V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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V CONGRESO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA SOCIAL (La Plata - 1997)

Comisión: "Antropología, género y edad"

"GÉNERO Y ETNÍA: REFLEXIONES SOBRE UN GRUPO DE MUJERES TOBAS MIGRANTES"

Lic. Matilde E.Viglianchino

Este trabajo constituye un informe avanzado de la investigación que estamos llevando a cabo sobre problemática del género, familia y etnía, en un grupo de mujeres tobas migrantes del barrio de Empalme Graneros (Rosario).

Nuestra investigación, ha quedado limitada a aquellos sectores tobas de Empalme Graneros que son migrantes de origen urbano, ya que presentan marcadas diferencias con los migrantes de origen rural.

Si bien los grupos tobas que provienen de ciudades y pequeñas poblaciones de El Chaco, traen ya una "experiencia urbana", el vivir en una ciudad como Rosario, un núcleo urbano complejo, va generando una serie de transformaciones en sus patrones económicos, y socio culturales, y por lo tanto, en los modelos de género tradicionales. Al hablar de "modelos tradicionales", no nos estamos refiriendo a los que corresponderían a los tobas etnográficos, sino a modelos que han surgido y se han ido elaborando en el proceso de inserción de este grupo étnico en la sociedad nacional. Por lo tanto, nuestro interés apunta a las transformaciones de modelos socioculturales , que son el resultado ya de un profundo proceso de aculturación, donde la Iglesia Pentecostal ha tenido un destacado papel. (1) Cuando iniciamos la investigación, nos habíamos propuesto abordar las transformaciones que sufre la familia en determinados grupos tobas de la ciudad de Rosario. Nos planteamos tomar como eje ordenador del análisis el/los modelos de mujer y esposa presentes en este grupo. Estos modelos se construyen en diferentes planos de interacciones intraétnicas (familiar, endogrupo) e interétnicas. Estos dos planos, de interacción juegan simultáneamente y se entrecruzan. También desde el punto de vista del análisis, habíamos distinguido dos niveles en tratamiento del sistema familiar: a) el nivel de la estructura familiar y los roles que presenta; y b) el nivel de las representaciones asociadas a dichos roles y estructuras.

Con el avance del trabajo, fuimos centrándonos en los modelos de género construídos por el grupo, y nos interesó comparar, aunque sea a grandes rasgos, la situación de la mujer toba con otras mujeres indígenas latinoamericanas. Esto no implicó, de todas formas abandonar la problemática de la familia, ya que el modelo de género que presenta la mujer toba, está fuertemente influído por sus roles familiares.

Género y etnía:

Como ya planteamos, buscamos trabajar los cruces entre estos dos ejes: etnía y género.

Cuando nos referimos al concepto género, nos estamos refiriendo a un determinado tipo de relaciones sociales, relaciones sistémicas, altamente complejas e inestables. A través de ellas, se crean por lo menos, dos tipos de personas: hombre y mujer. El contenido real de lo que es ser mujer u hombre, y la rigidez de las categorías mismas, varía de cultura a cultura y a través del tiempo. Por lo tanto, el modelo de mujer no es ahistórico, ni universal, sino que mujer implica una categoría compleja, cruzada por diferentes dimensiones. La dimensión que nos interesa destacar, en este caso, es etnía.

Por etnía o grupo étnico. entendemos, siguiendo a Diaz Polanco que:

"La etnía o el grupo étnico se caracteriza por ser un complejo que ha desarrollado una solidaridad o identidad social, más o menos acentuada, a partir de componentes étnicos.

Esta identidad étnica le ha permitido al grupo definirse como tal y también establecer la diferencia o el contraste respecto a otros grupos." (Diaz Polanco:1995:63......)(2)

En el caso de los tobas, como de otros grupos de América, a los que generalmente se les llama indios, su construcción como grupo étnico surge cuando son integrados compulsivamente a la sociedad nacional. Como vemos, la clave se encuentra aquí en la cuestión histórica, que hizo que estos grupos pusieran el acento en la construcción de su identidad en los aspectos étnicos, y no en condiciones económicas comunes, o en proyectos políticos compartidos. Esa identidad, es comunicada y constantemente revalidada frente a los otros, por medio de expresiones étnicas o culturales, como la lengua, los mitos, rituales, etc.

