V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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ABORIGENES Y SUSTENTABILIDAD La incorporación y participación de "lo aborigen" y los aborigenes en proyectos de uso sustentable

Lic. Christian G. Ostrosky

INTRODUCCION

En este trabajo presentamos parte de los resultados de nuestra tesis de licenciatura "Sobre sustentabilidad, aborigenes e instituciones. Proyectos de uso sustentable de especies silvestres en comunidades aborigenes de la Provincia de Formosa. El caso del 'Proyecto Ele'" en la que analizamos dicho proyecto de uso sustentable en dos dimensiones. Por un lado, en lo referido a los aspectos político-institucionales y, por el otro, en relación a su intervención en dos comunidades pilagá de la Pcia. de Formosa ("Campo del Cielo" y "kilómetro 14"). Es de esta segunda parte de la investigación que se desprende este trabajo.

El objetivo que perseguimos aquí es discutir el rol que "lo aborigen" y los aborigenes poseen en este tipo de proyectos. Para ello, realizamos una presentación sobre la forma en que "lo aborigen" es incorporado en los discursos del "desarrollo sustentable"; para luego analizar la participación que los aborigenes tuvieron en nuestro caso particular.

A través de este texto, entonces, queremos señalar algunos de los límites y contradicciones que poseen estos discursos y los proyectos resultantes.

Antes de seguir adelante debemos realizar una aclaración sobre la definición de "comunidad". Debido a que este concepto ha sido objeto de inmumerables discusiones, en nuestra tesis -y también en este trabajo- realizamos una definición operativa en relación a nuestro caso de estudio. Así, entendemos a la "comunidad" como el recorte territorial jurídicamente instaurado y otorgado en propiedad comunal por el Gobierno de la Provincia de Formosa.

I- Sobre la noción de "desarrollo sustentable" y la incorporación de "lo aborigen"

Las organizaciones conservacionistas internacionales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y la Conveción Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas (CITES) -nacidas en el marco de la Primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Estocolmo, 1972)- desarrollaron mayormente hasta mediados de la década pasada proyectos con un sesgo marcada o abiertamente proteccionistas. Sin embargo, desde esa entonces, y en relación al fracaso de muchos de los proyectos, aparece como alternativa para la solución de los llamados "problemas ambientales" alcanzar lo se dio en llamar "desarrollo sustentable".

Es preciso notar que la noción de "sustentabilidad" no es nueva. En efecto, la misma "...tiene sus orígenes en los bosques templados. Se creó en el siglo XIX en Alemania, con la explotación de 'rendimiento sostenido', con el que se intentaba obtener una cantidad constante de madera de una extensión determinada de bosque, y así a perpetuidad..." (WWF, 1991: 11).

Pero la idea de sustentabilidad que actualmente manejan estas instituciones no se centra sólo en la obtención sostenida de productos sino que incorpora nuevos "desafíos" en tanto entienden que "...la alteración de los procesos ecológicos ha de ser reducida al mínimo, manteniendo el mayor grado de diversidad biológica posible..." (op. cit.: 11); por lo que también implicaría la consideración de factores socio-económicos y culturales (WWF, 1991; 1993).

Según estas instituciones, una de las opciones para conseguir este tipo de desarrollo es poder lograr el "uso sustentable" de recursos naturales. Este tipo de uso -entendido como el "enlace entre el desarrollo económico y la conservación" (WWF, 1993: 7)- se da si: a) no reduce el uso potencial futuro y la viabilidad de la especie en cuestión y b) si es compatible con el mantenimiento de la viabilidad a largo plazo del ecosistema soporte y ecosistemas dependientes (IUCN, 1994). Entonces, "...si una actividad es sustentable puede, para todos los fines, continuar para siempre" (IUCN, 1994: 3).

Si bien la postura de aquellos que hablan de la sustentabilidad no es idéntica (1) pueden encontrarse grandes semejanzas relacionadas a: 1- el tratamiento del problema tanto desde la perspectiva político-económica como en el nivel de análisis alcanzado y 2- la intención de incorporación de "otras visiones del mundo".

