Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad

Universidad de Buenos Aires
Secretaría de Extensión Universitaria

30 de septiembre / 1 de Octubre 1999

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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EDAÍSMO : la discriminación hacia las personas de edad

Por Luisa Bidegain, Adriana Fassio y Laura Irene Golpe

Abstract

Este trabajo es una propuesta de discusión conceptual sobre el surgimiento del edaísmo como nueva forma social de discriminación hacia las personas de edad a fin del milenio. Asimismo es importante señalar, que este ensayo teórico, se enmarca en dos programas académicos de investigación articulados entre Buenos Aires y Mar del Plata, donde se realiza trabajo de campo sobre la problemática de la discriminación hacia los adultos mayores y sobre su vinculación con la emergencia de los centros de jubilados y pensionados que ellos conforman.

Nuestra ponencia se compone de cuatro ejes estructurantes: 1.- Nuevas formas sociales de discriminatorias a fin de milenio, 2.- Paradigmas gerontológicos actuales, 3.- Un recorrido por los aspectos sociojurídicos para la no- discriminación hacia las personas de edad, 4.- Perspectivas para el futuro.

A partir de este suscinto recorte pretendemos abrir una agenda de debate sobre un tema que aparece como parte de una cotidianeidad naturalizada , pero que pauperiza silenciosamente la calidad de vida de un importante conjunto de personas de nuestra sociedad.

Ärea temática: I Ciudadanía y Tercera Edad, Ciudadanía persona Jurídica y Vejez.

Luisa Myrtha Bidegain : Licenciada en Psicología, Posgraduada en Planificación Estratégica de Salud, Profesora Adjunta Regular de las Cátedras de Psicología Clínica y Psicología de la Personalidad de la Fac. de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Co-Directora del Grupo de Investigación SOAM de la UNMdP; Investigadora del Programa de Investigación ¨ Edaísmo, Sexismo y Cultura organizacional¨ del Centro de Estudios Organizacionales del Instituto de Investigaciones Administrativas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Córdoba 2122 1ª Piso Of. 111. CP.(1120) Capital Federal. Tel/ Fax 4370-6130 E-mail: bidegain@statics.com.ar

Adriana Fassio : Licenciada en Sociología, Posgraduada en Gerontología, Docente del Seminario Metodología de la investigación para el estudio de las organizaciones del Doctorado en Ciencias Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Investigadora del Grupo de Investigación SOAM de la UNMdP; Co-Directora del Programa de Investigación ¨ Edaísmo, Sexismo y Cultura organizacional¨ del Centro de Estudios Organizacionales del Instituto de Investigaciones Administrativas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Córdoba 2122 1ª Piso Of. 111. CP (1120) Tel/ Fax 4370-6130. Capital Federal E- mail: adfass@mecon.ar

Laura Irene Golpe : Licenciada en Antropología, Diploma Superior en Ciencias Sociales, Profesora Adjunta Regular de la Cátedra de Psicología Institucional y Comunitaria de la Fac. de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Directora del Grupo de Investigación SOAM de la UNMdP; Directora del Programa de Investigación ¨ Edaísmo, Sexismo y Cultura organizacional¨ del Centro de Estudios Organizacionales del Instituto de Investigaciones Administrativas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Córdoba 2122 1ª Piso Of. 111. CP (1120) Capital Federal. Tel/ Fax 4370-6130 E-mail : DANYLAU@copetel.com.ar

Ärea temática: I Ciudadanía y Tercera Edad, Ciudadanía persona Jurídica y Vejez.

EDAÍSMO : la discriminación hacia las personas de edad Por Luisa Bidegain, Adriana Fassio y Laura Irene Golpe

1.- Nuevas formas sociales de discriminatorias a fin de milenio

El edaísmo "es una forma social de discriminación que sufren las personas mayores" homologable tanto a la discriminación de género o sexismo como a la discriminación racial o racismo. Este etnocentrismo generacional, es decir "la vocación de medir a las diferencias con la vara de la propia cultura", se asemeja a lo aludido por Pierre Clastres icuando afirma que si bien todas las culturas tienen grados de etnocentrismo "... sólo la cultura occidental es etnocida". Valdría la pena reflexionar sobre cuáles son los modos de discriminación que empleamos con nuestros otros generacionales para convertirnos en portadores de una cultura etnocida.

