¿QUÉN PISÓ AQUÍ?:

ACERCAMIENTO INTERPRETATIVO A LAS DISTRIBUCIONES DE BALDOSAS Y DETERMINACIÓN DE PISOS ARQUEOLÓGICOS. EL CASO DE LAS RUINAS DE SAN FRANCISCO. MENDOZA. ARGENTINA

Lic. Horacio Chiavazza

Lic. Valeria Cortegoso


 1 . INTRODUCCIÓN

Las Ruinas de San Francisco son los restos de un templo originalmente jesuita. Esta orden se instaló en la ciudad de Mendoza en 1608, merced a la donación de una propiedad que les hiciera, por intermedio de la viuda Doña Inés de Caravajal, la familia Lope de Peña. La iglesia fue construida por La Compañía de Jesús entre 1716 y 1731 y se derrumbó con el terremoto que asoló la ciudad de Mendoza en 1861 (foto 1). Las ruinas, declaradas Monumento Histórico Nacional en 1941, son al único vestigio material de la Mendoza colonial en pie dentro de la ciudad.

En las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en los últimos tres años, se han relevado gran parte de los restos materiales asociados a esta construcción, pero además, se localizaron los restos de un templo más antiguo, el primero que erigiera la Compañía entre 1608 y 1716. Se descubrió parte del piso de aquella construcción. El objetivo de este trabajo es la definición espacial de los sucesivos pisos y su comparación analítica a efectos de tener una imagen más clara de la procedencia cronológica y espacial de los entierros humanos descubiertos.

La existencia de un templo más antiguo está documentada, pero con referencias poco precisas en cuanto a sus características, tamaño y localización específica, por lo tanto, los datos relevados en el trabajo arqueológico han sido fundamentales para conocer determinados aspectos. Las implicancias que este estudio tiene para la interpretación general de los demás restos materiales es fundamental. Como se ha mencionado en trabajos anteriores, la delimitación de las estructuras arquitectónicas que ocuparon el terreno, es imprescindible para reconocer los patrones espacialidad de los entierros (Chiavazza et al 1997; Cortegoso et al 1998).

El que sigue es un análisis distribucional de las baldosas enteras y fragmentadas halladas y que pertenecieron a los pisos de los distintos templos. Debido a factores depositacionales y postdepositacionales, los pisos aparecen desestructurados en gran parte de la superficie excavada. Por medio del análisis de la dispersión horizontal y vertical, se pretende conocer la dimensión del templo más antiguo y la relación espacial en el terreno que ocupó. La presencia de este piso es fundamental para determinar aproximadamente el área del predio que pudo haber cubierto, ya que sin dudas era de menores dimensiones que el segundo edificio.

Este análisis busca constituir una base inicial de contrastación a las hipótesis referidas a la situación de espacialidad de la sucesión de templos. Esta base se ampliará luego con la incorporación de otros materiales del contexto: constructivos, cerámicos, vidrio, metales, etc. . Se planteó como hipótesis que el registro esqueletario descubierto corresponde a momentos distintos y dentro de espacios arquitectónicos diferenciados. La definición de situación espacial de las inhumaciones respecto a los sucesivos templos, indicaría además de la ubicación cronológica relativa, aspectos que hacen a la jerarquización social. Debido al "palimpsesto" (Binford 1988) que presentan los conjuntos esqueletarios articulados y en situación primaria, con otros removidos de su su situación original y en posición secundaria, surge la necesidad de ordenar las muestras rescatadas en función a los contextos de asociación. Un perfil de la estructuración social emanaría según esta hipótesis, de la realización de la inhumación dentro o fuera de los templos.

Como se mencionó en un trabajo preliminar, hay vastos antecedentes para Europa y América, en los que se reseña el entierro de personas dentro o fuera de los templos según su posición socioeconómica. En tal sentido, el estudio distribucional de los pisos de uno y otro templo, pueden ser un paso fundamental para corroborar la organización de las muestras esqueletales, basada hasta el momento en la caracterización de matriz sedimentaria, delimitación de fosa y características del ajuar (Cortegoso et al 1998). La organización analítica de las poblaciones mortuorias requiere una explicación de las distribuciones de pisos, ya que la definición de los límites estructurales de cada templo supondrán un ordenamiento cronológico inicial (primer paso de contrastaciones de hipótesis) de los conjuntos de esqueletos y/o huesos.