En efecto, aún en los casos en que se tratan ejemplos particulares de proyectos llevados a cabo, prácticamente todos los trabajos analizados presentan la cuestión a nivel muy general. En este marco de generalidad, el análisis es realizado desde una perspectiva político-económica neo-keynesiana basada en el análisis económico, donde sólo se toman en cuenta o se consideran como relevantes los datos obtenidos a través de estadísticas que, sin dejar de ser útiles, no pueden dar cuenta acabada por ellos mismos de la "realidad" que se pretende analizar. Este análisis, a nuestro parecer, no deja abierta la puerta para la entrada de otras perspectivas.

Con respecto al segundo punto, podemos decir que en los documentos analizados se torna relevante el énfasis en la importancia de la participación de la "población local" para la consecución del uso sustentable; especialmente en aquellas áreas rurales con población campesina y "comunidades indígenas". Según las instiuciones mencionadas, esto debe ser así porque las "comunidades" han vivido durante siglos en los ambientes sin llegar a degradarlos y dependiendo no sólo de unos pocas especies -como nuestra sociedad- sino utilizando una amplia variedad, poniendo en acción ese potencial que la biodiversidad tiene (WWF-Sheng, 1993; WWF-US, 1991; WWF, 1993; IUCN-Davis, 1988; IUCN, 1994; Poole, 1990; FVSA, 1994; Fisher, 1994).

Así, la WWF afirma que las actividades económicas incitan materialmente a las comunidades locales a implementar las actividades de conservación de la naturaleza. Esto se debe a que actividades como el tejido, la apicultura, la fabricación de cestas, etc, "...pueden jugar un papel importante en el enfoque integrado. Primero, ellas generan beneficios económicos en función de medios de subsistencia, de ingreso y de empleos para el segmento más pobre de las comunidades locales, en vez de beneficiar a los intereses exteriores y a los privilegiados, como suele ser el caso cuando grandes proyectos son emprendidos" (WWF-Sheng, 1993: 7). Esto es así ya que "la cultura y los conocimientos indígenas son factores esenciales para la eficacia de la conservación del medio ambiente..." (op. cit.: 13).

Por otro lado, esta institución afirma que "...los valores culturales,..., son de peso en la decisión de la población de participar en las actividades de conservación.(...) Si estos sistemas de valores no son bien comprendidos e incorporados dentro del enfoque integrado, entonces la conservación puede ser ineficaz debido a la falta de soporte de la población. Por consiguiente es importante adaptar la conservación del medio ambiente al contexto cultural" (op. cit.: 13).

Estas citas resumen la perspectiva por la cual son "incorporados" los aborigenes en la conservación. Una visión romántica y estática que cree en la naturalidad del aborigen y en su "naturalmente buena" relación con la naturaleza; en fin, una vuelta a la visión rousseauniana del buen salvaje. Este hecho es de suma importancia ya que la participación y acción de la población aborigen se da como hecho sin tener en cuenta la especificidad de cada situación. El caso que analizamos en nuestro trabajo no es una excepción.

II- El "Proyecto Elé"

El proyecto mencionado surge en 1992 para llevar a cabo las tareas asumidas por la Dirección de Fauna y Flora Silvestres de la Nación (DFFS) como compromiso con el exterior en relación al manejo y exportación de una de las especies de aves más típicas del llamado "Chaco seco": el loro hablador.

En efecto, en 1992 la DFFS prohibió por varias temporadas la exportación de ejemplares de loro hablador (Amazona aestiva) debido a las presiones sufridas desde el extranjero, especialmente por el gobierno de EEUU a través de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas (CITES) de la cual la Argentina forma parte como país signatario desde 1981. Para la reapertura del cupo de exportación la DFFS se comprometió a realizar estudios poblacionales de la especie y poner a prueba un método "sustentable" de extracción de pichones. El "Proyecto Elé" surge para llevar a cabo estas tareas.

