primarios depositados en el AC al servicio de objetivos terapéuticos. De lo contrario, el vínculo entrará al servicio de la patología.

Esto se ve, por ejemplo, en viejos postrados que, en sus casas, permiten al animal conductas atentatorias contra su higiene y, por lo tanto, contra su propia salud, tomando al animal como extensión de su ser anímico y corporal. A nivel institucional, esto se trasunta en situaciones en las que el animal está al servicio de incrementar la agresión, la indiscriminación sanos-enfermos y la falta de respeto al territorio del otro. De estas observaciones resultan las siguientes hipótesis y objetivos.

Hipótesis general Para que la interacción y/o convivencia de personas de la tercera edad (autoválidas o no, institucionalizadas o no) con AC, mejore su aptitud física, mental y social, se deben estudiar y controlar las condiciones emocionales del anciano y su familia y/o las condiciones institucionales, a fin de evitar que el vínculo favorezca desenlaces patológicos a nivel individual , familiar, grupal o institucional.

Hipótesis especificas * La patología del envejecimiento, a predominio de los trastornos del narcisismo, contribuye a desenlaces de aislamiento, agresividad, regresión, distintas condiciones depresivas, etc.

* El tipo de vínculo establecido con un animal podría dar lugar a una mejoría del cuadro, como lo demuestran múltiples experiencias internacionales.

* La carencia de un manejo adecuado de las condiciones psíquicas del vínculo y de las del contexto, pueden contribuir a empeorar la patología, o sus efectos en el medio. Estos son los casos en los cuales el viejo, institucionalizado o en su hogar, dependiente o no, no ha realizado una elaboración adecuada de su desenlace vital y proyecta en el animal sus anhelos primarios de vínculos narcisistas, impulsividad, conductas irracionales, dificultades con los límites, fallas en la simbolización, etc.

Objetivos * Definir como ámbitos de aplicación el Hogar "Rawson", tres geriátricos privados, domicilios particulares de ancianos atendidos por cuidadoras del Programa de Atención Domiciliaria y un centro de jubilados, en todos los cuales se cuenta con el acuerdo de directivos, profesionales, personal y ancianos.

* Comenzar con la evaluación exhaustiva de las características actuales del vínculo anciano-animal: distintos grupos, características poblacionales de uno y otro, tipos de vínculo establecidos, repercusiones institucionales que genera, actitudes y efectos en el personal y los profesionales.

* Clasificar los casos y las condiciones de vínculo normal y patológico. De esta forma, trabajamos en una primera etapa, simultáneamente, con dos poblaciones: los que se vinculan con animales, con el objetivo, una vez evaluados, de introducir pautas que normalicen el estado actual y los que mantienen actitud de oposición o de indiferencia, con el fin de obtener tolerancia o detectar la posibilidad de introducción de mascotas, de acuerdo a sus preferencias y posibilidades.

De tal modo, se plantea un objetivo agregado a la investigación, como es el de superar enfrentamientos y recelos que generan los animales y mejorar la convivencia entre grupos y/o sujetos enfrentados o distanciados. En una etapa posterior, se trabajará con el objetivo de organizar microemprendimientos relacionados con la crianza y venta de animales.

Técnicas seleccionadas para la evaluación El equipo interdisciplinario confeccionó una entrevista semidirigida, buscando recabar la mayor cantidad de datos para una correcta documentación. Debido a que los casos seleccionados viven en distintos ámbitos, se adaptaron las preguntas, quedando así tres tipos de modelos: (1) para ancianos institucionalizados que ya poseían mascotas dentro de la institución, (2) para aquellos institucionalizados pero que no poseían mascota y (3) para aquellos que tenían una mascota en su casa. Se registraron datos biográficos, datos sobre la mascota, sus cuidados y la relación establecida, así como con los animales en general, y la relación del anciano y su mascota con otras personas convivientes Las capacidades mentales fueron evaluadas por el test Mini Mental State (MMS)13, fácil de aplicar y que permite evaluar orientación temporo-espacial, recuerdo inmediato, atención y concentración, lenguaje y praxias, otorgando una puntaje global.

Para evaluar las capacidades funcionales se administraron la Escala de Actividades Instrumentales de la Vida Diaria14, que muestra cuáles son las actividades que la persona puede llevar a cabo, ya sea por propia incapacidad o por restricciones institucionales, y el Indice de Independencia en Actividades de la Vida Diaria14, para determinar cuántos de los sujetos examinados eran independientes o no.