 

2 . METODOLOGÍA

Este análisis permite evaluar algunos aspectos que están en relación a procesos de formación de sitio; agentes naturales y antrópicos que dejaron su impronta en el terreno en los últimos 390 años. Explicar el registro desde tal aproximación es un paso previo necesario del trabajo, desde el que luego se dispondrán los datos para reconocimiento de patrones en el registro. La contrastación de las hipótesis planteadas busca acceder a un nivel explicativo de los procesos sociales, en este caso, en una escala urbana de comportamiento (Chiavazza et al 1998).

La selección de áreas excavadas desde 1995 tuvo como objetivo fundamental "...brindar respuestas de índole constructivo. Se planteó la necesidad de constatar la verdadera imagen y jerarquía del edificio y a su vez, buscar la forma adecuada para su consolidación y revalorización definitivas." (Abal 1998,69). La orientación de esta etapa fue guiada por el material documental existente y la estructura aún en pie del segundo templo.

La superficie del segundo templo contenida dentro de los límites del terreno municipal, que involucra atrio y templo (sin el sector de altar), abarca una superficie de 972,2 metros cuadrados. Sumado el espacio que ocupaba el colegio adyacente al norte del templo (1.696 metros cuadrados ), la superficie total asciende a 2.668,2 metros cuadrados. Las excavaciones practicadas en la totalidad del predio se distribuyeron en 15 sectores, dentro de los cuales, la unidad mínima de intervención es la cuadrícula de 1m2 . El total excavado es de 148 metros, es decir, una superficie equivalente al 5,54 % del área total.

La relación entre superficie total y áreas excavadas, permite la aplicación de criterios de muestreo para concluir el grado de representatividad del espacio intervenido. Aun cuando el trabajo de excavaciones no estuvo orientado por ningún diseño de tales características, se podría articular la información obtenida con un criterio que se ajuste a un muestreo estratificado, abocado en este caso la definición de situaciones estructurales del segundo templo. Es decir, se acerca a un criterio de muestreo sistemático estratificado, en el que se excavaron superficies de distintos estratos en una relación porcentual representativa. El trabajo se orientó a resolver cuestiones relacionadas con la estructura del templo, aunque no se intervinieron equitativamente las cuadrículas.

Observando los quince sectores intervenidos, aparece la siguiente distribución de áreas básicas a considerar en la conformación del muestreo.

Croquis general de sectores básicos considerados en la estrategia de muestreo

 7 . ALTAR

 6. PRESBITERIO

 5 . CRUCERO

 3 4 8. COLEGIO

N N

L L

2. NAVE N

S CENTRAL O

U R

R T

E

1 . ATRIO

Las determinaciones espaciales no son métricamente exactas respecto al templo. Se han usado denominaciones generales en base al plano de 1788 de Comte y a los elementos estructurales aún visibles. Las superficies calculadas en metros cuadrados corresponden al total, sin considerar espacios del terreno ocupados por elementos constructivos que en rigor deberían restarse a la supercie arqueológicamente testeable. El croquis es un organizador aproximado del universo muestreable y los ocho "estratos" que emanan del mismo.

sector estructural muestreado sectores arqueológicos que involucra según excavaciones (nº) superficie total involucrada (m2) y porcentaje que representa en el conjunto total excavable superficie parcial excavada cantidad de unidades por sector
1 Atrio 3, 5,16 12x17= 204 (7,64 %) 28 m2 (13,72%)
2 Nave Central 5, 6,7,8,9,11,14,16 27x7,5 = 202,5 (7,58%) 41 M2 (20,24%)

3 Nave Lateral Sur

8,11 38x3,7 = 140,6 (5,26%) 5 M2 (3,55%)

4 Nave Lateral Norte

5,13,15 38x3,7 = 140,6 (5,26%) 9 M2 (6,40%)
5 Crucero 9, 10,11,16 8x19,5 = 156 (5,84%) 37 M2 (23,71%)
6 Presbiterio 12 9,5x13,6 = 129,2 (4,84%) 11 M2 (8,51%)
7 Altar   0 0
8 Colegio 1, 2 1.696 (63,54%) 17 M2 (1%)
totales   2.668,2(100%) 148 M2 (=5,54%)

El total de templo es de: 972,2 metros cuadrados

El total de colegio es de:1.696 metros cuadrados

La superficie total del predio es de: 2.668,2 metros cuadrado

El total excavado es de 148 metros cuadrados

Los estratos (sectores) están excavados en una proporción representativa en lo que al templo se refiere (interior y atrio). Por ejemplo, el sector de atrio representa un 7,64 % en el contexto superficial total bajo análisis y las excavaciones han cubierto una proporción del 13,72% de esa área. Este tipo de relación se mantiene en los retantes sectores estratificados, por lo que se puede asegurar que los niveles de representatividad de las áreas abiertas y excavadas son altos. Donde se observa una deficiente representatividad de la muestra es en el sector del colegio. Esto se debe a que la etapa de excavaciones en ese sector aún no se ha iniciado.