En este proyecto participan la ya mencionada CITES, encargada de conseguir los fondos del mismo; la DFFS, la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) y las Direcciones de Fauna (DFP) de las provincias de Formosa y Salta.

Los estudios poblacionales se llevaron a cabo intensamente en los primeros tres años del proyecto, mientras que durante el verano 1995/96 se realizó la primera extracción experimental de pichones con el método sugerido en el "Plan Experimental de Extracción y Comercialización" por los investigadores a cargo del proyecto. La extracción se realizó en dos "comunidades aborigenes" de Salta y tres de Formosa.

Más allá de los aspectos ecológicos, la experiencia puso a prueba un mecanismo administrativo de control y manejo donde cada una de las partes tenía competencias específicas establecidas por un convenio (CITES-DFFS-FVSA), por adhesión al Plan Experimental (DFP) y por la legislación correspondiente (CITES, DFFS, DFP).

Pero ¿cuál fue el rol que debían cumplir las "comunidades aborigenes" dentro del plan? Dentro de este intrincado mecanismo administrativo y de control, las "comunidades aborigenes" son incorporadas al plan como los "centros de extracción".

Es interesante notar que recorriendo el texto del plan desde su inicio hasta el momento de presentación de los "centros de extracción" no se hace referencia a "los aborigenes". El texto abunda en términos como "propietario local", "comunidades rurales" y "pobladores rurales del Chaco". Sin embargo, al presentar los centros se hace referencia explícita a la adscripción étnica de la población de estos centros (Comunidad Wichí de "Los Baldes", Comunidad Wichí de "San Patricio", Comunidad Pilagá de "Campo del Cielo", etc). En este sentido, la idea de "poblador local" cobra otra dimensión en el imaginario de las instituciones involucradas ya que, según uno de los informantes que entrevistamos, "el proyecto había sido bien recibido en CITES, pero el hecho de que se realizara en comunidades indígenas le dio mayor fuerza para ser aprobado".

Así, la condición de "aborigenes" les dio a estas "comunidades" la posibilidad de ser incorporadas al proyecto como los locus de la puesta en práctica del plan experimental; posibilidad mayor que la de otras "comunidades rurales".

Pero existen otras dos condiciones que favorecieron la elección de estas "comunidades". En primer lugar el hecho de que todas poseen el título de propiedad de las tierras que ocupan y en segundo, que ya existía una institución trabajando en proyectos de "autodesarrollo" en las mismas.

Estas cuestiones no son menores ya que la primera de estas condiciones tiene su fundamento en la creencia de que sin propiedad no hay seguridad para el desarrollo de este tipo de emprendimientos. Al haber propiedad de la tierra existe un "responsable del recurso" y, estando definida el área, "se facilitan las tareas de control". Por otro lado, el contacto previo con otras instituciones era pensado por los responsables del proyecto como facilitador para la "entrada en las comunidades".

El plan planteaba -más allá del cupo máximo de extracción- una cantidad de tareas a desarrollar en los centros de extracción tanto a nivel "comunitario" como a nivel individual por cada uno de los recolectores. Estas tareas se referían a cuestiones tales como la forma de extracción y el mantenimiento de los pichones, definiendo lo que sería un aprovechamiento biológicamente sustentable.

Tanto las tareas asumidas por las instituciones como aquellas pautadas para los centros de extracción debían realizarse dentro de un cronograma preciso entre octubre de 1995 y abril de 1996.

Luego de realizada la prueba piloto, y al contrario de lo que esperaban los encargados del proyecto, el plan resultó -según ellos- exitoso en las comunidades: la extracción, si bien fue baja, siguió todos los pasos contemplados en el plan. ¿Cómo se entiende esta respuesta "positiva" de los aborigenes ante el proyecto? Para contestar a esta pregunta nos referiremos al caso de dos de las cinco comunidades involucradas: las comunidades pilagá de "Campo del Cielo" y "Kilómetro 14" de la Pcia. de Formosa.