Pero, sin entrar en un tratamiento profundo de las cuestiones de identidad, queremos dejar sentado que nuestra visión de no acuerda con posiciones esencialistas. La identidad se construye interaccionalmente, y las identidades que surgen no son inmutables, están en un contínua transformación y reiterpretación, cruzadas por factores históricos, sociales, y culturales.

En el caso de los grupos que nos interesa, tenemos en claro, que "indios" o "indígenas", es una categoría colonial, que agrupa bajo el mismo rótulo a una gran cantidad de grupos diferentes, que tienen en común haber sido conquistados y forzados a formar parte de una sociedad nacional en una relación de dominio-sometimiento.

Con las mujeres, ocurre algo similar, en el sentido que no podemos hablar de "mujer india" globalmente, ya que éste es un concepto muy amplio. No todas las mujeres que entrarían en esta categoría, se encuentran en la misma situación social, política y económica. Sin embargo, parecería que hay algunos aspectos que las unifican, por lo menos a la mayoría. Existe una doble discriminación hacia ellas, de gran parte de los sectores de la sociedad nacional. Se las discrimina por ser indias y por ser mujeres. En la mayoría de los casos, habría además un tercer factor de discriminación: son pobres. Otro factor de unidad, es cierta situación de resistencia simbólica que aparece frente a la opresión de la sociedad nacional, marcada por algunos investigadores del tema, y por integrantes de los movimientos indianistas. (3) (4) Esta resistencia simbólica, aparece comunicada por la insistencia en utilizar sus trajes y peinados tradicionales (por ej. en las mujeres mayas y mujeres kunas que acceden a la Universidad), y por mantener la lengua y las costumbres ( mayas, zapotecas,etc) .

Así, las mujeres indias aparecen como puntos claves en la resistencia cultural, reuniendo, sin embargo una gran cantidad de problemas y contradicciones. Ya que en muchas situaciones, esta clave parece implicar el sometimiento a la cultura tradicional, que a la vez trae aparejado un marcado sometimiento al varón, y el relegamiento al mundo de la reproducción. La suya es una situación difícil y compleja, al igual que las mujeres de otros grupos que fueron sometidos por la expansión del mundo occidental y del capitalismo.

También para muchos dirigentes indianistas, las mujeres son como símbolos de la resistencia cultural, debido a que ellas generalmente han estado más aisladas e incluso marginadas dentro de sus propias comunidades, con menos posibilidades de migrar y mestizarse. A ellas les ha correspondido mantener la lengua propia, así como gran cantidad de sus costumbres, que los varones parecen perder más rápidamente.

Como vemos, aquí empieza a jugar cierta paradoja, las mujeres, quienes menos participarían de los movimientos, aparecen como símbolos de la resistencia a la Sociedad nacional.

En el caso de los movimientos indianistas, ¿qué factores impiden a las mujeres participar más activamente?. Parecería haber un acuerdo general entre las que participan, que el varón prefiere que su mujer se quede en su casa. Dentro de los mismos movimientos indianistas, son pocas las mujeres que pueden llegar a actuar como mujeres, o sea sin presentarse como la hija de..., o la mujer de..., o sea, sin ser definida en relación a algún varón.

Estas mujeres deben trabajar en dos frentes, por un lado pelear junto al varón de su propio grupo por el derecho a la tierra, por el derecho a una legislación que no los discrimine, por el derecho a una vida digna. Por otro, deben enfrentarse a ese mismo varón, que intenta someterlas y relegarlas al mundo tradicional, al mundo de la reproducción.

El machismo, como vemos no es ajeno a estos movimientos. Si bien muchos dirigentes lo ven como un aspecto negativo, parece difícil de ser evitado, al menos a corto plazo. Además, en los casos en que se admite abiertamente su existencia, no es considerado como propio, sino que se plantea como una característica occidental, que ha "contaminado" a la "cultura india".