El análisis, como se mencionó, es un aporte a la contrastación de hipótesis previas. El mismo se centra en un elemento del contexto: las baldosas pertenecientes a los dos templos.

El análisis se realizó considerando las siguientes variables: sector (dentro del predio de las ruinas), cuadrícula, profundidad, posición (1º o 2º), tipo (vidriada clara, vidriada oscura, cuadrangular). Los elementos se consideraron por unidad ya sea que se tratara de baldosas enteras o fragmentos.

Los datos se procesaron en una planilla de cálculo excel 5.0. Las variables se combinan a por medio de fórmulas (función de lógica) que se presentan a modo de gráficos Los gráficos correlacionan comparativamente las variables con los dos tipos de baldosas que caracterizan el templo.

3-BALDOSAS Y PISOS: EL ANÁLISIS

Los pisos no aparecieron claramente definidos durante la excavación. La situación de fragmentariedad y reposicionamientos debido a factores depositacionales (excavaciones de tumbas, eventos constructivos) y posdepositacionales (aluviones , terremotos, saqueo de materiales constructivos

-foto 1- crecimiento de árboles, instalación de servicios etc.) obligan a considerar la muestra atendiendo cuantitativamente las posiciones de los dos tipos básicos que caracterizan uno y otro piso. Baldosas hexagonales vidriadas en una de sus caras para el primer templo, cuadrangulares sin vidriado ni tratamiento alguno para el segundo templo.

El piso que corresponde al templo en ruinas, está caracterizado por ser de baldosas cuadrangulares de cerámica anaranjada, de 20 cms por lado. El piso de la primera iglesia era de baldosas de cerámica de forma hexagonal de 20cm. de diámetro, con vidriado en una de sus caras.

La siguiente tabla es la resultante de la contabilización total de elementos discriminando los dos tipos básicos de baldosas

 

Tabla de cantidades de "baldosas" (total analizado y cantidad de cada grupo):

 

Vidriadas-hexagonales* (1º templo Jesuita)

Cuadrangulares*

(2º templo Jesuita)

Total

828

54

882

* incluyen elementos

enteros y fragmentos  

 

3-1.COMPOSICIÓN DE LA MUESTRA

 

Se observa una relación porcentual comparativa entre los tipos de baldosas incluyendo fragmentos y enteros. El total de las piezas asciende a 882 = 100% recuperado entre mayo de 1995 y mayo de 1998). La relación porcentual entre los elementos vidriados y los cuadrangulares es de 94% y 6% respectivamente. Se manifiesta un notable contraste en cuanto a las cantidades de baldosas y/o fragmentos descubiertos de uno y otro grupo tipológico. Puesto que la primer iglesia era de menores dimensiones, podría pensarse que sus restos tuvieran menor representación en el conjunto total que los del templo más tardío. Sin embargo, la conformación que muestra el gráfico 1 responde a dos factores importantes en la configuración de la muestra arqueológica analizada.

GRÁFICO 1: COMPOSICIÓN DE LA MUESTRA

En primer lugar se considerará lo referente a los problemas de muestreo. Hasta la actualidad, las excavaciones en área fueron concretadas con un criterio que no guarda relación proporcional entre área excavada y tamaño de los templos, distorsionando la proporción de muestreo para cada estructura arquitectónica. En los sectores en los que se priorizó la excavación, la superficie que estuvo ocupada por el primer templo ha sido cubierta en una extensión que no se ha alcanzado para el templo en ruinas. Es decir que en el primer caso hay una cobertura en el muestreo que es muy superior a la del segundo (esto impide cierto nivel de detalle comparativo en cuanto a la totalidad de los dos universos). Esto responde entonces a la estrategia de campo; pero hay otro aspecto importante a considerar y que se relaciona directamente con la conformación del depósito y sus procesos de formación.

El templo que los jesuitas inauguraron en 1611, fue prácticamente destruido por un aluvión ocurrido en 1716. Este fenómeno quedó patentizado en los estratos y actuó parcialmente como sello. Esto permitió la conservación del piso hexagonal del primer templo. Hay pequeños paños del mismo que aún permanecen en posición primaria; conformados por no más de ocho baldosas fragmentadas (foto 2). Por otra parte, hay fragmentos de este piso en posición secundaria, distribuidos en un área específica del predio y en un amplio rango de profundidades, como se detallará más adelante.