Para evaluar las capacidades emocionales se administró la Escala de Depresión para Ancianos13, que brinda la posibilidad de ser administrada como autoinforme, aún cuando en la mayoría de los casos el cuestionario fue hecho por el entrevistador.

Para evaluar el aspecto vincular de las personas se administró la Escala de Recursos Sociales (OARS: Social Resource Scale)15, debido a la importancia que tiene para todas las personas y, fundamentalmente para las de tercera edad, la red de contención social. Esta escala posee preguntas específicas para ancianos institucionalizados.

Por último, se aplicó el ATAT (Animal Thematic Apperception Test)9,16,17. Basado en el Test de Apercepción Temática (TAT) de Bellak (que toma la apercepción como una percepción significativamente interpretada, no como un simple proceso sensorial sino como una actualización de complejas organizaciones de representación, afecto, deseo y el lenguaje ligado a ellos), el ATAT consiste en láminas que alternan pares de escenas con y sin presencia de animales y un último juego de tres láminas en las que una pareja está sola o con un perro, variando además la persona que lo sujeta. Su autor sostiene que provee una visión objetiva de la actitud de las personas frente a los animales y que la presencia de éstos mejora la visión social e individual sobre una persona.

En la presente investigación se realizaron dos modificaciones en su toma: 1) se administró individualmente y 2) se aplicó la consigna de Bellak, buscando que el sujeto pudiese ir más allá en la producción del discurso. De los resultados obtenidos se pudo coincidir con Lockwood16,17 en que "las personas con animales fueron consideradas más felices, cómodas, generosas, inteligentes, cálidas y menos tensas, que aquellas que aparecían sin el animal...". Por otra parte, el modo de administración adoptado permitió evaluar no sólo la vinculación con los animales, sino con personajes ubicados en papeles filiales, observando las relaciones duales y triangulares con otros. También, la toma de tiempos de reacción posibilitó ver las situaciones que promovían angustia y la posibilidad de enfrentarse a ellas.

Resultados preliminares del trabajo de campo 1. Hogar Geriátrico "Guillermo Rawson"

Este Hogar cuenta con una población aproximada de 320 ancianos mayores de 60 años. Se seleccionaron aquellos que tenían constituido un vínculo con mascotas, sostenido a lo largo de varios años (en su mayoría con gatos, algunos con perros y sólo en un caso con pájaros).

La presencia de AC, tiene su origen en que el Hogar comparte el predio con el CESAC 10 (Hospital Penna) y con la Dirección de Reconocimiento Médico (DGP del GCBA), teniendo las tres instituciones un portón de entrada en común, con un importante y poco controlado tránsito de personas y vehículos. Sumado a esto, la escasa vigilancia y la amplitud del predio, colaboran para que el Hogar sea sitio frecuente de abandono de AC. Éstos generan una problemática, que puede resumirse en: libre deambulación de animales por todo el predio (incluyendo habitaciones y comedores, adonde son llevados por residentes o penetran a través de puertas y ventanas sin protección, especialmente en horarios de comida o descanso); múltiples sitios de alimentación y refugio, construídos con cajas y cajones (lo que origina acumulación de restos de comidas, convirtiéndose en posibles focos infecciosos); falta de control reproductivo y sanitario de los AC (particularmente en lo referido a zoonosis); imposibilidad de controlar el abandono de animales en el predio; falta de un lugar adecuado donde las mascotas puedan ser alimentadas y cobijarse; y preocupación por parte de las autoridades ante riesgos de transmisión de enfermedades, lesiones, contaminación ambiental y conflictos entre los residentes.

Frente a este cuadro, la tarea de los ancianos que mantienen vínculos con los AC consiste fundamentalmente en responder a las necesidades primarias de los mismos: el trabajo principal se centra en la alimentación. Todos los días se repite la misma situación: preparar los recipientes que van a ser utilizados, conseguir alimento y distribuirlo. Se ha corroborado que, en todos los casos, este tipo de vínculo ya existía previamente en la historia del sujeto, de hecho partimos de esta hipótesis.