III- Las comunidades bajo estudio. Breve historia y caracterización

Ambas comunidades, "Campo del Cielo" y "Kilómetro 14", cuentan con una superficie total de casi 4.000 ha y mantienen entre sí numerosas relaciones de parentesco.

En efecto, el "14" es en realidad un desprendimiento de "Campo del Cielo" producido hace poco más de una década cuando, debido a problemas internos ocasionados o catalizados por un factor externo, la antigua población de esta comunidad se escindió y un grupo decidió retirarse y establecerse en otro lugar.

El asentamiento de "Campo del Cielo" comprendía originalmente sólo el sector norte, atravesado por el riacho Salado. En estas tierras tenían los pilagá que se agrupaban en torno a la figura del cacique Tapiceno sus casas y pasturas. Hacia 1981 se realiza un proyecto que implicó el endicamiento de las aguas del bañado del Pilcomayo con el consiguiente aumento permanente del nivel de las aguas del mismo. Esto produjo la inundación de buena parte de "Campo del Cielo viejo" obligando, entre otras razones, a trasladar el asentamiento hacia "Campo del Cielo nuevo". Es en este contexto que se producen las disputas internas y llevan a Alberto Navarrete (actual cacique del "Km 14") a retirarse junto con sus parientes más cercanos y otras familias.

El grupo liderado por Navarrete se estableció en un primer momento en Colonia Muñiz, sobre la Ruta Nacional 81. Luego de una intensa gestión y muchos reclamos, en 1989/90 este grupo consigue que se le dé en calidad de propietarios unas 4.000 ha de tierras fiscales ubicadas sobre la Ruta Provincial 28, distantes aproximadamente unos 14 km de las Lomitas y 21 km de la entrada a "Campo del Cielo nuevo", conformándose la segunda comunidad estudiada en el presente trabajo. La población de "Campo del Cielo" había conseguido el título de propiedad de ambos campos para 1987.

La población de las comunidades

"Campo del Cielo" es una de las comunidades pilagá más grandes. Para el momento de la prueba piloto presentaba un total de 43 familias nucleares y alrededor de 200 personas viviendo permanentemente.

Por el contrario, en el "Km 14" vivían permanentemente cerca de 100 personas repartidas en 23 familias nucleares, siendo una de las comunidades pilagá menos numerosa.

Si bien en este trabajo no centramos nuestra atención ni definimos a la comunidad según aspectos etnográficos como las relaciones de parentesco, es importante marcar una diferencia entre ambas comunidades.

El "Km 14" se origina alrededor de la figura de Alberto Navarrete que aglutinó tanto a personas que vivían en "Campo del Cielo" como a pilagás de Estanislao del Campo. De esta forma, esta comunidad presentaría características más tradicionales, en tanto todos mantienen relaciones de parentesco cercanas. En palabras de uno de nuestros informantes: "todos son hermanos, tíos, hijos y sobrinos del otro".

En contrapartrida, "Campo del Cielo" se presenta como una comunidad con varios liderazgos y en donde si bien todos también mantienen relaciones de parentesco en algunos casos estas no son tan cercanas.

Procesos de trabajo y producción

Las comunidades son un mosaico de procesos de trabajo relacionados a distintos tipos de producción. Estos procesos de trabajo se han ido conformando a lo largo de los años no sólo en relación al ambiente (monte, pastizal, bañados) sino también y, sobre todo, en relación a las instituciones con las cuales mantienen relación y las intervenciones de las cuales fueron objeto.

Si bien se mantienen actividades tradicionales como la caza, la pesca y la recolección de frutos y miel, cada una de las dos comunidades bajo estudio presenta una estructura diferencial en cuanto a la producción.

En "Campo del Cielo" se desarrolla tanto ganadería con ganado mayor (vacuno) como con ganado menor (ovino, caprino y porcino) mientras que en el "Km 14" sólo poseen ganado menor.

