PONENCIAS

   Una fiesta religiosa como parte del patrimonio etnológico
 del valle central de Chile

Marcela Rocca Cañón

Licenciada en Antropología, Universidad de Chile.

 

    La presente ponencia surge de la consideración de la fiesta religiosa como parte del patrimonio etnológico de un  pueblo. La fiesta religiosa puede ser concebida como una construcción social, como parte de una cultura popular y de un legado de memoria colectiva alojado en las creencias de quienes participan de este importante ritual. Hoy en día el concepto de patrimonio cultural ya no es un concepto estático, referido solo a los monumentos o arquitectura, también hay detrás una visión de una cultura viva que se construye a sí misma y se reconstruye a través del tiempo en forma creativa y diversa. La fiesta se sitúa como parte del patrimonio intangible, así como el lenguaje y una serie de usanzas y costumbres transmitidas de forma oral de generación en generación; es herencia recibida de los antepasados y es legado que se deja a generaciones futuras.

La fiesta religiosa de Cuasimodo o Correr a Cristo

    Cuasimodo es una fiesta religiosa propia de Chile “que se celebra el domingo siguiente a Pascua de Resurrección, en el tiempo de la cosecha (Domingo in Albis). Ese día el sacerdote lleva la comunión solemnemente a los enfermos, acompañado por huasos a caballo, ciclistas y carruajes adornados en un ambiente de alegría” 1. “El nombre castellanizado de Cuasimodo, el más común del ceremonial que a continuación se describirá, obedece a que éste se efectúa el primer domingo después de la fecha movible de marzo o abril, de la celebración de la Pascua Católica, cuyo introito de la misa de dicho domingo comienza con la expresión “Quasi modo” 2  

    “También se lo denomina, y con más propiedad, Correr a Cristo, con el significado de cuidar, de seguir, porque este ceremonial festivo del ámbito cultural católico se práctica a través de un recorrido que hace un sacerdote sobre un coche tirado por caballos o un vehículo motorizado, con el acompañamiento principal de una comitiva de jinetes, además de conductores de carretelas, de automóviles, de camionetas, de camiones y de bicicletas, para llevar el sacramento de la eucaristía a ancianos y enfermos impedidos de acudir a la iglesia, tanto en sectores de localidades rurales como urbanas, con predominio de los primeros” 3

“Esta heterogénea escolta, obviamente, espera al sacerdote en cada una de las paradas de su cometido, al término del cual sus miembros acostumbran asistir a una misa –la que también puede celebrarse antes de iniciarse el recorrido- y a disfrutar de un almuerzo o, al menos, de unas empanadas y unas copas de vino”. 4

    “Por el recogimiento y solemnidad que posee este ceremonial, los jinetes huasos que participan en él usan sus mejores atuendos, cuelgan el sombrero del cuello mediante el fiador, poniéndolo a la espalda y se cubren la cabeza con un pañuelo bien amarrado. El medio de transporte  del sacerdote, incluyendo los caballos, si los tiene, así como todas las clases de vehículos ya mencionadas, se adornan con flores, guirnaldas y otros recursos, y en la entrada de las casas en las que se aguarda la llegada de la eucaristía , se suele colocar arcos de palma con flores naturales u otros elementos decorativos, con lo que se obtiene un mensaje de color al cual se suma el rápido movimiento de Correr a Cristo, que se remansa en los sucesivos episodios de las visitas.” 5

    La fiesta de Cuasimodo se desarrolló a partir del valle central chileno, extendiéndose posteriormente a una zona más extensa del país. Según Juan Guillermo Prado se celebra  desde el valle de Lluta en el norte hasta la sureña localidad de Lautaro.
Este autor estima que “esta festividad única en el mundo católico surgió en el periodo republicano. Concretamente, en el llamado tiempo de la anarquía que surgió tras la consolidación de la Independencia nacional” 6 

 

Algunos aspectos de la fiesta de Cuasimodo en Quilicura

   
    Hemos efectuado un trabajo de campo observando la fiesta de Cuasimodo en la Comuna de Quilicura 7 en la  Región Metropolitana de Santiago. Esta comuna tiene la particularidad de haber transitado, durante el siglo XX, desde una condición predominantemente rural a su actual carácter urbano, ya que ha sido alcanzada por la mancha urbana de la ciudad de Santiago. Sin embargo, la fiesta de Correr a Cristo ha subsistido allí, durante mas de cien años.