Uno de ellos es la vacancia de comunicación, no nos interesamos por sus modos de sociabilidad, ni por sus lugares, ni por el reconocimiento de sus códigos, utopías, saberes, hábitos, o percepciones. En suma nos interesamos por entablar ningun vínculo con la hetereogenidad porque partimos de la premisa de que sólo es posible la intercomunicación con la homogeneidad, hemos guethificado nuestros mensajes y no compartimos nada fuera de nuestros estrechos límites sustanciales.

De este modo la vejez, se encuentra atravesada por valores y prácticas asignadas a la senilidad, cuyo único rito de pasaje es el ceremonial jubilatorio que "naturaliza la diferencia" entre los transeúntes sociales que caminan por la senda del envejecimiento desde una muerte simbólica hacia una muerte real. El surgimiento del edaísmo como valor generador y organizador de los sistemas de estructuras cognoscitivas y motivacionales de la discriminación hacia la vejez, es uno de los fenómenos a los que asistimos en la sociedad occidental actual que afecta como sistema de exclusión a todos los segmentos de la estructura de edades.

2.- Paradigmas gerontológicos actuales

Las "teorías" provenientes de la sociología, relacionadas con el envejecimiento, no son sino paradigmas gerontólogicos. Se evidencia una clara separación entre las teorías que aparecieron en la década del 60 tales como las teorías del descompromiso, de la actividad , de la continuidad de roles, del intercambio y de la subcultura, respecto de las más recientes surgidas en los '80. Las primeras tienen su origen en el funcionalismo y en el interaccionismo simbólico.

La intencionalidad no explícita de estas teorías pasa por explicar o facilitar la integración social del anciano, es decir, cuál es la adecuación de las personas de edad a una sociedad cambiante. En ellas queda claro que la integración social de las personas de edad se constituye en un problema social.

Sin embargo podríamos considerarlas políticamente neutras en la medida en que no contemplan los efectos de la variable edad sobre las estructuras económicas y sociales.ii A partir de los 80 surgen otras teorías denominadas de la "estratificación" y de la "modernización" que si examinan como el marco económico y político de una sociedad afecta la posición del viejo en la misma.

Surgen entonces cinco paradigmas: 1) El de la integración: en la medida en que la inserción social es problemática. Temas tales como la integración en familias verticalizadas, en las que conviven cuatro y cinco generaciones pero con pocos parientes laterales y en las cuales hay muchas relaciones intergeneracionales y pocas intrageneracionales. Las futuras relaciones sociales irán más allá del marco familiar y se desarrollarán fundamentalmente con pares pertenecientes a la misma cohorte 2) La adaptación psicosocial a la vejez, que tiene que ver no sólo con como se integra el anciano a la sociedad sino como la persona de edad interioriza y acepta su condición de viejo.

3) Cómo se produce la sucesión de cohortes (considerando que de una cohorte a otra de ancianos hay diferencias sustantivas) tomando como definición arbitraria de cohorte a la de grupo humano nacido en un período de diez años.

4) La relación del mayor con su ambiente físico 5) La autonomía y la autodeterminación de los ancianos.

Volviendo a los paradigmas surgidos tres décadas atrás, la teoría del descompromiso, centrada en un punto de vista individualista, propone a partir del funcionalismo parsoniano un esquema de vejez exitosa a partir de la disminución de los intercambios sociales entre el individuo y la sociedad. Es una acción anticipadora del desinterés que muestra la sociedad en sus miembros de edad y muestra el fracaso de las relaciones intergeneracionales. Si bien no ha sido empíricamente probada la asociación entre disminución de los intercambios y mayor satisfacción de vida, ha ejercido una influencia muy fuerte en los marcos conceptuales, tanto en lo referente a política social y programas específicos relacionados con la tercera edad, como a la estructuración de la carrera laboral y el tratamiento de los trabajadores mayores. Así, el rol "esperable" del trabajador de edad, siendo todavía activo, es el de transferencia del conocimiento, y de volcarse cada vez más a su vida privada, para ir preparándose para su jubilación.iii Los postulados básicos de la teoría de la desvinculación son: a) Existe un proceso de mutua y recíproca desvinculación entre las personas de edad y la sociedad, b) este es un proceso universal, intrínseco e inevitable, c) la desvinculación no sólo se correlaciona con el envejecimiento exitoso sino que es necesaria para el mismo, en la medida en que la sociedad y el individuo se preparan para el último "desenganche" de la enfermedad incurable y discapacitante y la muerte como un proceso inevitable, gradual y de mutua satisfacción de desvinculación de la sociedad. Fue reformulada posteriormente resaltando que la desvinculación en algunas áreas (laboral) era compensada con una mayor vinculación en otras (familiar), proceso que se denomina vinculación-desvinculación selectiva.iv Como contraposición el enfoque de la actividad sostiene que para envejecer con éxito se debe mantener en la vejez el modelo de actividad y valores típicos de la edad mediana. El modelo de la actividad sostiene que los viejos deben permanecer activos el mayor tiempo posible y en caso de no poder ser eso posible, reemplazar esas actividades por otras.v La teoría de la continuidad surgió como una interpretación de las modalidades adaptativas de las personas de edad con la intención de mantener su autonomía.