En "Campo del Cielo" se da una agricultura relativamente importante, siendo que cada una de las familias extensas posee una chacra en el campo "viejo" sumando un total de 17 campos de cultivo. En el "Km 14", por el contrario, sólo se observa una agricultura incipiente: algunas familias están comenzando a cultivar una huerta junto a la casa. Aquí entra en juego la antigüedad del asentamiento. En efecto, siendo el campo "viejo" el espacio original del asentamiento de "Campo del Cielo" el tiempo transcurrido para poder realizar las modificaciones necesarias, así como el mayor tiempo de relacionamiento con instituciones como el Instituto de Comunidades Aborigenes (ICA) y la cercanía al agua, han posibilitado el desarrollo de una agricultura relativamente importante.

Destaquemos aquí que el ICA provee de semillas a "Campo del Cielo" y que, si bien se produce para autoconsumo, el sobrante de las cosechas es vendido a los comerciantes de Las Lomitas. Estos comerciantes también compran carne, carbón y leña, vendiendo a su vez productos a los aborigenes.

La extracción forestal se da en ambas comunidades aunque pareciera ser más importante en "Campo del Cielo" a pesar de la mayor degradación que manifiesta el monte en algunas zonas. Aquí entra nuevamente en juego la antigüedad del asentamiento y la posibilidad de acceso del tractor a través de caminos ya abiertos a zonas con ejemplares de quebracho colorado y algarrobo.

Si bien el asalariamiento no se encuentra relacionado directamente con la producción en la comunidad, es importante a la hora del análisis que desarrollamos en el próximo punto. Durante nuestros viajes hemos podido detectar el asalariamiento de hombres y mujeres adultos de las comunidades. En el primer caso, el asalariamiento se da mayormente fuera de la comunidad en propiedades cercanas, mientras que para las mujeres éste se da dentro de la comunidad trabajando para el estado provincial como cocineras de la escuela.

IV- La intervención del "Proyecto Elé" La intervención del "Proyecto Elé" se inserta en la comunidad compitiendo con procesos de trabajo pre-existentes y en relación a un tipo de producción en particular: la caza y la venta de animales vivos.

Veamos, pues, algunos aspectos relacionados a la participación de las comunidades en la extracción.

Cuadro 1 FAMILIAS NUCLEARES INVOLUCRADAS EN LA EXTRACCION EXPERIMENTAL POR COMUNIDAD

Total flias.

Flias. inv.

%

C.Cielo

43

7

16

Km 14

23

4

17

Como se desprende del cuadro 1 las familias de "Km 14" tuvieron una participación apenas mayor en términos relativos que aquellas de "Campo del Cielo". Sin embargo, si se observa el cuadro 2 puede afirmarse que el porcentaje de hombres (2) involucrados fue mayor en "Campo del Cielo" que en "Km 14".

Cuadro 2 HOMBRES INVOLUCRADOS EN LA EXTRACCION POR COMUNIDAD

Total Hombres.

Hombres inv.³

%

C.Cielo

47

11

23

Km 14

24

4

17

¿Podría decirse, entonces, que "Campo del Cielo" tuvo una participación mayor? La respuesta es afirmativa y negativa a la vez.

El cuadro 2 es un poco engañoso. Mientras que, tanto en términos absolutos como relativos, la cantidad de hombres involucrados en la extracción fue mayor en "Campo del Cielo", el esfuerzo de búsqueda y el tiempo dedicado a la extracción por estos hombres fue mucho menor que aquellos del "km 14", tal como se muestra en el próximo cuadro.