A los 140 cm. de profundidad aparece una importante cantidad de fragmentos (no entran en este análisis) asociados a un claro contexto aluvional. Estos restos, ubicados en posición inclinada e incluso verticales, dentro de matrices limo arcillosas típicamente aluviales, se asocian en general a cárcavas y cortes rellenos de material arenoso. El aluvión favoreció la conservación de mayor cantidad de restos de baldosas hexagonales (fotos 3 y 4).

El piso del segundo templo, de baldosas cerámicas cuadrangulares, aparece en menor cuantía debido en parte, al fenómeno que determinó el final de su existencia: el terremoto de 1861. Por un lado se debe considerar el gran deterioro que debe haber causado el impacto de la mampostería y techos derrumbados sobre el piso. Además del daño causado por el terremoto, se produjo luego una intensa actividad de búsqueda de objetos de valor. Con el tiempo y de modo sostenido, incluso hasta los años 80 del siglo XIX, la mayor depredación se concentró en la sustracción de elementos constructivos, tales como ladrillos y baldosas (foto 1). Estos elementos se utilizaron en la reedificación de la ciudad. Debe tenerse en cuenta para comprender este fenómeno, que los elementos constructivos empleados por los jesuitas en el templo, eran de una excepcional calidad para la época. La gran mayoría de la construcciones de entonces, y aun las de siglos posteriores, se hacían en adobe. Por lo tanto, la presencia de estos ladrillos y baldosas fue aprovechada para nuevas construcciones, como ha quedado patentizado en algunas fotografías antiguas.

Sintetizando, tanto las características del muestreo realizado hasta la etapa de excavaciones que estamos analizando, como los factores que intervinieron en la conformación del registro, determinan la baja presencia proporcional del piso más reciente respecto del más antiguo. Esto es lo que se patentiza en el gráfico 1.

3- 2 POSICIONAMIENTOS DE LAS PIEZAS RECUPERADAS

 

Gráfico 2:POSICIÓN DE LAS PIEZAS DE CADA GRUPO

En este segundo gráfico se visualizan los posicionamientos primarios y secundarios de las baldosas de uno y otro templo.

En el caso de las baldosas vidriadas se observa como del 94% que representan en el total de la muestra, la distribución por posicionamientos da en una relación del 31% en posición primaria, contra un 69% en posición secundaria. Esto demuestra el alto nivel dispersivo que generó el avenimiento aluvional, como así también otros procesos de intervención previos a nuestras excavaciones. En contextos de entierros aparecen gran cantidad de fragmentos, como rellenos de fosas. Este fenómeno se repite en los pozos de saqueo y carcavamientos (fotos 3 y 4). La relación porcentual existente en el restante 6% de la muestra, correspondiente al piso de baldosas cuadrangulares, demuestra una relación inversamente proporcional a los porcentajes del primer piso. La distribución se da en un 74 % para posicionamientos primarios y en un 26 % para los secundarios. Es importante destacar la procedencia de los datos aquí presentados. Este tipo de baldosas proviene de sectores que en general demuestran situaciones particulares de conservación, tales como pisos articulados debajo de bloques de muros y/o pilastras caídos que habrían sellado esos sectores de piso y los habrían librado del saqueo (foto 4). El número total de baldosas cuadrangulares, entre enteras y fracturadas, que compone la muestra asciende a 54 elementos para este nivel de pisos. En muchos casos las baldosas que aparecen en pequeños paños, muestran un alto índice de fragmentariedad, aún manteniendo su posición primaria. Esto demuestra el fuerte impacto que sufrieron los pisos al derrumbarse el templo con el terremoto de 1861. El bajo número de hallazgos abona la idea de que el segundo templo fue saqueado.

3-3. ESTADOS SEGÚN LOS DISTINTOS TIPOS DE BALDOSAS

 

Gráfico 3: ESTADO DE LOS GRUPOS

En el gráfico 3, pueden observarse las relaciones porcentuales de cada grupo tipológico según el estado de conservación. Es muy interesante observar que el nivel de fragmentariedad de baldosas vidriadas es elevado: 97%, contra un 3% de elementos enteros. Por contraste, las baldosas cuadrangulares presentan un mayor porcentaje de elementos enteros: 20% contra un 80% de fracturados. El elevado índice de elementos vidriados fracturados debe interpretarse como resultante de un gran impacto desestructurador cuando se comenzó la edificación del monumental templo de la 2º época y sucesivos procesos de formación del sitio, como se mencionó más arriba. La fragmentariedad debe entenderse también, como el resultado de las excavaciones que se realizaron en el templo. En los contextos de relleno de las fosas de entierro aparecen tanto tejas como baldosines del primer templo. Por otra parte estos materiales son los que constituyen los rellenos de base de la segunda iglesia.