Sin embargo, si bien la inserción de la mujer en los movimientos indianistas estaría limitada por una situación de subordinación, hay que recordar que los niveles de acción de estas mujeres varían también en relación a los grupos étnicos que consideremos. Diferente es la situación de la mujer zapoteca, con un intensa actividad mercantil, que la lleva a interesarse por la política, a la situación de la mujer de las comunidades del Ecuador, en donde el peso de la subordinación al varón es muy fuerte, pese a que la vida de comunidad, incluída la producción de alimentos, depende en gran parte de ella.

Pese a todas las contrariedades, la participación de las mujeres indias en estos movimientos es fundamental porque, además de tener un fuerte sesgo político, implican también la posibilidad de construcción de nuevas identidades. La participación en movimientos indianistas ha permitido a muchos grupos indios americanos, pasar de una situación de "vergüenza étnica" (ocultamiento/negación de la pertenencia a determinada etnía ), a una situación de revalorización del propio grupo étnico y su cultura. De la misma forma, la participación de las mujeres indias en ellos, puede significar el comienzo de un proceso de toma de conciencia y reconsideración de su sometimiento al varón. Una nueva actitud de participación, implica una redefinición del "lugar tradicional" y una apertura a nuevas posibilidades de negociación de los roles impuestos por éste. (aclarar que estoy hablando de movimientos indianistas en un sentido muy laxo)

Los grupos Tobas (Qóm):

Desde el punto de vista etnográfico, los Tobas (Qóm), constituyen una de las variantes de las culturas cazadoras-recolectoras del Gran Chaco. El sometimiento de este grupo étnico a la sociedad nacional quedó consolidado hacia 1911, cambiando sus patrones en función de una cultura campesina. Insertos en el proceso de migraciones internas que sufrió y sufre Argentina, comenzaron a instalarse en la ciudad de Rosario desde 1968, pero el flujo más elevado de migraciones se da entre las dos últimas décadas. En la ciudad de Rosario, se han conformado diversos asentamientos, entre ellos, "Villa Banana" y "Empalme Graneros". Actualmente, una parte de estos grupos han sido relocalizados por la Municipalidad, a través del Servicio Público de la Vivienda, en el llamado "Nuevo Barrio Toba".

Como ya lo planteamos, nuestra investigación se realiza en el barrio de Empalme Graneros, barrio que constituye lo que comunmente llamamos "villas de emergencia". Dicho asentamiento, puede dividirse en tres sectores claramente delimitados, ya que presentan características diferentes. Fundamentalmente, hemos trabajado en uno de esos sectores, constituído por migrantes de diferentes ciudades de El Chaco. En su mayoría, provienen de la ciudad de Resistencia, y de Colonia Aborigen, Roque Saenz Peña y Las Palmas.

Insertos en un medio urbano más complejo que el de origen, sufren al igual que todos los miembros de esta etnía un fuerte proceso de discriminación por su condición étnica, a lo que se suma en la mayoría de los casos otro factor más: son villeros.

Al igual que otros grupos de los generalmente llamados "sectores subalternos", los tobas han construído una serie de estrategias de supervivencia, en las cuales tienen una gran importancia la utilización de las redes informales. Estas redes cubren intercambios de bienes y servicios, y entre ellos, es fundamental la información y la ayuda económica para migrar. Es muy importante la capacidad de gestión del proceso migratorio que tiene la red de relaciones interpersonales parentales y étnicas. Aquí confluyen los dos principios fundamentales organizadores de la migración en cadena, para M.Grieco: etnicidad y parentesco. (M.Grieco:1995:168) Este tipo de movilidad geográfica, no implica necesariamente el debilitamiento de los lazos familiares en relación al funcionamiento de las redes, aunque si genera, como veremos más adelante, transformaciones en la dinámica familiar. Éstas podrían interpretarse como una "distensión" de ciertos mecanismos socio-culturales.