El nombre Quilicura proviene de la voz indígena que, en lengua mapudungún, significa “tres piedras o tres cerros”. Es hoy en día una de las 32 comunas-municipios que constituyen el continuo urbano de Santiago de Chile. Tiene una población de 126.518 habitantes, casi totalmente urbana. 8

    El Cuasimodo de Quilicura se constituyó formalmente el año 1984, pero es   muy antiguo, pues formaba parte del Cuasimodo de la vecina Comuna de Renca; por distintos motivos sintieron la necesidad de separarse del Cuasimodo de Renca, sin embargo hay muchos cuasimodistas emparentados con cuasimodistas de Renca y siguen yendo al cementerio que comparten ambas comunas, como parte del circuito ritual.

En Quilicura durante muchos años en esta fiesta se hacía una breve liturgia en la histórica Capilla de San Ignacio en la cual el sacerdote explicaba a los presentes el significado teológico y conceptual del Cuasimodo. Se recordaba también el papel histórico que tuvo la Capilla de San Ignacio en la independencia de Chile, pues allí  descansó y repuso sus fuerzas el Ejército Libertador. 9 10

 

Aún cuando no existe una norma común sobre conservación de vestimentas, atuendos típicos, adornos religiosos, estandartes y elementos utilizados durante las fiestas religiosas, es interesante destacar ciertos elementos que constituyen en sí un símbolo de tradición y herencia, tal es el caso de la campana que abre el Cuasimodo de Quilicura. Portada por el campanillero guía, esta campana no solo anuncia la llegada del Cuasimodo sino que habla de un conocimiento aprendido sobre el tipo de sonido, la agudeza que debe tener, la forma en que se debe tocar, la secuencia rítmica con la que se debe anunciar la llegada del sacerdote con el Santísimo.

En cuanto a la vestimenta, como se expresó anteriormente, esta constituida por el pañuelo para la cabeza, la esclavina, el traje de huaso de gala. En la comuna de Quilicura se usa el pañuelo y la esclavina de color blanco. Esto puede variar localmente, así por ejemplo en la Comuna de Cerro Navia se usa el pañuelo amarillo y la esclavina blanca. El pañuelo y la esclavina celeste se utiliza por devotos que han hecho una promesa a la Virgen de Lourdes. En Quilicura las esclavinas llevan bordados o dibujados diversos iconos religiosos tales como cáliz, hojas de palma, espigas de trigo, la cruz, la paloma. En el pañuelo que cubre la cabeza, una cruz bordada con lentejuelas generalmente de color dorado, y en ocasiones azul o plateado. 

    En los últimos años se ha incorporado, junto a las banderas chilenas, algunas banderas papales, amarillo y blanco. Recientemente se ha agregado una bandera de la Comuna y banderines con los colores comunales. Los caballos no llevan atuendos como en la Comuna de Lo Barnechea.

Los  preparativos

Los preparativos son realizados en comunidad, por la directiva, en familias o individuales. Los preparativos comienzan formalmente con un mes de anticipación a la fiesta. Se inician las reuniones semanales durante un mes. Estas reuniones organizadas por la directiva de cuasimodistas buscan coordinar todas las acciones para el buen desempeño de la fiesta . Se trabaja sobre todo en los arreglos organizativos y económicos que se deben hacer para financiar la fiesta.  Se preparan todos los trámites y permisos. Dos días antes de la fiesta se corrobora el recorrido, los guías junto al presidente son los encargados de hacer el recorrido en una camioneta para evitar cualquier inconveniente en la ruta el día de la fiesta.