Los restos de baldosas hexagonales descubiertos en contextos de cubeta de entierros no deben ser tomados como resultantes de actividades de enterramientos producidas excluyentemente luego del año 1731 en que se inaugura el 2º gran templo. Accidentes en la excavación y extracción de pisos en momentos comprendidos entre 1609 aproximadamente y 1716, que es el período de uso del primer templo, pueden haber arrojado también restos en las cubetas de entierros correspondientes a ese período.

 

3-4. DISTRIBUCIÓN DE BALDOSAS SEGÚN SECTORES Y DEFINICIÓN DE PISOS

 

Gráfico 4: Distribución de Baldosas según los sectores excavados

En este gráfico se presenta el resultado de la combinación de la variable espacial, por medio de sectores del sitio y los distintos tipos de pisos. El objetivo de tal comparación, es determinar de un modo aproximado, los sectores y superficies involucrados por los restos de cada uno de las construcciones. En el caso de la primer iglesia este es un dato fundamental, puesto que por los escasos datos documentales existentes, no se sabía, antes de comenzar las excavaciones, el área pudo haber ocupado el templo.

El gráfico, evaluado conjuntamente al plano del templo y los sectores intervenidos, denota la especialidad de las sucesivas superficies que ocuparon las plantas de la primera y la segunda iglesias construidas por la Compañía de Jesús. Los sectores 9, 10 y 11 corresponden al sector de crucero de la iglesia hoy en ruinas. Como puede observarse, existe en el mismo una definitiva concentración de elementos de piso vidriado; la curva porcentual marca con claridad lo que habría sido la superficie en la que se elevaba la primera iglesia. Esta iglesia era de menores dimensiones que la que se encuentra en ruinas, esto queda también plasmado en este gráfico; concentraba su estructura en el acotado sector que posteriormente ocupó ó el crucero del segundo templo.

La importante concentración de baldosas cuadrangulares en ese mismo sector se debe a la conservación de dos pequeños paños y parte de un posible escalón, que evidentemente escaparon al saqueo. La acumulación de escombros que debe haberse registrado allí, por tratarse de sector más elevado del templo, no justificaba su remoción, dado que el crucero es un espacio amplio, abierto y que no concentra mayores cantidades de elementos aprovechables, que tendían a extraerse de paredes y pilastras (foto 5).

Este gráfico es de utilidad para contrastar la localización y el límite estimado para el primer templo (Cortegoso et al 1998). En aquel trabajo se planteó que la excavación realizada en un sector ubicado hacia el este del crucero, correspondería al exterior de la iglesia; este lugar, según las prácticas vigentes en la época habría sido utilizado para la inhumación de los restos de las clases "desposeídas", mientras estuvo en pie la primera construcción. De este modo, contrastando esta información con la procedente de las profundidades de entierros, distribuciones de conjuntos óseos, contextos de entierro asociados y los niveles sucesivos de los pisos de uno y otro templo, podremos organizar la muestra de restos esqueletarios según su adscripción cronológica y distribucional. Esto es fundamental si se considera la relación de espacialidad de entierros en cuanto reflejo de la jerarquización social.

Por lo observado hasta el momento, el sector 8, inmediatamente contiguo al límite Este del primer templo, manifiesta una interesante situación de superposiciones y mezclas de contextos de entierro (posiciones primarias y secundarias) que involucran por lo menos 250 años de entierros (no necesariamente continuos, las reformas liberales de cementerios públicos no se reglamentaron sino hasta la década del 1820 incidieron en tal tópico como un hiato hasta 1861, en el que posteriormente al terremoto habría servido de cementerio nuevamente).

 

3-5.DISTRIBUCIÓN ESTRATIGRÁFICA DE ELEMENTOS Y SECUENCIA DE PISOS

 

Gráfico 5: Distribución por profundidades

Articulando los gráficos 4 y 5, la determinación de espacialidad de los pisos cobra una dimensión diacrónica. En el gráfico 5 puede observarse cierta regularidad en la frecuencia de comportamientos de distribución secuencial de baldosas y fragmentos (dos pulsos de marcas tope). La diferencia radica en el comportamiento de las curvas. Las baldosas vidriadas mantienen una curva en los picos de mayor presencia porcentual (91-100//101-110 cm. el mayor "domo" superando los 180 elementos y 131-140// 141-150 cm. el más bajo, que oscila entre los 100 y 110 elementos). En tanto, la curva de las baldosas cuadrangulares se comporta con dos hitos puntuales (51-60 con menos de 20 elementos y 81- 90 cm. de profundidad con 20 elementos).