Dentro del sistema de relaciones heterárquicas que implica la organización en este tipo de redes, los intercambios más constantes se dan entre parientes y luego entre vecinos y amigos.

Con respecto al universo simbólico en el que adquieren sentido estas relaciones de intercambio y ayuda mutua, cabe marcar que la línea de parentesco es la de mayor peso. Ayudar a los parientes es un deber ineludible. La pertenencia al grupo étnico y en la mayoría de los casos al culto pentecostal, refuerza los sentimientos de deber hacia los "hermanos". En el caso de algunos criollos, que ha través de la vecindad se han integrado a este tipo de redes, las representaciones sociales asociadas son similares a las de los villeros no tobas, todos se reconocen como pobres y como tal deben ayudarse.

Nos hemos detenido en la problemática de las redes informales, porque éstas constituyen un importante punto en el análisis de la situación de las mujeres tobas.

El sistema familiar:

Como ya planteamos anteriormente, nuestro primer interés se centró en el sistema familiar de estos grupos. A nivel de este sistema, encontramos una serie de cambios estructurales. La migración, que generalmente se produce entre los más jóvenes, separa a las generaciones, porque los más ancianos quedan en El Chaco. Esto no implica una ruptura entre los migrantes y éstos, porque los contactos continúan (viajes, correspondencia, mensajes enviados por terceros, etc), pero la distancia y el nuevo hábitat, debilitan entre otros mecanismos, los mecanismos de control social informal, a los que aludiremos más adelante.

Encontramos un tipo de familia conyugal, tendiendo a nuclear, pero ésta se encuentra inserta en complejas redes de relaciones informales, donde se entrelazan, como ya dijimos, relaciones de parentesco, amistad y compadrazgo. La delimitación de "familia nuclear", no aparecería entonces tan clara como en los grupos pertenecientes a la cultura hegemónica (5).

Por una estrategia de supervivencia, el patrón de asentamiento hace que muchas veces convivan juntas dos familias conyugales, y también otros parientes, pero las representaciones asociadas al modelo familiar ideal, se acercan a un modelo nuclear conyugal. Como vemos, el patrón de asentamiento es en líneas generales, similar a los villeros no tobas, y responde más que a los deseos, a las realidades a enfrentar en el nuevo medio.

Como ya lo planteamos, los mecanismos de control social son afectados por la migración. Por control social informal, entendemos el proceso interno, por el cual se logra la conformidad con las normas dentro de un determinado grupo social. Nos referimos a un proceso interno, en oposición a un proceso de control social externo, que sería formal, y es aquel que descansa en los aparatos legales del Estado. Por otra parte, como generalmente existe cierta divergencia entre la norma ideal y la conducta real, los mecanismos de control entran en juego cuando dicha divergencia de la norma es mayor que lo socialmente aceptado.

Estos mecanismos de control social informal, no descansan en algún aparato diferenciado del sistema social, sino que surgen del análisis de considerar bajo un punto de vista distinto las relaciones de interacción mutua entre los miembros del grupo.

Desde este punto de vista, la familia presenta una dimensión reguladora de la conducta de sus miembros, y esta dimensión reguladora, está a cargo entre los tobas de los más ancianos.

Como ya dijimos, la dinámica de la migración, debilita el control social que tradicionalmente los hombres y mujeres más ancianos tienen sobre los jóvenes y las familias que éstos constituyen. Es aquí, donde el modelo social tradicional de mujer entre los tobas, empieza a cambiar.

El modelo de mujer tradicional:

Entre los tobas, se mantiene una marcada división del trabajo sexual. La situación de las mujeres, no difiere de la ya planteada para otros grupos étnicos de América Latina, ellas quedan a cargo de los hijos y el hogar. El hombre debe ser el que salga a buscar trabajo fuera de éste. Encontramos, entonces un modelo similar al que sostiene la cultura hegemónica, modelo que aunque fuertemente cuestionado, todavía se mantiene.Nos referimos a la falsa dicotomía construída entre "mundo público/ámbito de la producción/varón" y "mundo privado/ámbito de la reproducción/mujer".