    Los preparativos de orden familiar en los que colaboran parientes y amigos son preparar a los caballos, lavarlos, tuzarles la cola, el día anterior ensillan los caballos. Preparan los aperos, les echan braso a las riendas, les sacan brillo, se limpian las riendas, algunos las pintan con pasta de zapatos. Se mandan a cromar espuelas, la campana se prepara, se lustra y se prueba.  El coche principal donde ira el sacerdote es arreglado por un grupo de cuasimodistas que se ofrece voluntariamente, generalmente son familias las que se ofrecen. Se sacude el carro que ha estado todo el año sin uso, le acondicionan la alfombra con clavos dorados. Con unas semanas de anticipación “se echan las ruedas al agua para que se ablanden y así el coche al desplazarse queda suavecito”.

    La preparación de los altares no deja de tener su tradición. Se preparan sus elementos con unos días de anticipación, por lo general símbolos sagrados que están presentes en la casa de las familias todo el año, como por ejemplo imágenes de Cristo, el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de Lourdes o la Virgen del Carmen, que se encuentran en la sala principal o en el dormitorio. También se incluyen en el altar el rosario, la biblia y otras imágenes de santos. La distribución de los elementos en el altar está relacionada con el sentido que le dan a este último; lleva hojas de palma como símbolo de bienvenida y alegría, guirnaldas y flores amarillas y blancas.

Entre los participantes en la fiesta hay quienes se autodenominan “cuasimodistas de corazón”. El que se considera como tal, por lo general ha heredado la tradición de su padre o algún familiar; se enorgullecen profundamente de ser cuasimodistas; tienen respeto a lo sagrado y por lo general son “criollos” o “quilicuranos netos”, esto es antiguos habitantes de Quilicura antes de la localidad se sometiera a los procesos de urbanización y modernización. Con una cultura campesina centrada en un tiempo más cíclico, en relaciones familiares más extendida y una red de reciprocidad y comunitaria sólida.

La fiesta tiene normas de buena ejecución que son consuetudinarias, heredadas y transmitidas por tradición oral. Estas pautas claras y precisas son controladas en su cumplimiento por el Presidente del Cuasimodo y por la Comitiva.

“Lo que queremos es que nuestro Cuasimodo guarde el sentido que tiene que tener, esto es, religioso y de respeto. Cuidamos mucho que no se falte el respeto tomando lo cual es totalmente incorrecto y sancionado. Insisto en que cuiden su manera de montar; a los animales hay que tratarlos bien, no hacerlos sufrir espueleándolos demasiado. Yo me canso, es bastante lo que hay que hacer; son muchas comuniones, aproximadamente 40, se une mucha gente a última hora que llegan ahí con sus cosas a formarse. Muchas veces es gente que no tiene experiencia y eso es una mayor responsabilidad para uno porque no siempre tienen la resistencia y desconocen las reglas. Allí las Comisiones tienen su función que hacer. Los Guías y yo trabajamos mano a mano; es importante nuestra comunicación, lo hacemos mediante gestos, girar las manos significa “comenzar a avanzar”, levantar un dedo significa “atención”, la mano abierta significa “detención”. Incluso los guías hablaron de la posibilidad de comunicarse por celular, pero no quisimos. Eso rompería toda la tradición. Insisto en las reuniones con los cuasimodistas que no fumen, que no coman, que no tomen; que se mantenga el ritmo. Yo apuro para respetar el horario. Les digo: durante el Cuasimodo, no; después pueden celebrar su sacrificio. Lo bonito de todo esto es que nosotros nos hemos metido a sectores en que hay puro “volado” y jóvenes perdidos, y nos hemos metido allí llevando el Cuasimodo que tiene un mensaje sano y religioso. Nos han querido imitar e integrarse”. 11 

Se han incorporado nuevas devociones al Cuasimodo como la de la relativamente reciente santa chilena Sor Teresa de los Andes. Ahora está presente en la iconografía ritual en imágenes, estampas, en los dibujos de algunas esclavinas, y en los altares. Es llevada en un vehículo una imagen de la santa de tamaño natural, cuidadosamente vestida, como parte de una manda hecha por uno de los cuasimodistas.