Es preciso volver a enfatizar la idea de lo fuertemente afectados que estuvieron estos pisos a factores de alteración posdepositacional, natural y antrópica, de lo que se desprende la imposibilidad de otorgar un carácter absoluto a la situación de pisos en posición primaria a partir de pequeñísimos sectores de "parches" en los que pudieron localizarse partes mínimas del total muestreado. Por esto parece más rentable, entender el análisis de determinación secuencial a partir de la evaluación de porcentajes de distribución estratigráfica, articulando y dándole coherencia a las conclusiones emanadas del análisis de idéntica índole, aplicados al análisis superficial de pisos. Igualmente es un hecho, que la información cualitativa que ofrece un paño localizado en situación primaria es más fiable para establecer su posición secuencial que para concluir relaciones de superficie de los pisos.

En el gráfico podemos observar un comportamiento similar en las curvas de distribución. Quizá se deba a los idénticos hechos singulares de catástrofes que concluyeron con la existencia de ambas estructuras. La diferencia en el comportamiento de las distribuciones quizá se exprese en el hecho puntual que supone un terremoto (caso de las baldosas cuadrangulares) y otro más sostenido y dispersor que supone el aluvión y posterior reedificación.

Lo cierto es que la distribución secuencial de pisos quizá deba interpretarse en el rango de los 100 cm. de profundidad promedio para la localización del primer templo y de 80 cm. para el segundo. Con potencias de dispersión que oscilan los 30-40 cm. en el segundo piso y los 40-50 para el primer templo.

3-6 . DETALLE DE POSICIONAMIENTOS SEGÚN PROFUNDIDADES PARA BALDOSAS VIDRIADAS

Gráfico 6: VIDRIADAS:POSICIONES Y PROFUNDIDADES

Una forma de testear las afirmaciones antes realizadas en cuanto a la localización de pisos vidriados puede visualizarse en el gráfico 6. En el se correlacionan porcentualmente las variables de posicionamiento de baldosas y su profundidad. Si se toma el 100 % de las baldosas vidriadas ubicadas en posición primaria ( el 31 % de todas las vidriadas) se observa que el mayor índice, incluso contrastado con todas las localizadas en situación secundaria, se da con un 43 % entre los 101-110 cm. El comportamiento de posicionamientos primarios oscila entre los 91 y 110 cm. como cotas de máxima variabilidad de elementos localizados en situación primaria. Esto se manifiesta como una tendencia alta que engloba al 82% del total para descender abruptamente a un 17% en las cotas comprendidas entre los 131-150 cm.. Las tendencias de posicionamientos secundarios se comportan de modo distinto y si bien se observa una tendencia lineal que reparte porcentajes que van desde el 24% al 28 % distribuidos en la secuencia que involucra el paquete de los 91 a los 150 cm., el comportamiento de mayor presencia (28%) se da en relación inversa al de la curva de presencias en la relación de posición-profundidad. Si se atiende el alto nivel de re-posicionamientos (69%), la tendencia bastante homogénea que manifiesta su distribución secuencial) y su inversión de proporcionalidades respecto a posicionamientos primarios pueden asentar la profundidad en la que se localiza el piso del primer templo.

Una explicación para la continuidad que tiene la línea que indica la presencia de baldosas en posición secundaria en este rango tan variable de profundidades además de que se mantenga pareja la proporción, puede tener que relación con algún proceso de homogeneización estratigráfica causada por los agentes naturales y antrópicos que hemos mencionado. Probablemente se podría comprobar si se cruzan los datos de los sectores donde aparecen las baldosas en posición secundaria y algún registro de campo sobre unidades de estratificación "perturbadoras". Por mencionar algunos ejemplos se dan los casos de sector 11 (crucero) y 8 (límite Este del piso vidriado con máximas concentraciones de enterramientos):

-cuadr 132 s.: Presenta una cárcava con baldosas y fragmentos del tipo vidriado hexagonal a 151,5 cm. de profundidad. Se localiza por debajo de raíces y en la base de una cubeta con rellenos modernos.

-cuadr 133 s.: En el perfil oeste, y en las adyacencias de la cubeta mencionada 95 cm. de profundidad. A 97 y 115 cm. Se detectan fragmentos de baldosas vidriadas.

-cuadr C-D y E: Los fragmentos de baldosas vidriadas se localizan entre los 143 y a50 centímetros, asociados a una fosa con un entierro humano.

-cuadr 260 s.:apareció 1 fragmento de baldosa vidriada a 145 en posición secundaria y asociado a excavaciones de instalación de servicios y raíces.