Desde pequeña, la niña es educada por otras mujeres para lo que se considera sus roles fundamentales: madre y esposa.

Los procesos de embarazo, parto y puerperio, y los cuidados posteriores del bebé hasta que deja de mamar, son muy importantes. Se hace mucho hincapié en el cumplimiento de los "tabúes" alimenticios y de relaciones sexuales que rodean a esta etapa. Se las prepara para el parto, y se les remarca que no deben demostrar dolor, ni gritar, porque esto podría dañar al bebé. (6)

"...los cuidados deben seguir hasta que el niño tenga tres o cuatro años, cuando ya son fuertes espiritualmente..." "...todos estamos preparados para el coraje, la mujer para el parto, el hombre para cazar y mantener a su familia..." (testimonio de informante)

En todo este proceso, era muy importante el rol que cumplían las mujeres más ancianas y en menor medida el piogonak, como agentes del control social informal, ya que a su cargo quedaban las mujeres embarazadas.

Estas mujeres contaban con un saber tradicional, era quienes velaban porque la mujer cumpliera con todas las prohibiciones impuestas por su estado y las que la amonestaban si no lo hacía, ya que las transgresiones dañarían al bebé, y a veces el daño puede alcanzar a toda la familia. Por ej:, durante el embarazo y la lactancia, las relaciones sexuales están prohibidas, si las madre las ha mantenido durante el embarazo, el bebé nace sucio, verdoso y puede presentar malformaciones. Si las tiene durante el amamantamiento, la criatura no crece, se la aflojan las carnes:

"...las abuelas le dicen a la madre: "no querés a tu hijo"...

(testimonio de informante)

Estos medios de control social informal, limitaban a la mujer embarazada a determinados espacios sociales, y las hacían atenerse a una serie de normas bastante estrictas. A la vez, iban dibujando el modelo de mujer socialmente deseada, "buena madre y esposa".

El cumplimiento de este tipo de prohibiciones, al igual que aquellas que rodean a la mestruación, era preocupación de toda la familia y vecinos, ya que como dijimos, su ruptura, no sólo podía afectar a la transgresora, sino también a sus parientes, y a veces a toda la comunidad (por ej: en el caso del mito de la Serpiente Arco Iris).

En la actualidad, parte de este control social informal, en lo que hace a todo el proceso de parto, embarazo y puerperio, está siendo transferido a las instituciones médicas hegemónicas estatales. Esta situación trae entonces aparejado, la debilidad de los lazos tradicionales a los que antes aludíamos. Es evidente, que el aflojamiento de estos lazos, incide a su vez, en ciertos cambios que hacen al modelo de mujer socialmente aprobado.

La asignación de roles, por otra parte, le otorga, al igual que a otras mujeres indias un papel fundamental en la trasmisión de los valores culturales tradicionales, ya que en ella descansan los aspectos fundamentales del proceso de endoculturación, en especial el aprendizaje de la lengua. Es por ello, que también es vista como la depositaria de la identidad Qóm. (7) Como una extensión del ámbito de la reproducción, es que la mujer juega un papel muy importante en el proceso de salud/enfermedad. Como vimos, su lugar es preponderante en los aspectos relacionados con el embarazo, parto y puerperio, pero también, ella pueden ser "piogonaqsa" (shamán) y partera.

Pensamos que el hecho de que pueda ser shamán, está también relacionado con el modelo de mujer toba etnográfico. Según el relato de algunos etnógrafos, la mujer ocupaba un lugar de prestigio y decisión en la sociedad, y era objeto a la vez de respeto y temor. Así parece interpretarse para algunos investigadores el mito de la vagina dentada. La mujer, y sobre todo la mestruante es aún ahora concebida como una fuente de poder, difícil de controlar y manejar, que puede ser muy destructiva, si no es limitada por los tabúes.