 Últimamente la fiesta ha ido involucrando no solo a los cuasimodistas y sus familias, se ha transformado también en la fiesta de la Comuna. “La municipalidad se pone harto con la fiesta porque ha pasado a ser la fiesta de la comuna, como la gente sale a las calles a vernos. Claro que hay que cuidar un poco que no se desvíe la cosa”. 12

 

    Parte del patrimonio etnológico de la fiesta está constituido por  el conocimiento adquirido y transmitido por quienes pertenecen a este sistema de creencias , dentro del cual se enmarca el Cuasimodo. Este conocimiento no solo esta sintetizado en el presidente de los cuasimodistas de Quilicura sino que es parte de un legado presente  también en los lideres naturales que hay en la organización, y de las personas que ocupan distintos cargos en el Cuasimodo: campanilleros, guías, gritones, escoltas, porta estandartes, ciclistas, cuasimodistas que dirigen carretelas, cuasimodistas que desfilan en camiones, jefes de comitivas, y el publico que acompaña y juzga el desempeño de la corrida (vecinos antiguos, nuevos que han aprendido sobre la fiesta y familiares).

Muchos de los cuasimodistas de Quilicura  tienen una vinculación con el Club de Huasos de Quilicura en el cual participan durante todo el año, también con la Asociación de Rayuela de Quilicura. Con la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Quilicura. Algunos participan con grupos de adultos mayores como una forma de hacer comunidad cristiana. Pertenecen a la Asociación Nacional de Cuasimodistas de Chile. Tienen contacto con el equipo pastoral del Templo Votivo de Maipú. Acuden a lugares sagrados significativos, los que constituyen núcleos de concentración de devotos, como el mencionado templo Votivo de Maipu, el santuario de la Virgen de Lourdes o  peregrinan a la tumba del Padre Hurtado y acuden al santuario de Sor Teresa de Los Andes.

    La cultura al ser viva y estar en un constante proceso de creación se va readaptando y transformando.  Se externalizan esto en cambios en la expresividad de la fiesta. Existen elementos generales que  se han eliminado de los cuasimodos desde hace varias décadas atrás. Como las dramatizaciones de la pasión de cristo, la quema de Judas, galopes, galopes a plantar la bandera chilena en la casa de los enfermos, la detención en todos los lugares en que habían banderas blancas con enfermos que necesitaran auxilios religiosos, los petardos y sonajeras que acompañaban la procesión, originalmente corrían solo jinetes ahora se han  incorporado  ciclistas, carretelas, autos y camiones o como en el caso de Quilicura gente de a pie cumpliendo mandas a la Virgen de Lourdes.

“... se colocaban banderas blancas en las casas en donde había enfermos que necesitaban de auxilios religiosos. De la parroquia salía el sacerdote con alguna anticipación, llevando estos auxilios y poco tiempo después partía el tropel de huasos disparando tiros de revólver hasta llegar a la casa del enfermo. Allí los dueños de casa se “rajaban” con buenas empanadas para toda la comitiva y con sendos “tragos” de vino. El sacerdote que había anticipado su salida llegaba hasta otra casa que exhibía bandera.” 13 “... en otras partes no había enfermos y esta fiesta se convertía en una pantomima; se fingía dolientes... todo esto lo sufría Jesús , por culpa de Judas y los huasos le hacían justicia aquí en la tierra. Judas era quemado “vivo”.” 14