Fue una reacción contra la teoría de la actividad y del descompromiso en la medida en que fueron consideradas como modelos homeostáticos. No se puede volver al estado anterior, es decir no se da la homeostasis sino la transformación evolutiva cuyo soporte es la identidad histórica de la persona. La continuidad es una estrategia adaptativa pero no implica ausencia de cambio. Se acentúa el desarrollo continuo de la personalidad como proceso intencional de aprendizaje y resolución de problemas, aunque con pautas con un alto grado de individualización. La teoría del intercambio propone que toda interacción social proviene de un intercambio , que implica costos y beneficios. Por lo tanto en la medida en que el balance sea positivo, es decir que los beneficios superen a los costos, las partes continuarán interactuando. El segundo elemento a tener en cuenta es el concepto de poder, que se especifica como la dependencia de uno de los actores de la interacción respecto del otro. Dowd aplica esta teoría económica al proceso de envejecimiento e intenta explicar la disminución de los intercambios por parte de las personas de edad, en la medida que el anciano va perdiendo poder con respecto a los otros actores sociales y la única respuesta posible ante esa situación es la complacencia. La jubilación desde este punto de vista sería considerada como una pérdida en la medida en que el anciano deja el puesto de trabajo para que sea ocupado por individuos más jóvenes a cambio de compensación económica por medio de la seguridad social, tiempo de ocio y de prescripciones de rol mucho más flexibles que las del mundo del trabajo.. La presión de sus pares es también soportada por la persona de edad para que el costo de permanecer comprometido es cada vez mayor, debido a la escasez de sus recursos de poder. Emerson propone distintas alternativas de balancear la pérdida de poder por parte de los mayores: a) Retiro: ya que las recompensas por el intercambio son cada vez menores, la opción es el descompromiso b) Extensión de redes de poder: hacia donde apuntan tanto el modelo de la teoría de la actividad como la de adopción de nuevos roles. c) Emergencia de status: a partir del aumento de las recompensas por parte de los que tienen mayor poder. d) Formación de coaliciones: asociaciones de defensa de derechos de los mayores contra los que tienen más poder, constituyéndose en grupos de presión Oddonevi llama la atención sobre esta conceptualización del intercambio, intentando ir más allá de una mera visión mercantil del mismo que no toma en cuenta la dimensión afectiva y simbólica de las relaciones sociales. Las unidades familiares mantienen redes de reciprocidad y ayuda mutua a través de relaciones de intercambio entre sus miembros de distintas generaciones y a través del tiempo, estructuradas a partir de los afectos y la obligación moral. El intercambio vale por sí mismo y se constituye para los mayores en un valor como tal. Esto implica que no lleva a las personas de edad a una situación de complacencia sino que los intercambios se constituyen en el capital social de los viejos.

A partir de este breve recorrido por disitnros modelos de envejecimiento planteados desde la sociología intentamos abordar nuetro objeto de estudio desde el punto de vista del "apego" 1viien la medida en que las personas de edad ocupan roles históricos o sustitutos en su existencia que son significativos para ellos.