Cuadro 3 SUPERFICIE APROXIMADA AFECTADA POR LA EXTRACCION EXPERIMENTAL TOTAL y POR COMUNIDAD

            Campo del Cielo

                    Km 14

                   Total

Has

%

Has

%

Has

%

16,60

0,43

90,86

2,15

107,46

1,33

Puede observarse que en el "Km 14" los 4 hombres involucrados recorrieron un total aproximado de casi 91 has mientras que los 11 hombres de "Campo del Cielo" sólo recorrieron un total aproximado de 17 has. ¿Cómo se explica esto? La mayor dedicación de los hombres del "Km 14" puede entenderse en relación al hecho de que, al presentar "Campo del Cielo" una producción más diversificada que el "14", las familias de la misma tienen mayores posibilidades para asegurarse la base material de su subsistencia. Esto, en tanto la producción de las chacras representa, al igual que el ganado vacuno, un complemento importante de la dieta anual conformada en la actualidad mayormente por arroz y fideos. A su vez, esto posibilita obtener dinero líquido con la venta de ganado en pie y/o sus subproductos, la venta del sobrante de la producción agrícola y la extracción forestal. Así, el desarrollo de estas actividades representa menos tiempo disponible para la realización de otras más tradicionales como la caza y la recolección que, si bien continúan siendo importantes, la relevancia que tienen en "Campo del Cielo" pareciera ser menor que la que tienen en el "Km 14". Aquí llegamos a un punto importante.

Mientras las familias de "Campo del Cielo" tienen mayores posibilidades de trabajar dentro de su comunidad que las de "Km 14", esas posibilidades están representadas por actividades que compitieron en el tiempo, en el espacio y a nivel monetario con la extracción de loros propuesta por el proyecto.

Ahora bien, para el momento de la extracción se evidenciaba en "Km 14" un mayor número de asalariados, especialmente de aquellos que trabajaban fuera de la comunidad como peones y obreros. Para muchas familias ésta era, además de la caza y la recolección, la única forma de obtener un ingreso monetario y/o en especie para subsistir. El trabajar todos los días, durante todo el día fuera de la comunidad resta, de hecho, tiempo para dedicarse a la extracción de loros. Sin embargo, para aquellas familias cuyos hombres no se encontraban asalariados no existía otra alternativa que "vivir del monte" en tanto debían necesariamente salir a cazar y recolectar frutos para subsistir. Esto, por cierto, da más tiempo para la búsqueda de loros.

Cuadro 4 PERSONAS ASALARIADAS POR COMUNIDAD Y TIPO DE ASALARIAMIENTO

 

Tot.as

%

As.fue.

%

As.dent.

%

C.Cielo

8

100

0

0

8

100

Km 14

13

100

11

85

2

15

Tot.as.: total asalariados As.fue.: personas que se emplean fuera de la comunidad (peones, obreros, etc) As.dent.: personas que cobran un sueldo por realizar tareas dentro de la comunidad. Son empleados estatales (agente sanitario, cocinera de la escuela, etc).

Como muestra el cuadro 5, prácticamente todos los hombres que participaron de la extracción -hayan tenido éxito o no- tanto en "Campo del Cielo" como en el "Km 14" no se encontraban asalariados ni dentro ni fuera de la comunidad durante el lapso de tiempo que duró la misma. El único de los hombres involucrados que sí percibía un salario es el presidente de la "Asociación Civil Rafael Tapiceno" de "Campo del Cielo"; es decir un asalariado dentro de la comunidad.

Cuadro 5 HOMBRES INVOLUCRADOS EN LA EXTRACCION EXPERIMENTAL NUMERO DE ASALARIADOS

 

Hombres inv.

Asalar.

C.Cielo

11

1

Km 14

4

0

En resumidas cuentas, aquellas familias involucradas en la extracción, representadas por los hombres que salen a "lorear" son aquellas que tenían en ese momento particular tanto menores posibilidades de asegurar la reproducción de la unidad familiar como el tiempo necesario para dedicarse. Esto fue particularmente claro en el "Km 14" donde las 4 familias involucradas son aquellas en donde no registramos para sus integrantes ninguna ocupación paga estable durante la prueba piloto.