Pensamos que al igual que otras sociedades que fueron forzadas a entrar en el sistema capitalista de producción, la situación de la mujer empeoró con este paso. Si bien los mitos y las creencias sobre su poder están aún vigentes a nivel de las representaciones sociales, han perdido gran parte de su influencia a nivel de las prácticas sociales, y han sido en algunos casos resignificados en relación al culto pentecostal, o al modelo hegemónico.(8) Dentro de las representaciones tradicionales sobre el género, hombre y mujer se conciben como iguales, aunque con roles diferentes. No consideran que la mujer deba estar subordinada al hombre, y muchos comentan que las decisiones en el ámbito de la familia deben ser fundamentalmente tomadas por la pareja por consenso, luego de escuchar a los más ancianos, si éstos viven con ellos. Sin embargo, en la práctica, en nuestro trabajo de campo hemos constatado muchas actitudes que catalogaríamos desde nuestro punto de vista como "machistas". La respuesta cuando se les hace notar esta divergencia, es generalmente la misma que en otros grupos étnicos, la culpa la tiene el blanco. Este busca forzar al toba a vivir trasgrediendo sus reglas de vida.

La mujer toba fuera del mundo de la reproducción:

Como vemos, el modelo ideal de género para la mujer toba, queda limitado al ámbito de la reproducción. Sin embargo, vamos a encontrar que muchas mujeres trabajan. En el caso de la mujer soltera y sin hijos, el trabajo fuera del hogar no es generalmente mal visto, sobre todo por el aporte económico que implica su ayuda al grupo familiar. En cambio, si es apreciado negativamente en el caso de que tenga hijos y pareja, aunque también la misma situación económica las fuerza a buscar trabajo. En este caso, para el cuidado de los hijos, se apela a las redes informales.

Con una o dos excepciones, la inserción laboral de la mujer toba, se da en el ámbito del trabajo doméstico por horas, donde la inestabilidad es muy alta. Un nuevo embarazo, la llegada de parientes, los prejuicios de la empleadora, hacen difícil su continuidad. Su inserción laboral se encuentra profundamente atravesada por su ciclo de vida y los deberes a parientes y "hermanos" (hermanos es una de las formas que tienen los tobas para referirse unos a otros).

Otra esfera de trabajo, es la de producción y venta de artesanías, tarea indistinta para hombres y mujeres. La venta se hace tanto en ferias artesanales y puestos públicos, como casa por casa. En el último caso, es muy común que varias mujeres, se acompañen, o que lleven consigo a sus hijos. Esta tarea, también es irregular, inestable y alterada por los factores antes planteados, a los que evidentemente hay que sumar la inestabilidad intrínseca al sector informal. (9) En lo que hace a la situación de participación en los movimientos barriales y sociales, creemos que ésta es aún escasa. Dentro de la constitución de la vecinal del barrio de Empalme Graneros, proceso complejo y muy conflictivo por distintos factores, encontramos participación femenina. Sin embargo, la mujer siempre se halla en "segunda fila", la presidencia y los resortes de decisión más importantes, con alguna excepción, quedan en manos de los varones..(10) Por algunos comentarios que surgen del trabajo de campo, parecería que una situación similar se da en el accionar toba al interior de la Asociación India de la República Argentina (AIRA), y de otros movimientos de los grupos de El Chaco. Como vemos, la participación activa de la mujer toba en el espacio político, no es muy diferente de lo planteado para otras etnías.

Un punto que consideramos importante para señalar también es el trabajo en el comedor municipal del barrio, instalado en la casa de una de las familias. Alrededor de este comedor, se ha constituído una red informal de mujeres. Estas redes, formadas por parientes, vecinas y también a veces por mujeres que no son tobas, juegan, entre otros cosas como redes de contención, pero también de control social. Parte del rol de los más ancianos lo cumplen ahora dichas redes, aunque de una manera mucho más laxa. La interacción al interior de estas redes también apunta a la construcción de un modelo de algo diferente de mujer. (11) Junto a la dueña de casa, que a la vez es la encargada del comedor, trabajan tres o cuatro mujeres de manera permanente, y otras tres o cuatro de manera más esporádica. Algunas vienen con sus hijos pequeños, que se quedan jugando en las cercanías. Esta mujeres no se reciben ninguna retribución por su trabajo, a excepción de un ración de guiso y pan. Durante las horas que comparten, estas mujeres comentan sus problemas, se aconsejan, intercambian recetas de remedios caseros. Otras mujeres que no trabajan allí, se acercan también a conversar y tomar mate.