3.- Un recorrido por los aspectos sociojurídicos para la no-discriminación hacia las personas de edad Definimos para este estudio a las personas de edad como aquellas que han cumplido 60 y más años, según lo establecido por la Asamblea Mundial del Envejecimiento, Naciones Unidas, reunida en Viena en el año 1982. Sin embargo, debemos aclarar que la edad no es la única variable para determinar el ingreso a la vejez, ya que "el proceso de envejecimiento no es idéntico para todas las personas que lo transitan: surgen diferencias según el sector social al que pertenecen, su nivel educativo, su grado de autonomía, su género, las cargas de trabajo que hayan soportado en el curso de su vida o del estilo cultural intrínseco al contexto ecológico y social donde vivieron".viii Rescatamos esta denominación no solo porque goza de consenso internacional tanto para denominar a las personas como a las organizaciones que ellas conforman sino porque además y ahí reside el secreto de nuestra elección, consideramos que es un término que no presenta connotaciones discriminatorias, que si, lo hacen los otros. Está directamente vinculado al concepto de continuidad de la vida como una prolongación satisfactoria del desarrollo humano hasta la muerte el cual implica reconocer el valor intrínseco de todas las etapas vitales En nuestra búsqueda por las distintas constituciones y reformas argentinas en cada provincia es significativo que sólo la que contiene específicamente el tema de la no discriminación por edad es la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que en el libro primero : ¨Acerca de Derechos, Garantías y políticas especiales, en su Título Primero ; Derechos y garantías , artículo 11 ( Igualdad) declara : ¨Todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley¨ (No discriminación ) : ¨Se reconoce y garantiza el derecho a ser diferencte, no admitiendose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, idiología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o caulquier circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo. ¨ ( Desarrollo de derechos) : La ciudad promueve la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitando de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación en la vida política, económica, o social de la comunidad¨ Nuestra pregunta apunta a conocer cuáles son la razones de por qué sólo adquiere significación jurídica en este districto? La discriminación hacia las personas de edad no es un hecho novedoso, ni actual, pero sin embargo sólo aparece ahora y acotada a un territorio particular? , por qué tampoco aparece en la Constitución Nacional ni en las anteriores Declaraciones Intenacionales de los Derechos Humnanos? .

Mientras que ixla Argentina será sede en el año 2000, de la 5ª Conferencia Internacional de la vejez ,en su resolución 47/5 del 16 octubre de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas, decidió que 1999 sea declarado mundialmente como el Año Internacional de las Personas de Edad: hacia una sociedad para todas las edades Entre los Principios de las Naciones Unidas a favor de las personas de edad, en el punto relacionado con la participación la resolución 46/91 se exhortó a los gobiernos a que incorporaran en sus programas nacionales los siguientes principios: "Las personas de edad deberán: permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de las políticas que afectan directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes. Poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades. Poder formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada."

Entre los objetivos mundiales para el envejecimiento para el 2001 se destaca el Objetivo Mundial Nº6 que promueve el "Establecimiento de una red mundial de voluntarios de mayor edad en pro del desarrollo social y económico", así como el "Establecimiento de mecanismos para examinar y adaptar la legislación y las prácticas vigentes, a fin de eliminar omisiones, contradicciones y discriminaciones importantes respecto de las personas de más edad".

Entre las metas nacionales sobre el envejecimiento se recomienda: el "Fomento del establecimiento y funcionamiento eficaz de organizaciones de las personas de edad más avanzada"

El envejecimiento poblacional es un proceso global que afecta a las comunidades en general. El incremento del envejecimiento poblacional transforma las comunidades hasta convertirlas en lo que se denomina enclaves añosos, es decir, en espacios dónde la relación entre la población de adultos mayores de 60 años supera el límite del 7 % de la población total, tal es el caso de las ciudades de Buenos Aires (22,8%) y Mar del Plata(15,8%).

Es importante señalar que el envejecimiento poblacional representa múltiples implicancias tanto para en las comunidades como para las personas que las integran, dado que se producen importantes cambios biológicos, psicológicos, sociales, culturales y económicos. Para dar cuenta de la preocupación por la magnitud que adquiere el fenómeno del envejecimiento a escala mundial; basta recordar que, en su resolución 47/5 del 16 octubre de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas, decidió que 1999 sea declarado mundialmente como el "Año Internacional de las Personas de Edad: hacia una sociedad para todas las edades."x La Constitución Argentina en su capítulo IV, Artículo 75, inciso 22 otorga jerarquía constitucional a varios tratados internacionalesxi , el inciso 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos insta al Congreso de la Nación a " legislar y promover medidas de acción positivas que garanticen la igualdad real de oportunidades y de tratos y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados Internacionales vigentes sobre Derechos Humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos, y las personas con discapacidad"