El equipo de investigación se reunió con autoridades, profesionales y residentes y planteó una serie de alternativas, que pueden sintetizarse en tres grandes aspectos: (a) reordenamiento interno: generar un espacio único para alimentación y reposo de los AC (cercano a la cocina, con provisión de agua y con características físicas que garanticen su limpieza e higiene); construcción de refugios y "cuchas" (actividad en la que participarían los propios residentes); colocar carteles en la periferia del predio para evitar el abandono de animales en el Hogar; evitar que los animales tengan acceso libre al interior de los pabellones, colocando tejido mosquitero en puertas y ventanas; difundir mensajes (folletos, mensajes radiales) destinados a la comunidad barrial (escuelas, instituciones vecinales) para fortalecer la imagen de que el Hogar es "un hogar" y no un reservorio de aquello que "ya no sirve": viejos y animales.

(b) Desde el área "psi": trabajar con los residentes para establecer normas y límites en la convivencia con las mascotas, haciendo hincapié en la modificación de conductas; incentivar la motivación y colaboración para generar un clima de participación en el cuidado de los AC.

(c) Desde el área veterinaria: se vacunó y desparasitó a los AC y se esterilizaron quirúrgicamente aquellos seleccionados por los propios residentes; se estableció una rutina de consultas veterinarias (desparasitación y control sanitario general de los AC), con entrega de medicamentos y alimentos concentrados; se programó otra jornada de cirugía, a efectos de lograr neutralizar por completo la reproducción de los AC existentes y se sugirió establecer una rutina horaria para su alimentación.

De los casos estudiados, en la mayoría se arribó a una prevalencia diagnóstica de estructuras psicóticas y como es sabido, en ellas la problemática fundamental gira alrededor de la estructuración de lo simbólico18. No sólo a nivel psicodiagnóstico, sino en lo relativo a pautas de convivencia dentro de la institución, se pueden privilegiar los siguientes puntos: todos han tenido, y tienen, problemas de convivencia; en su vida personal la dificultad con su semejante es importante, en su mayoría se destaca como fundamental la soltería y en otros, la disolución del vinculo matrimonial, sólo en uno hay hijos del matrimonio. En algunos casos se ha registrado alcoholismo grave, tendencia a la actuación, inclinación a la injuria con el semejante. La situación de aislamiento y soledad es importante, además de rehusar el contacto social, esto es afirmado en casi todos los casos.

Entendemos que la relación con los AC permite canalizar vínculos que el sujeto no puede vehiculizar con su semejante, por el alto nivel pasional que comporta y, además, por el monto de agresividad que implica. La mascota permite tramitar mociones afectivas, de sumisión, de crueldad y hasta de muerte.

Los ancianos investigados plantean gran dificultad en su existencia social y privada, los problemas en relación a la procreación, la sexualidad y la muerte se agudizan y agravan notablemente en estas estructuras. En todos los casos, los ancianos formularon que si no pudieran sostener la relación con las mascotas no sabrían si estarían en el Hogar. Es de considerar que la dificultad de relacionarse con sus pares es importante. Son sujetos imperativos que se manejan de manera despótica con el otro, que imponen sus ideas en algunos casos hasta por la fuerza.

Es interesante considerar cómo la relación con la mascota, regulada y con ciertas condiciones, permite una organización del sujeto, la que en un inicio era caótica. La mascota le da una razón a una existencia vacía, teñida de dificultades. Permite tramitar la hostilidad, la crueldad, un modo de encontrar una solución a la dificultad frente a la existencia, un modo de simbolizar los temas de la maternidad, el sexo y la muerte.

Un modo de sostener la rutina, ya que suple el lugar de un trabajo, tomado como fuente de gozo y como responsabilidad. Una obligación que permite a cada uno levantarse cada día y sostener un motivo de vida, a través del amor a los animales. Un modo de tramitar lo bestial que habita en cada sujeto hablante.

Decía una anciana, una frase ejemplar: " El que no ama a los animales se vuelve bestia".

2. Hogares Geriátricos Privados Se seleccionaron tres geriátricos: el "Buenos Aires" (donde existía un perro, propiedad de la directora, que tuvo que retirarlo luego de que mordiese a una visita en el hall de la institución), el "San Gabriel" (sin mascotas, pero con presencia de gatos que comían y dormían allí y se relacionaban con algunas residentes) y el "Parque Hogar" (los residentes tienen la rutina de alimentar a los pájaros del jardín, luego de la merienda). Para la selección de los casos se tuvo en cuenta la relación con animales, en base a sugerencias de los encargados de las instituciones. Se trabajó con cinco mujeres y dos hombres, cuyo promedio de edad fue de 83 años, y todos sin diagnóstico de patología psiquiátrica.