Este comedor no tiene lugar allí para darle de comer a los niños. Estos vienen solos o acompañados por algún familiar con su ollita o cacharro, donde se les da el guiso y un pancito, que consumen en su casa.

Entre los reclamos que estas mujeres han llevado adelante ante la Municipalidad, se encuentra ampliar el comedor para que los niños coman allí, y por otra parte, aumentar el número de raciones para que cubran también a los adultos sin trabajo. Es la encargada del comedor, junto a las otras mujeres que allí trabajan, quién consigue llevarlo adelante, ya que aún ahora, y pese a algunas mejoras que concedió la Municipalidad, se encuentra en condiciones muy precarias.

Este comedor, es uno de los nudos de una red de relaciones informales entre mujeres que funciona en el barrrio. Las acciones llevada a cabo ante la Municipalidad, implican una tímida salida al Mundo Público, que es a la vez, el mundo claramente dominado por el varón y por el blanco.

Aunque sean pocas aún, consideramos que esta salida al "mundo público" de la mujer toba, puede verse como un paso a favor del mejoramiento de su condición étnica y de género. Como muchas veces se ha planteado, un nueva actitud de participación implica una negociación y redefinición del "lugar tradicional", sobre todo de su lugar en el hogar y en el trabajo. Esta actitud de apertura, implicará al interior de los sujetos actuantes cambios que son irreversibles, y que a su vez incidirán en el grupo del cual forma parte.

Es por eso, que si bien nos hemos centrado en algunos aspectos del modelo genérico de mujer entre los tobas, este proceso de transformaciones alcanzará al varón y a la estructura familiar en su conjunto.

Notas:

(1) La bibliografia sobre procesos de resignificación por la influencia del pentecostalismo entre los tobas es variada. Sugerimos consultar los trabajos de Héctor Vázquez, E.Cordeu y E. Miller, entre otros.

(2) Por "lo étnico" , H.Díaz Polanco entiende: "...un complejo particular que involucra, siguiendo formas específicas de relación, ciertas características culturales, sistemas de organización social, costumbres y normas comunes, pautas de conducta, hábitos, visión del mundo, lengua, tradición histórica, etc....

...puede decirse que lo étnico consiste en las muy variadas formas en que se articulan y estructuran concretamente tales elementos de orden sociocultural..." (Diaz Polanco:1995.62,63).

(3) En relación a esta temática consultar el texto de Gomez Parra y Martínez Miguelez, "Los indios a la reconquista de América". Fundamentos (1992)

(4) Utilizamos movimientos indianistas de una manera muy amplia, entiéndase aquellos movimientos sociales que luchan por la defensa de los derechos de los descendientes de las sociedades precolombinas.

(5) El tratamiento de los diferentes tipos de familia, escapa a este trabajo. Pero consideramos que la simple utilización conceptos como "familia extensa" y "familia nuclear", son muy ambiguos, y a veces oscurecen el tema, en vez de aclararlo.

(6) En relación a este temática, sugerimos consultar los trabajos de la Lic. E.Carracedo que aparecen en la bibliografía.

(7) Consultar el trabajo de M. del Rosario Fernández y R.Hachen, que aparece en la bibliografía.

(8) Consultar el texto de Lourdes Benería que aparece en la bibliografía.

(9) En relación a una visión actualizada del sector informal, sugerimos consultar el trabajo del Lic. H.Trinchero: "Elementos para una caracterización del campo de la antropología económica urbana: en torno a las economías domésticas urbanas". En: "Papeles de trabajo" Nº 4, abril de 1995, CEI-UNR.

(10) El trabajo de campo se realizó entre 1995 y l996.

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