En nuestro país los adultos mayores, representan actualmente el 13% de la misma (4.198. 140 personas de 60 años y +). Debido a la envergadura de la problemática del envejecimiento en Argentina, el 22 de mayo de 1997 el Poder Ejecutivo Nacional crea la Secretaria de la Tercera Edad. Con el objetivo de diseñar una política estratégica que tenga en cuenta las situaciones de exclusión que padecen los adultos mayores, que impulse los roles protagónicos del sector añoso tanto en organismos gubernamentales como no gubernamentales y que optimice las condiciones de vida de esta clase de edad, y ante la necesidad de contar con un instrumento legal, elaboró un Anteproyecto de Ley Nacional de Adultos Mayores.

Para la elaboración del anteproyecto se tuvieron en cuenta distintos antecedentes que abordan la problemática del envejecimiento y los adultos mayores tanto a nivel international como nacional y provincialxii. La ley consta de 16 artículos, que propician la participación en la vida comunitaria, la transmisión intergeneracional de la cultura, el fortalecimiento de los ciudadanos mayores, la participación en la toma de decisiones en la resolución de los problemas propios del sector. También señala los derechos que tienen los adultos mayores y favorecen la no-discriminación " con relación a su edad, genero, grupo étnico, racial, religioso o socioeconómico." Declara los derechos al acceso a la salud y a la educación que tienen las personas de edad, a la vivienda, a vivir en familia y recibir la adecuada preparación psicofísica para su situación de jubilados. Asimismo otros artículos tratan la formación de redes organizacionales, la creación de un centro de documentación, la planificación y gestión de programas y proyectos de investigación con las universidades y otros organismos para abordar la temática del envejecimiento y de los temas más relevantes que atañen a los problemas y necesidades de los adultos mayores.

En el artículo 6, incisos a, b y c de la misma Ley se proclama que los adultos mayores tienen derecho a: a) Participar activamente en la resolución de los problemas que le son propios.

b) Ser tratado con dignidad, respeto y sin discriminación en relación a su edad, género, grupo étnico, racial, religioso o socio-económico.

c) Recibir información y orientación adecuada y accesible, prestada por personal especialmente capacitado a ese fin, en servicios de atención sanitaria, de orientación previsional, temas educacionales, culturales, recreativos, turísticos, información de organizaciones no gubernamentales de y para adultos mayores, orientación y asesoramiento en la resolución de problemas propios de la edad, con el objeto de poder obrar con mayor independencia, favoreciendo a su rehabilitación, estimulación social y protección.

En el artículo 8, inciso c) se afirma que el Poder Ejecutivo Nacional, de acuerdo a los fines previstos a esta ley, deberá elaborar y ejecutar planes y programas de capacitación para los miembros de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales dedicadas a la problemática de la Tercera Edad, y brindar la asistencia técnica que requieran.

En el artículo 12, inciso c) la Secretaría de la Tercera Edad de la Presidencia de la Nación fomentará activamente la conformación de un órgano consultivo integrado por representantes de diversas organizaciones comprometidas con problemáticas de la Tercera Edad. En su apartado de Educación,´ acerca de la importancia del fortalecimiento de las experiencias de educación de los mayores, se propone impulsar un Plan Gerontológico Nacional, donde se implementen ¨ acciones culturales que desactiven el retraimiento de los adultos mayores y los estimulen a recrear en la sociedad, espacios de convivencia.¨ Asimismo se propugna ¨ producir e instalar un debate de comprensión intergeneracional, movilizando el interés social a través de las Organizaciones de los Adultos Mayores. Propuestas que en su mayoría fueron ampliamente desarrolladas en el Plan Nacional de Ancianidad, antecedente más cercano de este anteproyecto.