3-7.DETALLE DE BALDOSAS VIDRIADAS EN EL SECTOR CRUCERO, SEGÚN SU POSICIÓN PRIMARIA O SECUNDARIA

 

Gráfico 7: VIDRIADAS SECTOR CRUCERO:PRIMARIA Y SECUNDARIAS

Concentrando aun más la atención en un sector de alta densidad de apariciones de baldosas vidriadas como "el sector crucero" se denota la siguiente relación: sobre un total de 333 elementos considerados, los posicionados en situación primaria concentran un número total de 130 en la cota de 91-100//101-110 cm. de prof. En tanto, los elementos en posición secundaria son 203 y tienen una manifestación secuencial continua entre las mismas cotas. Se destaca como el pico de mayor concentración de elementos en posición secundaria se produce entre los 91-100 cm. en coincidencia el pico más alto de los restos localizados en posición primaria. El ascenso de apariciones secundarias entre los 141-150 centímetros indica la correlación de entierros e impactos al piso y redepositación de fragmentos producidas probablemente en las inhumaciones.

 

Gráfico 8: BALDOSAS CUADRANGULARES DETALLE DE POSICIONAMIENTOS EN SECUENCIA DE MAYOR DENSIDAD

Tal como se concentró el análisis de baldosas vidriadas para especificar sus posicionamientos y situación secuencial, en el caso de las baldosas cuadrangulares del segundo templo se denota una situación de máximas concentraciones de posicionamientos primarios en la cota de los 81-90 cm. de profundidad.

La tendencia no aumenta en apariciones hacia mayores profundidades, sino desciende abruptamente. La tendencia de la curva manifiesta, por el contrario, un ascenso desde la cota más superficial de los 51-60 cm., en la que se manifiesta un 44 % de elementos en relación a la cota de mayores presencias. Esto ha quedado claramente ilustrado en el gráfico 8. Los posicionamientos secundarios son muy escasos y concentran sus números en la cota de 51-60 cm. disminuyendo abruptamente hacia cotas más profundas.

En definitiva, en tanto que las baldosas del primer templo tienden a manifestarse con fuerza en los 100 cm. de profundidad, y su dispersión secuencial aumenta hacia cotas más profundas hasta los 150 cm., la tendencia de baldosas cuadrangulares concentra su aparición en los 81-90 cm. Pero proviniendo de una tendencia alta entre los 51-60 cm., y disminuyendo abruptamente su aparición en cotas inferiores a los 90 cm.

4- DEFINICIÓN ESPACIAL DEL PRIMER TEMPLO

A partir del análisis espacial de la distribución de baldosas vidriadas en posición primaria y secundaria se definieron los límites máximos del primer templo y el área en la que fragmentos de su piso se distribuyeron por procesos que alteraron el depósito desde el aluvión de 1716. En la figura 1 se han superpuesto estas áreas al plano del templo hoy en ruinas. El área central que aparece en color más oscuro referencia las cuadrículas en las que se rescataron baldosas en posición primaria (paños de hasta ocho elementos). De este espacio mínimo podría suponerse que el límite Este es el que más se aproxima al límite real, puesto que las excavaciones en planta continuaron en esa dirección sin hallar más allá de la línea que aparece definida, ningún resto en posición primaria. Lo mismo sucede con el lado norte. En el caso de el límite oeste la delimitación responde al alcance del área excavada. Sin embargo a nueve metros de este flanco se abrió otra excavación en planta en las que no se encontró resto alguno del primer piso (esto demarca el límite máximo de dispersión). Por lo tanto el límite real de pisos puede variar en un rango de aproximadamente ocho metros que deberán sondearse para su corroboración. El sector sur también coincide con la apertura del área trabajada. Sin embargo, puesto que el trazado de la calle paralela al templo se encuentra a escasos metros, es probable que la orientación del templo haya sido la misma que la de la segunda edificación, la ampliación hacia el oeste podrá confirmar esta aseveración. La zona más clara define un área en la que se distribuyen de acuerdo al rango estratigráfico que hemos analizado, baldosas y fragmentos en posición secundaria (ver gráfico 6).

Se mencionó que uno de los aspectos más relevantes de la definición de los límites de la estructura arquitectónica es su contextualización con los episodios de entierro. En este sentido es importante destacar que la gran mayoría de las sepulturas intervenidas durante los tres años de excavaciones se encuentran desde esta zona nuclear del primer templo hacia el este, es decir, donde los límites han sido definidos claramente.