Hasta el presente se puede inferir que los residentes que más se relacionan con AC, dentro o fuera de la institución, desarrollan un mayor sentimiento de pertenencia al lugar, además de generarles una rutina, lo que le da mayor importancia a su cotidianeidad.

En una segunda etapa, se estudiará la posibilidad de insertar en las instituciones AC u otras mascotas, evaluando los efectos benéficos y otras variables vinculadas a la selección e inserción de los mismos.

3. Ancianos del Programa de Atención Domiciliaria Se realizaron reuniones previas con la Supervisión del Programa Social de Mayores (Prosoma), dependiente de la Secretaría de Promoción Social (GCBA), para explicar la investigación y seleccionar los casos, de acuerdo a que la convivencia con mascotas constituyese un aspecto positivo o dificultara la relación anciano - cuidadora.

Una vez seleccionados siete casos de ancianos asistidos por el Programa, se mantuvieron reuniones con los mismos y sus respectivas cuidadoras para obtener su acuerdo. Los casos seleccionados son ancianos mayores de 70 años, con escaso o nulo deterioro senil. Todos habitan en vivienda propia o alquilada y presentan recursos sociales con deterioro. Un criterio de selección fue que convivieran con una o más mascotas.

Hasta el presente se ha observado que, en la mayoría de los casos, se presenta: escaso deterioro de la orientación, la atención y el recuerdo; los ancianos ayudan ocasionalmente en las tareas de la casa y en los cuidados personales; tienen manejo independiente del dinero; presentan limitaciones para transitar solos en la vía pública y para realizar trámites; sus historias de vida presentan marcadas carencias afectivas pasadas y presentes; el sentimiento de soledad es recurrente y está moderado por la presencia del AC; ese vínculo tiene escasos límites y todos presentan un alto grado de consenso en resaltar la importancia de la compañía de una mascota.

4. Centro de jubilados Se trabajó en el Centro de Jubilados "14 de abril", del barrio Agronomía de la Ciudad de Buenos Aires, donde se realizan diversas actividades socio - culturales - recreativas.

Se introdujo el tema en el grupo de reflexión que funciona en el Centro y se seleccionaron 7 mujeres, mayores de 65 años, que conviven o han convivido con animales.

A partir de la aplicación de los instrumentos de evaluación, se pueden extraer las siguientes observaciones preliminares: el AC es tomado como un integrante más de la familia; todas consideran que comparten con el AC códigos de comunicación complejos, tales como interpretación del estado de ánimo, pensamientos e intenciones del otro; en general, se sienten reconocidos afectivamente por su mascota; el reconocimiento valorativo que obtienen de su AC reafirma su autoestima; la mayoría recomienda vincularse con un AC como recurso frente a problemas como la soledad y el aislamiento; las relaciones con animales no son recientes, en general todos han tenido una rica historia de vínculos con animales, ya sea propios o ajenos, y AC u otro tipo de mascota.

A modo de conclusión se puede expresar que, transferencialmente, el animal puede ocupar el lugar de compañero, hijo, confidente, amigo. Podríamos denominar a esta cualidad como de intermediación afectiva y social. Esto significa que el AC será mediador entre el yo del anciano y el establecimiento de lazos sociales. O sea, que el AC se constituiría, al decir de Winnicott19, "...en una zona intermedia..." que sirve de puente entre las experiencias puramente subjetivas y las objetivas.

Consideraciones finales Si bien el trabajo se encuentra en su primer periodo de desarrollo, podemos avizorar interesantes perspectivas al poder cotejar las diferentes realidades observadas en los distintos ámbitos de aplicación de esta investigacion. Se aspira a establecer relaciones entre modos de envejecimiento, normal o patológico, y distintos contextos que propicien o no el vínculo entre ancianos y animales, que generen dificultades grupales o produzcan manejos iatrogénicos; condiciones todas que será necesario evaluar cuando se intente propiciar el mencionado vínculo.

Este trabajo no se ha limitado, como se puede apreciar, a la aplicación de las técnicas propuestas, sino que ha tenido en cuenta las dificultades institucionales, grupales, familiares e individuales que sirven de contexto y, a la vez, son generadas por el vínculo humano-animal, aportando posibles medidas a adoptar para su solución.Pensamos que a partir de esta investigación podremos enriquecer los alcances y aplicaciones de la TAA en ancianos, en cuanto a su potencialidad como técnica terapéutica y en el mejoramiento de la calidad de vida en la tercera edad.

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