(Secretaría de Desarrollo Social, 1996) 4.- Perspectivas para el futuro

Reflexionar sobre la vejez, es reflexionar sobre un período del ciclo vital, donde alcanzan su máxima expresión los estereotipos de caducidad social, implica plantearse cuestiones sobre un espacio temporal que reboza de "significaciones imaginarias sociales" asociadas a la desacreditación de credenciales, al agotamiento de destrezas, potencialidades y placeres y a la ausencia de membresías globales, tornándose en un 'espacio del anonimato' un 'no lugar' ..."xiii donde ya nadie quiere arribar por temor al deterioro de la identidad, al aislamiento de las redes sociofamiliares, a la segregación intergeneracional y a la pérdida del sentido de nuestros actos. Este modelo de vejez en el marco del etnocéntrismo de Occidente que quiere mostrarnos como natural la contemporaneidad, carece de alternativas ante la exclusión edaísta....¿Qué les queda ante esta desvalorización constante? Ni siquiera pueden escaparse a un tiempo nocturno de fiesta privado o acotado dentro del espacio urbano, pues también allí serían discriminados por los mismos jóvenes que sufren la segregación de los adultos, peor aún serían ridiculizados por pertenecer a una otredad a la que no se les permite el acceso a los territorios habitados por la tribu de los jóvenes . Una de las cualidades, entonces, de la cultura de la vejez es la diurnidad, como "tiempo compartido" al mejor estilo de las vacaciones posmodernas. Los adultos, son la clase de edad hegemónica que discrimina a los niños, a los adolescentes , jóvenes y a los ancianos, pero las alternativas de los primeros si bien son duras mantienen una cierta esperanza de inclusión en el mañana, los viejos ya no la tienen, construimos perspectivas de ucronía sin ellos, construimos presentes institucionalizantes para ellos, y no es raro que llegado un período etario determinado comiencen a refugiarse en el tiempo del pasado, donde eran felices, donde eran amados, donde eran potentes, donde eran idóneos, donde eran valorados y donde podían consumir porque eran productivos. El refugio en el tiempo del pasado es la única opción que les dejamos, pero cuando acuden a este mecanismo de libertad no dudamos en acusarlos de seniles, decimos que están chocheando y tenemos un increíble bagaje de tipologías médico-asistenciales para encerrarlos, como dice Vincent Thomas xiv,en "verdaderos morideros", al mejor estilo de los de Nantere xv,espacios sin identidad, sin posibilidades de contacto con sus redes sociofamiliares históricamente construidas. Con el transcurso de los años, las sociedades complejas fueron adquiriendo un discurso que legitima esta inclusión por exclusión, donde los sujetos que las conforman, aduciendo falta de "tiempo" o de capacidad para atenderlos, institucionalizan cada vez más a las cohortes añosas Las distintas transformaciones que se han producido en nuestras sociedades en lo atinente a la ancianidad en las tres últimas décadas, en un sentido positivo podemos señalar : la baja de la mortalidad , los avances de la biotecnología, las leyes de proteción al anciano, la aparición de estructuras programas y emprendimientos participativos para la vejez. Pero también han existido otros cambios que marcan las nuevas tendencias edaístas de la época actual: la ausencia de modelos identificatorios alternativos de vejez para este colectivo etario, la falta de satisfacción vital ante la velocidad de los cambios científico tecnológicos y la desacreditación social de idoneidades frente a la sociedad massmediática, la perdida de sus roles como transmisores intergeneracionales de la cultura, el relegamiento a roles de abuelidad y su articulación con la inserción femenina en el mercado de trabajo, el aislamiento por la nueclearización de la familia extensa, la pauperización de las condiciones de vida debido a las magras jubilaciones y la aparición de valores sociales que ponderan la reclusión institucional como "único" camino legitimado para el ultimo período del ciclo vital de nuestros antecesores. La vejez, a diferencia de otras categorías que han sido objeto de discriminación, es un período al que se arriba pudiendo cumplir las etapas anteriores del ciclo. . Y entonces, como dijo irónicamente en una ocasión Geza Roheim : "Usted es diferente, pero yo lo perdono".

Esta es una de las diferencias que posee el edaísmo(o discriminación hacia la ancianidad) con el racismo, o el sexismo. El hecho de que todos estén en condiciones potenciales de llegar a viejos justamente hace que edaísmo sea tan problemático, ya que afectará a toda la filogenie La vejez en la conteporaneidad tiene una significación social de secreto ignominioso, un tabú oscuro, acerca del cuál nadie quiere hacer alusión porque nos remite a los permanentes miedos que provoca la decrepitud de nuestra calidad de vida y obstruye los derechos ciudadanos de esta importante franja del conjunto societal.