En lo que se refiere a la actividad forestal, la extracción de rollizos de quebracho colorado, la producción de carbón de palo santo, la extracción de postes de palo blanco y quebracho blanco implica una competencia con la propuesta del proyecto no sólo en relación a la destrucción de árboles-nido sino también en cuanto ingresos monetarios. Por cada tonelada de quebracho colorado preparado para tanino (entre 1 y 4 árboles) se obtenían entre $ 25 y $ 30, mientras que por cada poste de quebracho colorado o quebracho blanco se pagaba entre $ 20 y $ 25. Este mercado se encuentra asegurado por el momento y, si bien a largo plazo representa la pauperización debido a la forma extractiva y selectiva en que se realiza, representa una de las salidas más confiables para obtener ingresos. Si bien el precio mínimo estipulado por el "Proyecto Elé" por ejemplar de loro ($ 30) representa hasta 6 veces más de lo que suele pagarse en el pueblo (entre $ 5 y $ 15) durante los últimos años, aclaramos aquí que la experiencia propuesta por el proyecto no está asegurada en el tiempo y está destinada a un mercado lejano, el internacional.

Por otro lado, la actividad forestal se intensifica durante el invierno con la consiguiente dificultad para la identificación y conservación de árboles-nidos mientras estos no se encuentran activos.

Siendo que los loros prefieren huecos profundos (Banchs y Moschione, 1995) los árboles comprometidos en la "loreada" y aquellos que se derriban para tanino no se solapan completamente, en tanto los quebrachos muy huecos son dejados en pie. Por supuesto que existen nidos con huecos muy poco profundos, aún en buen estado sanitario (fuste sin hueco), de allí el hecho de que se derriben nidos activos.

Lo que queremos remarcar es que, en el corto plazo, muchos de los árboles que "se dejan para los loros" no entran en competencia con aquellos que se convierten en rollizos. Así, esto no provoca una ruptura en la percepción de los recolectores que entienden ciertos árboles como "nidos de loros" y otros como "palos para voltear". De aquí también que lo que para el proyecto puede significar una "competencia" por la forma en que se aprovecha el recurso, para el aborigen pueda significar un complemento en la producción que garantize su existencia.

IV. La participación de los aborigenes En relación a lo expuesto arriba, puede afirmarse que la participación que se requiere de los aborigenes es, en términos de Martínez Nogueira (1994), específica, cognitivamente orientada y circunstanciada en tanto esta se "...se desencadena en torno a cuestiones concretas, inmediatas, de la cotidianeidad, (...) no afecta la totalidad de la vida del individuo" y es "...convocada por objetivos concretos, fácilmente visualizables y apropiables, dirigida a promover decisiones o cambios de comportamiento en otros actores claramente identificados" (op. cit.: 340-341).

Esto es resultado, por un lado, de la naturalización de "lo aborigen" y su "naturalmente buena" relación con la naturaleza, lo que lleva a considerar a la población de estas comunidades como una "variable" dada y estable sin analizar en profundidad los factores que podrían afectar en forma negativa o positiva el resultado del proyecto. Es decir, consideradas objeto de cambio y no sujeto del cambio.

Por otro lado, esto se explica por el hecho de que las instituciones involucradas, presas de los vicios que acarrean lo que denominamos redes burocrático-administrativas y las diferentes redes políticas (3) -relacionadas a las distintas lógicas y estrategias institucionales particulares-, se ven obligadas a cumplir con los tiempos cortoplacistas de la administración pública que desconoce otros tiempos así como la especificidad que cada situación y espacio poseen. Lo que queda entonces es reproducir dogmáticamente lo que se piensa y actuar en consecuencia. De esta manera se cae en lo que Paulo Freire (1973) destaca en su libro "Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural": la "concientización" y la "educación" pasan a ser en realidad elementos de manipulación y conquista; en definitiva una invasión cultural que como toda invasión significa domesticación. En esta domesticación la dialoguicidad no está permitida y, en relación a la rapidez de resultados que las diversas instituciones y gobiernos demandan, es una pérdida de tiempo.