“... la totalidad de los huasos lleva  una bandera de la patria, firmemente asida en la mano derecha. Al acercarse a alguno de los altares que se encuentran en el camino se produce un desbande de los jinetes. Todos galopan para tener el honor de ser el primero que planta la bandera chilena en el lugar donde se detendrá el carruaje y descenderá el sacerdote con la comunión”. 15
   
La fiesta  se construye desde distintos planos. Desde el plano organizacional con una serie de obligaciones y deberes que cumplir para la correcta ejecución de la fiesta. Desde el plano de la creencia se activan y exteriorizan el complejo entramado del sistema de creencias visible en el ritual a través de los símbolos religiosos.”Los símbolos religiosos  tienen la función de sintetizar el ethos de un pueblo -el tono, el carácter y la calidad de vida, su estilo moral y estético- y su cosmovisión....los símbolos religiosos formulan una congruencia básica entre un determinado estilo de vida y una metafísica específica (las más de las veces implícita), y así cada instancia se sostiene con la autoridad tomada de la otra” 16. Esta congruencia de los símbolos religiosos se manifiesta en la fiesta, es por ello que en ella resurge una cultura que esta entramada  y aflora en forma más visible, es allí donde la fiesta tiene la posibilidad de ser reconocida como patrimonio, es en este reconocimiento, donde se esta sosteniendo en un momento la intangibilidad de la cultura, y es susceptible de ser mostrada.
 
“La celebración de una fiesta no es solamente un momento dedicado al esparcimiento o a la devoción, sino algo que pone en movimiento todo un entramado de un grupo humano” 17 También tiene una dimensión de fe para sus cultores: “la fiesta como la expresión comunitaria, ritual y alegre de experiencias y anhelos comunes, centrados en un hecho histórico pasado y contemporáneo” 18

    Volviendo sobre los antecedentes lejanos de la fiesta de Cuasimodo que hemos descrito, cabe reiterar que existe un relativo acuerdo entre historiadores, folcloristas e investigadores en el hecho que hipotéticamente originaría la fiesta de Cuasimodo pero no hay total precisión con respecto al año que se habría iniciado esta festividad. La motivación que le da origen -la necesidad de llevar la comunión a los enfermos- deriva del precepto establecido por el Concilio de Trento (1545-1563) en el que se exhortaba a comulgar una vez por año por lo menos para pascua de resurrección. En efecto, se piensa que la necesidad de facilitar a los enfermos el cumplir con este precepto de la iglesia católica, hacía que los sacerdotes se acercaran a las casas de estas personas llevándoles la comunión. Esta era una necesidad muy sentida entre los fieles ya que así estaba establecido. En el área rural esta salida del sacerdote recorriendo los campos implicaba riesgo de asalto. Atraídos  probablemente por objetos sagrados como el copón donde se portaba el Santísimo Sacramento, que en aquella época eran elaborados de plata. “En Talagante cuya parroquia de la Inmaculada Concepción se funda en 1824, se cree que por el año 1864 un grupo de amigos salió a acompañar al sacerdote que repartía la comunión a los enfermos en los campos, pues asolaban la comarca bandoleros como Federico Soto. Estos primeros cuasimodistas prestaban un coche cerrado al párroco para que se protegiera de cualquier ataque” 19. En un comienzo el sacerdote se hacía acompañar por los dueños de los fundos 20 y, posteriormente, se habría ampliado el grupo de jinetes a otros sectores sociales. Así se habrían creado estas escoltas cuyos miembros luego se ataviaron con vestimentas rituales. “El pañuelo en la cabeza habría venido a reemplazar el sombrero de huaso usado en el campo, la esclavina reemplazaría el poncho, y las banderas habrían reemplazado las armas y lanzas que se portaban originalmente”. 21

La tradición cátolica de devoción al Santísimo- la hostia consagrada- fue una impronta de la religiosidad hispana que se asentó en  los fieles de los distintos grupos culturales, y probablemente, en un comienzo, más fuertemente en la aristocracia y grupos de poder. Ya desde el 1800 existía una serie de normas que cumplir ante el Santísimo y estaba claramente definido el comportamiento esperado por parte de la comunidad ritual ante la presencia de éste. En distintas parroquias existían grupos de laicos que participaban en grupos exclusivos de devoción al Santísimo.