Referencias Bibliográficas : i Clastres, Pierre (1989) Investigaciones en Antropología Política. Barcelona, Gedisa, pp. 58-9.

ii Monk, A. (1994), Curso de Actualización en Gerontología, AGA, Buenos Aires, 30-9 y 1-10 (mimeo).

iii Schein , E. (1982). La Carrera Empresarial, Ed. Macchi, Buenos Aires.

iii Odddone, M.J. (1990). "Aportes para la discusión teórica en sociología de la vejez" en Revista Paraguaya de Sociología, Enero-Abril.

Lehr, U.(1988). Psicología de la Senectud, Ed.Herder, Barcelona.

Monk, A., Op.cit.

v Salvarezza, L. (1988). Op.cit.

vi Odddone, M.J.(1990). Op.cit.

vii Salvarezza, L. (1988). Op.cit viii Oddone, M.J. (1991), "Los ancianos en la Sociedad", en Knopoff, R. y Oddone, M.J., Dimensiones de la vejez en la Sociedad Argentina, CEAL, Buenos Aires.

ix Asamblea General de las Naciones Unidas, Quincuagésimo segundo período de sesiones, Tercera Comisión, Tema 102 del programa: Año International de las Personas de Edad: hacia una sociedad para todas las edades. A/C.3/52/I. , .2.

Referencias Bibliográficas x Asamblea General de las Naciones Unidas, Quincuagésimo segundo período de sesiones, Tercera Comisión, Tema 102 del programa: Año International de las Personas de Edad: hacia una sociedad para todas las edades. A/C.3/52/I. , .2.

xi Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 22), el Pacto International de Derechos Económicos, Sociales y culturales (art. 9 y 12), la declaración Americana de los derechos y deberes del Hombre(art. XVI) y la Convención Americana de Derechos Humanos(art. 26).

xii Plan de Acción International sobre el Envejecimiento, Naciones Unidas, Viena 1982; la Asamblea Mundial de Educación de Adultos, 1983, Conferencia Latinoamericana y del Caribe, Naciones Unidas y organización Mundial de la salud, Bogotá 11986, el Documento de las naciones Unidas y la cuestión del envejecimiento de 1992, el Pronunciamiento de Consensos sobre Políticas de Atención de los Ancianos en América Latina, Santiago de Chile, 1992, Declaraciones de la federación International de la Vejez y Gerontológica de La Habanna, 1993. En el ámbito nacional se consideraron asimismo: la Declaración de los Derechos de la Ancianidad 1948, Fundación Ayuda Social Eva Perón, la Ley de sobre régimen jurídico básico para las personas de tercera edad, Chaco, 1990, el Proyecto de Ley "régimen para la tercera edad y Legislación Penal" de 1995el Proyecto de Ley Nacional de Envejecimiento y la Vejez, septiembre de 1997, la Ley de promoción y Protección integral de la tercera edad" de la Pcia de Chubut, el Proyecto de Ley de Adultos Mayores, de 1998. Presentado por la diputada Roxana Latorre. También se tuvieron en cuenta otros antecedentes gubernamentales como el Informe Final del Seminario "Primera Reunión Nacional de Autoridades de tercera edad" en 1992, el Documento Final del Encuentro Federal de la tercera Edad del Ministerio de salud y Acción Social, 1993, y Plan nacional de Ancianidad de la Secretaria de desarrollo Social de 1996.Además se analizaron distintos aportes sobre la temática presentados por la Comisión Nacional de Gerontología Social así como distintos marcos legislativos de numerosos países.

También se tuvieron en cuenta otros antecedentes gubernamentales como el Informe Final del Seminario "Primera Reunión Nacional de Autoridades de tercera edad" en 1992, el Documento Final del Encuentro Federal de la tercera Edad del Ministerio de salud y Acción Social, 1993, y Plan nacional de Ancianidad de la Secretaria de desarrollo Social de 1996.

xiii Marc Augé, "Los no lugares". Una atropología de la sobremodernidad. Gedisa.

Barcelona. 1994. pps 87.

xiv Vincent Thomas, Louis " Antropología de la muerte". Ed. FCE. México.

1986.pps 210-211.

xv En alusión a los viejos que van a morir a los geriátricos de la ciudad francesa de Nantere.

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