Esto permite corroborar en parte la hipótesis sobre la configuración del paquete esqueletario analizado en la primera publicación (Cortegoso et al 1998) donde se estudió el registro óseo proveniente de doce cuadrículas ubicadas nueve metros hacia el este de la zona donde se definió el piso en posición primaria. En aquel trabajo planteamos la existencia, dentro del conjunto de sepulturas, de momentos de entierro diferenciados en relación a la construcción de los sucesivos templos. La fosas que postulamos como más antiguas y que se enmarcan en una matriz sedimentaria aluvional, liberada de escombros y con restos cerámicos con características de manufactura indígena, corresponderían a un primer momento de enterramientos en el exterior del templo más antiguo como se postuló hipotéticamente en aquel trabajo.

5.Conclusiones

Es fundamental considerar la abrumadora diferencia en cuanto a conservación de restos de baldosas del primer templo respecto del segundo. Según el área cubierta por las excavaciones y las superficies cubiertas por uno y otro templo, se desprende que el muestreo indica cuantitativamente los resultados de la conducta documentada de explotación del segundo templo como cantera de aprovisionamiento de materiales constructivos para su reutilización.

El estudio de los posicionamiento primarios y secundarios para los dos tipos de baldosas ha arrojado también resultados de interés. Las posiciones primarias de baldosas cuadrangulares se relacionan a sectores puntuales del templo que por factores diversos no fueron reutilizadas. En el caso de las hexagonales vidriadas, la delimitación de los sectores con baldosas en posición primaria permitió el acercamiento al área original cubierta por el templo. La definición de posicionamientos primarios en ambos tipos de baldosas permitió acotar los niveles originales de pisos, separados en niveles que van de 60-90 cm. extremos máximos para el piso tardío y de 100-110 para el más temprano, estando separados secuencialmente por un estrato promedio de 15 centímetros. Para ambos pisos, la relación de posicionamientos secundarios y su contextualización espacial y estratigráfica ha permitido comprender los principales procesos actuantes en la conformación del sitio. Las variaciones descubiertas en la definición secuencial son un indicador de la fuerza desarticuladora que ejercieron estos factores (crecimiento de raíces, excavación de pozos, etc.).

En función a lo observado y cuantificado en los gráficos relativos a la distribución de tipos de baldosas según sectores, pudimos elaborar una planta que delimita y refleja la ubicación del primer templo fundado por la Compañía en el predio. La concentración de elementos vidriados hacia el sector de crucero que ocupara el templo más tardío fue una clave par entender las distribuciones de entierros. La delimitación del templo en función a estructuras funerarias, se articularon y dieron fuerza a la hipótesis de que en el sector de mayor concentración de hallazgos esqueletales coexisten distintos períodos de sepultamientos, correspondiendo los más antiguos al sector externo del templo y los más recientes al interior del segundo templo, ello articulado con las matrices contextuales que contenían los conjuntos óseos estudiados.

Es desde el análisis de este ítem del contexto, como lo son los restos de baldosas, que se puede contribuir grandemente a la organización de las muestras de restos esqueletales antes de ingresar a su análisis etario, sexual, patológico, de stress ocupacional etc.. Puesto que al determinar su situación de espacialidad en relación a las estructuras de templo se está respondiendo simultaneamente cronología y rango social del enterrado (la distribución de las sepulturas en sectores externos o interiores del templo, y a su vez en el interior, en distintas áreas -crucero, altar, presbiterio, capillas, nave central etc.- ). Desde tales adscripciones, los análisis mencionados cobrarán un carácter explicativo desde un punto de vista histórico social

Los resultados que se presentaron en este trabajo si bien son preliminares, son un avance y permiten comenzar una articulación con otros elementos encontrados en las ruinas, y que como se mencionó, tiene una relación espacial con las estructuras arquitectónicas. El análisis espacial de los fragmentos y baldosas enteros encontrados durante casi tres años de excavaciones, permite corroborar en primer lugar, el área que estuvo comprendida por el primer templo que construyeron los jesuitas . Este sector está cuanto menos acotado en su espacio máximo, y su extensión hacia el este, quedando para el futuro realizar excavaciones hacia el sector O, permitiendo conocer con mayor precisión su extensión.

Puesto que la mayor parte de los entierros que se han rescatado en el templo se ubican hacia el sector este del primer templo que aparece mejor definido, el resultado de este análisis permite avanzar en la discriminación diacrónica de los eventos.

6.BIBLIOGRAFÍA

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1977 Method and Theory in Historical Archeology. New York. Academic Press.


1er Congreso Virtual de Antropología y Arqueología
Ciberespacio, Octubre de 1998
Organiza: Equipo NAyA - info@equiponaya.com.ar
http://www.equiponaya.com.ar/congreso

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