    ¿Por qué razón esta costumbre de origen religioso circunscrita en el comienzo a un grupo limitado de hacendados, va derivando en una fiesta popular?  En la fiesta se recrea una memoria colectiva y  se enriquece y expande una cultura popular.

La expresión religiosa que se manifiesta en los santos patronos, el culto en los santuarios, la devoción a las imágenes, los ritos fúnebres, el festejo comunitario a que da origen la celebración de algunos sacramentos como el bautizo, la primera comunión, o el matrimonio, la utilización de símbolos religiosos como estampas, medallas, relicarios, cruces, rosarios, velas, inciensos, agua bendita entre otros, nos parece que participan tanto de la práctica de fe y religiosidad, como de  elementos propios de la fiesta. Otro tanto sucede con la constitución de algunas organizaciones religiosas como ciertas hermandades, mayordomías y cofradías.

La fiesta es un rito, los ritos son la expresión de un pueblo, de un grupo humano, de sus creencias. Ocurre con ritos que se celebran a través del tiempo y que son parte de un sistema religioso tradicional  el que algunos de ellos cambian de contenido. Ese sentido es dado por los mismos cultores, -en el caso que analizamos- los cuasimodistas, quienes van incorporando nuevas devociones y dimensionando otros aspectos de viejas devociones, Esto está muy ligado con los procesos de cambio y reelaboración de los contenidos  de los símbolos sagrados, por ello nuestro análisis apunta a mostrar la cultura viva como un patrimonio etnológico , por tanto abierto a la aprehensión de estos aspectos cambiantes.

Sobre el concepto de patrimonio cultural

El concepto de que elementos de la cultura que no son tan aprehensibles sean parte del patrimonio cultural de un grupo, es también una idea que conlleva un sentido de pertenencia y orgullo, un proceso de autoidentificación y de diferenciación con otros grupos. Se trata de la concepción del patrimonio cultural de forma dinámica como etnología que se crea y recrea a través y mediante actividades, bienes y lugares. Estimamos que dicho patrimonio cultural contiene tanto elementos materiales como  inmateriales.

Sobre el concepto de patrimonio cultural, en el trabajo con grupos de base se ha conceptualizado el patrimonio cultural de dichos grupos de base, como todos los elementos que forman la identidad de un grupo humano, incluyendo varios tipos de bienes. “Cosas de respeto que forman parte de la cultura material como pucarás, tolas, pirámides, casas, caminos veredas, terrazas, camellones, al igual que los bienes de la naturaleza como nevados, valles, cerros, lomas, ríos, quebradas, animales, aves, plantas, que tienen valor histórico, uso social y significado ritual o sagrado para sus habitantes”. 22 Nos parece que este es el espacio mas cotidiano en el cual se habita, se relaciona y se construye identidad.  “El saber popular diario de las familias y personas que son indispensables para la sobrevivencia, de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, como por ejemplo: la artesanía textil, la artesanía del barro, las formas de preparar la comida, de cultivar la tierra, de construir y conservar las casas. Son también parte del patrimonio los productos de estos hábitos: la ropa, sombreros, ponchos, la comida, herramientas agrícolas y demás bienes.” 23 “Los símbolos y valores que muestran los sentimientos y estados de ánimo de las personas, familias y comunidades, como las canciones, las leyendas, los mitos, sueños, coplas, adivinanzas, música, bailes, danzas, diseños, dibujos y colores de los tejidos; y demás formas de expresión artística e historia oral.” 24

En Chile las normas sobre monumentos nacionales que se refieren al patrimonio cultural permiten distinguir entre patrimonio natural y cultural. En cuanto al patrimonio cultural se distingue entre el tangible y el intangible.