La dialoguicidad, entonces, no es viable para este tipo de proyectos en tanto que, como para el caso aquí analizado, la campaña de extracción de pichones fue planificada para una temporada en particular y debía ser realizada a tiempo y en forma para luego presentar el informe y la rendición de gastos ante la CITES según lo pautado.

CONCLUSIONES

Situados marginalmente tanto social como territorialmente, los grupos aborigenes de la provincia de Formosa y, en este caso, las comunidades pilagá bajo estudio desarrollan estrategias de supervivencia (Forni y Benencia, 1988) que combinan el asalariamiento como mano de obra en campos cercanos o en Las Lomitas, la caza, la recolección de frutos y miel, la pesca, la venta de artesanías, animales vivos y algunas verduras y, principalmente, la participación en proyectos de desarrollo y/o la obtención de subsidios y donaciones por parte de diversas instituciones. Así, si las comunidades de "Campo del Cielo" y "Km 14" respondieron positivamente a la experiencia propuesta por el "Proyecto Elé", esto no fue por los conocimientos "ancestrales heredados" ni por la "sabiduría aborigen" sino porque la prueba experimental representó una salida más entre las posibilidades estacionales que conforman la estrategia de supervivencia de las familias. De esta forma, la participación diferencial observada entre los hombres de ambas comunidades estuvo en estrecha relación con las actividades desarrolladas durante el verano 1995/96. De hecho, la extracción de pichones compitió directamente con algunas de ellas como, por ejemplo, la siembra y cosecha de ciertos cultivos en "Campo del Cielo" que insumió gran parte del tiempo de las familias.

Por otro lado, aquel discurso sobre la inmediata y necesaria solución de los problemas ambientales que brega por el "cambio de mentalidad necesario" y por la consecución del "uso sustentable" es bandera de instituciones que, indicando que la solución depende de cada contexto particular, no dejan de derramar recetas universales. Así, las ideas de estas instituciones entra en contradicción no sólo a nivel discursivo sino también en relación a su práctica social.

Notas (1) Más allá del interés común por considerar tanto los aspectos naturales como socio-económicos y culturales, el objetivo central de las instituciones que trabajan en el tema puede diferenciarse por el interés en: (a) la conservación de los recursos naturales (biodiversidad y procesos ecológicos), (b) la pobreza o (c) la producción.

(2) Consideramos hombres (adultos) a los varones mayores de 12 años. Realizamos esta definición de forma operativa, en relación a que observamos que a partir de esta edad los varones comienzan a trabajar como asalariados.

(3) Utilizamos el concepto de redes sociales como una forma de definir las relaciones que se establecen entre los actores (individuales y colectivos) involucrados en nuestra problemática particular. Para la realización de nuestro trabajo definimos 4 tipos de redes. En este caso hacemos referencia a las redes burocrático-administrativas; por tales entendemos al conjunto de relaciones que se establecen por la obligatoriedad de la realización de procedimientos formales, legales, para llevar a cabo algún proyecto o emprendimiento ante el Estado o dentro de una misma institución. Estas redes conciernen, entonces, a la normativa estatal en general y específica de la institución en estudio (Escolar et al., 1994: 140). Por otro lado, hemos tomado la red político-ideológica del trabajo de Escolar et al. (1994). En el mismo, los autores definen a la misma como "los acuerdos ideológicos entre actores individuales y colectivos". Los autores utilizan "la noción de ideología en un sentido muy amplio" ya que consideran que "en este nivel de análisis juegan también las cuestiones afectivas que participan en la constitución de identidades a través de la confianza y que tiene relación con cuestiones ideológicas, aunque no puedan ser reducidas a ellas" (Escolar et. al., op. cit.: 140). Por último, la red político-comercial; entendemos a ésta como las relaciones establecidas entre funcionarios estatales o de otras instituciones y comerciantes o empresarios importantes para el aseguramiento de negocios y/o la obtención de ganancias adicionales. Estas relaciones contemplan la distorsión y alejamiento de las redes burocrático-administrativas establecidas e implican a veces actos lindantes con la corrupción.

BIBLIOGRAFIA

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