“El patrimonio intangible esta constituído por aquella parte invisible que reside en el espíritu mismo de las culturas...el patrimonio intangible esta constituido, entre otros elementos, por la poesía, los ritos, los modos de vida, la medicina tradicional, la religiosidad popular y las tecnologías tradicionales de nuestra tierra. Integran la cultura popular las diferentes lenguas, los modismos regionales y locales, la música y los instrumentos musicales tradicionales, las danzas religiosas y los bailes festivos, los trajes que identifican cada región de Chile, la cocina chilena, los mitos y leyendas; las adivinanzas y canciones de cuna; los cantos de amor y villancicos; los dichos, los juegos infantiles y creencias mágicas” 25.

En España, en la Región Autonómica de Andalucia  el patrimonio etnológico es definido por el art. 61 de la ley del Patrimonio Histórico de Andalucía de 1991 como “los lugares, bienes o actividades que alberguen o constituyan formas relevantes de expresión de la cultura y medios de vida propios del pueblo andaluz”. 26

Conclusiones

 

El patrimonio etnológico puede ser una  plataforma importante para potenciar un elemento cultural, como la fiesta religiosa señalada en esta ponencia. Ella involucra no solo a sus cultores directos, sino también a quienes se sienten tocados y acompañan más desde lejos alentando o maravillándose con la devoción de un grupo. De esta manera,  quienes forman parte de esta tradición, van difundiendo, dando a conocer, desarrollando y potenciando una identidad construida sobre fuertes ejes de creencias religiosas y expresiones rituales que les son propias. El grupo en la realidad urbana de hoy en Quilicura es heterogéneo. Sin embargo, es posible que esta fiesta con su dimensión religiosa e histórica esté contribuyendo a la afirmación de la nueva identidad local.

Cabe resaltar el hecho que el gran crecimiento poblacional de Quilicura está constituido en parte importante por la inmigración de familias procedentes de otros lugares de Santiago y también de fuera de la ciudad capital. Sobre el viejo tronco rural devenido en urbano en un proceso de varias décadas se está asentando con rapidez un conjunto heterogéneo de población y por lo tanto nuevas identidades locales están en proceso de forjarse.

Son muchas las fiestas de Cuasimodo que se efectúan a lo largo de Chile el  domingo siguiente de pascua de resurrección, cada una con su especificidad y elementos que se van incorporando cada cierto tiempo. Continuar con el seguimiento que folcloristas y antropólogos han hecho en el pasado y en la actualidad podrá entregar nuevas pistas sobre la evolución del componente identitario del patrimonio cultural intangible de una sociedad que como la chilena, se encuentra en un proceso de evolución y cambio.

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Bibliografía

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Dannemann Manuel. 1998. Enciclopedia del folclore de Chile. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.

Feres, Raul. 1977. “Experiencias pastorales: la fiesta de Cuasimodo”. En Historia y Misión. Ponencias,  aportes y experiencias del II Encuentro de Religiosidad Popular.  Santiago de Chile: Ediciones Mundo. Pp. 319 – 322.

Geertz, Clifford. 1995. La interpretación de las culturas. 6a. reimpresión. Barcelona: Editorial Gedisa. Original en inglés: The Interpretation of Cultures. Basis Books Inc. New York: 1973.

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Merino, Carmen. 1962. Cuasimodo en Talagante.  Santiago de Chile: Diario La Nación, 2 de Mayo de 1962.

Meza-Lopehandía, Juan. 1997. Cuasimodo. Santiago de Chile: Ediciones Los Castaños.

Peña Muñoz, Manuel. 2001. Memorial de la tierra larga: crónicas chilenas. Santiago de Chile: RIL Editores.

Plath, Oreste.1945. Chile de antaño: Tiempos de penitencias. Santiago: Revista Eva, Marzo de 1945.

Plath, Oreste. 1996. Folclor religioso chileno. Santiago de Chile: Editorial Grijalbo.

Prado, Juan Guillermo. 1994. Cuasimodo. Carga de caballería a lo divino. Santiago de Chile: Ediciones San Pablo.  

Torres, Victor Hugo. 1994. Manual de revitalización cultural comunitario. Quito: Comunidec.

 

Santiago de Chile, 24 de Septiembre de 2004. 

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NOTAS

1 Feres, Raúl. 1977. “Experiencias pastorales: La fiesta de Cuasimodo”. En Historia y Misión. II Encuentro de Religiosidad Popular. Santiago: Ediciones Mundo. P. 319.

2 Dannemann, Manuel. 1998. “Enciclopedia del folclore de Chile”. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. P. 109. 

3 Id.

4 Id.

5 Ibid. pp. 109-110.

6 Prado, Juan Guillermo. 1994. Cuasimodo. Carga de caballería a lo divino. Santiago de Chile: Ediciones San Pablo.  

7 Comuna designa, en Chile, el territorio jurisdiccional de una Municipalidad.

8 El 99.6% de la población se sitúa en el área urbana y sólo el 0.4% - que corresponde a 519 personas- en el área rural. Censo 2002.

9 “...Recorriendo la comuna con el Señor que bendice a esta gente. El señor que es misericordioso, llevando el regalo de la pascua que es la paz. ¿Qué es la paz? La paz es del corazón, en medio de las preocupaciones puede haber una paz en nuestro corazón...encomendamos a nuestros hermanos enfermos tengan la paz. El señor les puede dar una paz diferente, con esta paz pueden tener esperanza. El señor está con los más necesitados. El señor pasó por Galilea, Judea, bendecía y les imponía las manos así el Señor quiere hacerlo hoy con los enfermos”. “Esta es una capilla antigua de nuestra liberación, nos otorgó en una época la libertad exterior y hoy día nos otorga la libertad interior liberando nuestras angustias y nuestros pecados” (Homilía del padre Osvaldo Martínez, párroco de Quilicura en 1998).

10 Desde el año 2003 ya no se incluye en el recorrido del Cuasimodo de Quilicura el paso y detención en la Capilla de San Ignacio, por quedar bastante alejada del resto del recorrido, al haber crecido mucho el número de lugares en que debe detenerse por la incorporación de nuevas poblaciones en el territorio de la Comuna. Se alargaba demasiado el recorrido y se volvía ya muy tarde al punto inicial, la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Quilicura.

11 Entrevista a Luis Tolosa, Presidente del Cuasimodo de Quilicura.

12 Cuasimodista de Quilicura.

13 Plath, Oreste. 1945. “Chile de antaño: Tiempos de penitencias”. Santiago: Revista Eva, Marzo de 1945.

14 Id.

15 Merino Carmen. 19662. “Cuasimodo en Talagante”. Santiago: Diario La Nación, 2 de Mayo.

16  Geertz, Clifford. 1995. “ La interpretación de las culturas”. P. 89.

17 Campaña, Victor. “fiesta y poder”. Campaña, Victor A. y otros. 1991. Fiesta y Poder. La celebración de Rey de Reyes en Ríobamba. Quito: Ediciones Abya-Yala.

18 Mateos, Juan. “Cristianos en fiesta. Más allá del cristianismo convencional”. Pp. 276-277.

19 Prado, Juan Guillermo. Op. cit. p. 33.

20 Haciendas.

21 Versión de Tadío Alegria, escolta de Quilicura por más de 40 años en el cargo, que  heredó de su padre. Su  hermano también es escolta del carro que lleva al sacerdote con el Santísimo.

22 Torres, Victor Hugo. 1994. “Manual de revitalización cultural comunitario”. Quito: Comunidec. P. 17.

23 Id.

24 Ibid . Pp. 17 y 18.

25 Consejo de Monumentos Nacionales, Dibam.

 

 


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